Como algunos ya sabréis, la palabra crisis, en otras lenguas significa cambio (positivo o negativo), oportunidades, final de una etapa y comienzo de otra. El mensaje que intentaremos transmitir es que una crisis no tiene por qué ser negativa, sino todo lo contrario, aunque ciértamente, cuando se produce una crisis, comienza un proceso de selección «natural» en el cual únicamente sobrevive aquella persona con más habilidad para asumir cambios y detectar oportunidades.
La mayor crisis que el planeta ha conocido fue el crack de 1929, aunque si hoy día miramos atrás, aquel año acabó una etapa y entró la «revolución industrial». Mientras que se habló del mayor desastre bursátil de la historia, unos pocos aprovecharon esa caída de la bolsa para aprovechar la posterior subida. Mientras que algunos se arruinaron por completo, otros se hicieron ricos gracias a aquel Jueves negro de Wall Street. Es más, la crisis del 29 nunca terminó, pero con el paso de los años se produjo la adaptación.
Ahora vivimos otra crisis, la cual ha terminado con lo que antes conocíamos, la especulación inmobiliaria, el crédito hipotecario descontrolado y la construcción sin límite. Esa época ha terminado y está dando paso al comienzo de la nueva era, la cual viene de la mano de las nuevas tecnologías. No importa cual sea tu negocio, o entras en este cambio o mueres como empresa e incluso como trabajador, ya que mientras hay un enorme desempleo, están naciendo nuevos puestos de trabajo para los que muy pocos están preparados. «adaptarse o morir«.
Algunas personas se preguntan cuándo acabará esta crisis, siendo la respuesta que no existe la crisis como tal, de hecho, eso que estamos llamando crisis, no va a terminar nunca, entre otras cosas porque acaba de comenzar.
Pedimos respuestas y obligaciones a nuestros gobiernos para que nos saquen de esta situación, y la realidad, tanto si quieres asumirla como si no, es que ellos no pueden sacarte de aquí, es más, también están dentro de la precaria situación buscando formas de sanear las arcas públicas. La mala noticia es que intentarán sanear esas arcas con el dinero de los propios ciudadanos (aunque eso es normal y no es el tema de hoy).
Si quieres saber cómo has llegado hasta aquí, la respuesta es sencilla. Viviste en un mundo de fantasía dentro de un sueño, donde te facilitaron un nivel de vida «ficticio» a base de crédito. Ese sueño terminó, y al despertar es cuando te das cuenta de que debes devolver ese crédito y pagar el precio de vivir por encima de tus posibilidades.
La palabra que más aparece en época de crisis es «Reinventarse«, ya que después de un cambio en el sistema, necesitas cambiar tu visión y mentalidad y desde luego no quedarte sentado esperando que que el gobierno haga un truco de magia: «Ta chan!!!! 5 millones de puestos de trabajo». ¿De verdad esperas eso?
Probablemente, jamás volveremos a ver ese auge en la construcción, aunque encontrarás nuevas oportunidades de negocio en la domótica, servicios a la vivienda, servicios a empresas y todo lo que tenga que ver con los avances tecnológicos. Ya se habla de burbuja con internet, pero está claro que esta burbuja hay que aprovecharla con todo lo que ya has aprendido.
- Recordando que toda deuda debes pagarla.
- No vivir por encima de tus posibilidades.
- Ahorro e inversión cuando puedes hacerlo.
- Saber que todo lo que comienza, acaba.
- Saber entrar y saber salir a tiempo y en buen estado.