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El Síndrome del «quemado». Sanitarios y Maestros los más afectados.

El «Burnout», un síndrome que traducido al español, se conocería popularmente como «estar quemado», es una patología laboral que cada vez afecta a más gente. Entre sus síntomas se encuentran la falta de motivación, apatía y sensación de indiferencia, pudiendo generar un deterioro en las relaciones con los amigos, la familia, compañeros de trabajo e incrementando el absentismo laboral.

La Agencia Europea para la Salud y la Seguridad en el Trabajo calcula que en torno al 55% de las bajas laborales producidas en la Unión Europea, están relacionadas, fundamentalmente, con el estrés laboral, a través del «síndrome de estar quemado». Esta patología no solo supone un mal para el trabajador que la padece, sino para la economía, pues se calcula que el coste anual de esta «enfermedad», únicamente en Europa, cuesta unos 20,000 millones de euros entre periodos de baja, asistencia médica, indemnizaciones, etc…

Los más afectados, según un reciente estudio, serían profesionales de la sanidad y la docencia (sanitarios y maestros), aunque este síndrome prolifera en los ámbitos en los que hay «gente que trata diariamente con todo tipo de gente».

En el caso de enfermeros, médicos (Sanidad en general) el estrés puede ser mucho mayor y en ocasiones un trabajo muy poco valorado o reconocido. A menudo deben prepararse psicológicamente al haber perdido un paciente, tener que dar malas noticias a un paciente o sencillamente, recibir las duras críticas de los pacientes y familiares, a lo que hoy día se ha sumado el pánico por posibles agresiones en los centros.

En el caso de los docentes, los más afectados serían los profesores de secundaria, los cuales no tienen autoridad con el menor ni reciben el apoyo de los padres de los escolares. No se sienten reconocidos ni valorados profesionalmente, por lo que el desánimo no tarda en llegar. Quizás el profesor sea uno de los profesionales que más riesgo tiene de padecer una depresión. Hoy día, este gremio cuenta con uno de los mayores porcentajes de absentismo laboral.

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Tres tipos de «quemados».

Frenético:

Trabaja hasta el agotamiento. Se caracteriza por tener una implicación excesiva. Se da en los empleados con pluriempleo o con contrato temporal. Por este motivo tienen la necesidad de demostrar a cada instante y durante todo el tiempo su valía. Viven en un examen continuo.

Sin desafío:

Son trabajadores con condiciones laborales poco estimulantes. Se sienten infravalorados laboralmente y saben que no tienen posibilidad de ascender. A menudo sienten la monotonía en sus talones. Por ejemplo, un profesor: Sus alumnos pueden aprobar o pueden suspender, pueden aprender más o menos, pero cuando acabe el año su sueldo continuará siendo el mismo y rara vez recibe muestras de agradecimiento, por lo que no tarda en caer en un estado de desmotivación.

Desgastado:

Aunque suele darse en personas jóvenes, este perfil corresponde por regla general a esos profesionales que llevan más de 20 años en la misma empresa, mismo puesto y haciendo lo mismo durante años, por lo que evitan situaciones de estrés y a ojos de los demás sería esa persona que veríamos como «pasota», y es que lo que ya desea este profesional son unas vacaciones o la jubilación anticipada, ya que ni siquiera se plantea el hecho de cambiar de trabajo para tener unas nuevas metas y aspiraciones.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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