Strauss Kahn ha reconocido públicamente que mantuvo relaciones con la camarera del hotel. Relaciones consentidas y en ningún momento forzadas, por lo que ha afirmado que es culpable de traición a su mujer, pero nada más. Ahora veremos que tanto si Strauss Kahn es culpable o inocente, el problema no son sus actos, pues en ambos veredictos, todo nos conduce al mismo camino, y es que vivimos en un mundo lleno de corrupción.
En cuanto se produjo la noticia de la detención de Strauss Kahn, ya dimos nuestra opinión sobre el asunto, más bien inclinándonos hacia la inocencia, pues existieron varias casualidades, y la verdad, no soy persona que crea en las casualidades, y más aún sabiendo que en Estados Unidos, toda persona que está a punto de descubrir algo «fraudulento» o de proponer algo que vaya en contra de los intereses de los gobiernos, suele ser acusado de violación. Dimos nuestra opinión en: Strauss Kahn. ¿Casualidades o conspiración?.
Imaginemos que Strauss Kahn es culpable.
En ese caso, pongámonos en la piel de una pobre mujer trabajadora, la cual fue agredida, vejada y violada por un personaje público, una persona poderosa. Una mujer valiente que se atrevió a denunciar los hechos, aún sabiendo que sería rechazada por su propia comunidad.
Esta mujer peleó contra el poder. Se investigó su pasado, fue humillada en un juicio donde un caro abogado, con sus artimañas y fuertes contactos en la CIA consiguieron hacerle perder toda credibilidad.
Si Strauss Kahn es culpable, se ha demostrado que la justicia se compra con dinero, y que las personas poderosas son intocables en Estados Unidos. Estaríamos ante la certeza de que la justicia es corrupta, pues no hace justicia con la víctima, sino que defiende al culpable, si este culpable tiene poder.
Imaginemos que Strauss Kahn es inocente.
En este caso, quedaría totalmente demostrado lo que puede llegar a hacer un Gobierno en la política para continuar en la presidencia, o bien lo que puede llegar a hacer la Unión Europea al saber que ciertas proposiciones de Strauss Kahn podían perjudicar a los intereses de la zona euro.
O lo que es mucho peor, y sería el hecho de lo que Estados Unidos puede llegar a hacer cuando alguien va a plantear la duda del dólar como divisa internacional.
En este caso, esta camarera habría sido contratada por otras personas con mucho más poder para preparar una trampa al director del FMI, retirándolo de la oposición, de la presidencia y de su cargo en el Fondo Monetario Internacional.
Por tanto, Strauss Kahn, culpable o inocente, refleja el tipo de sociedad en la que vivimos, una sociedad donde el dinero y el poder siempre se sale con la suya, y que pueden acabar con cualquiera en el momento que crean conveniente.
Bienvenidos a la cruda realidad!!