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Lo que realmente me motiva como bloguero. Mil Gracias!!

Entré «accidentalmente» en el mundo de los blogs. Lo cierto es que durante una larga estancia obligada en casa ( 3 meses) comencé a visitar algunas páginas de internet de mi sector profesional (Inversiones y Negocios). Encontré muchísimos blogueros que hablaban de estos temas. Todo sea dicho de paso, algunos muy buenos y otros menos buenos, aunque cada uno tenía su  audiencia fiel.

Finalmente me hice una pregunta: ¿Puedo aportar algo distinto?, la repuesta fue que sí. La persona que me motivó a comenzar esta experiencia fue a raíz visitar el blog de Edwin Amaya, autor de 1000ideasdenegocios.com. Me sorprendió la dedicación que este hombre tenía con sus usuarios y la estupenda labor de motivación que podía causar en personas que necesitan un pequeño empujón para animarles a dar el paso del emprendimiento. Esta persona me demostró, además, que como persona tenía valor humano, pues cuando en internet yo no era nadie y él ya era alguien, fue de los primeros en ponerme en sus páginas amigas.

Explico la importancia de este punto: «Cuando tienes un contenido pésimo, nadie te enlaza, y cuando tienes un contenido bueno de la misma temática, también cuesta trabajo que te enlacen, ya que eres competencia». Edwin, en este aspecto demostró calidad humana.

No conté con la dificultad de conseguir que la gente leyera lo que escribes, y más cuando lo único que me unía con el mundo de internet era una cuenta de Facebook abandonada y un messenger que apenas usaba.

No tenía conocimientos de diseño web, ni de posicionamiento y no sabía ni lo que significaba la palabra Social Media (ahora sé lo que significa, a pesar de que no sé usarlo correctamente). Resumiendo, nadie me conocía en internet, por lo que puedes hacer grandes artículos, pero el hacerlos y que no los lea nadie, desmotiva un poco. Creo que muchos conoceréis esa sensación inicial.

No obstante, con una poca de paciencia, los resultados comienzan a llegar. Comienzas a escalar posiciones, comienzas a multiplicar las visitas y comienzan a aumentar el número de comentarios, algunos más positivos y otros más negativos, la verdad es que cuando tratas los temas desde un punto diferente al habitual, ambos comentarios son necesarios, pues como dice Risto Mejide: «Si cuando hablas no molestas a nadie, es que realmente no has dicho nada».

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Una vez alcanzas un número considerable de visitas, el dinero llega solo, aunque en este caso, mi motivación no era el dinero. Eso sí, no seré hipócrita en este sentido, pues a mí me encanta que mis hobbies sean remunerados. No tengo el símbolo del dólar en los ojos, pero cada mañana me levanto para ganar dinero. No obstante, en el tema de los blogs no es la principal motivación. Entonces, ¿qué me ha mantenido motivado realmente?.

Mi principal e inicial motivación fue también mi mayor agonía, y es abrir por la mañana el correo y tener para contestar una media de 25 mensajes y comentarios. Más adelante esa cantidad se comenzó a multiplicar considerablemente hasta el punto de que actualmente ya se me hace imposible responder a todos los correos (aunque no doy a basto en ese aspecto, intentaré responder a todos y cada uno de ellos). Está claro que tus fieles lectores son gran parte de tu motivación.

Lo segundo que te motiva es conocer a otras personas dentro de este mundo, si esas personas tienen calidad humana, la sensación es doblemente buena. A través de un polémico artículo sobre la inversión en Nueva Rumasa, el cual parece ser que lo abordé por el lado equivocado (fallé y lo reconozco), conocí a Gregorio Horga, de MyFinanzas. Teníamos pensamientos distintos con respecto a esta inversión, aunque el pensar diferente en largos debates que tuvimos, no hizo que acabáramos como el perro y el gato, sino que hoy día se podría decir que mantenemos una buena amistad, aún sin llegar a conocernos personalmente.

Es otra persona de calidad humana. Más recientemente te encuentras con otras personas que te dan mucho más de lo que ellas reciben por tu parte, al menos en agradecimientos (es falta de tiempo), como pueden ser Karla de Compartidísimo, o Laura Carvajal de Potencia líderes (Entre otras muchas personas). Personas que sin conocerte, un día te felicitan, y aunque sea ese simple y llano halago de algunas personas normales y corrientes (no estrellas del Rock), eso te continúa motivando, en cierto modo te alegra el día, además de ser también personas que se desviven por sus usuarios.

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No todo el camino es fácil, pues también tuvimos un duro día con cierta persona relevante de internet a la cual parece ser que ofendimos. Me gustaría pedir disculpas en ese aspecto, claro que cuando haces un artículo con el corazón y con el enfoque adecuado, y más aún, no una crítica gratuita, sino una crítica constructiva, pues sí, pediría disculpas, pero no en este caso en concreto.

La culminación de la motivación.

Hace unos meses me escribió un chico de Sudamérica. El chico viene de una familia extremadamente pobre. No tiene internet en casa ni puede pagarlo. Un día entró al blog y se sintió motivado, hasta el punto, que según me comentó, intenta conseguir 1 dólar y medio todos los viernes para ir a un ciber y descargarse los artículos que enviamos por correo a los suscritos. Los imprime y se los lleva a casa para leerlos.

Por una parte me siento motivado y agradecido por la historia de este chico. Por otra parte siento tristeza (y eso no lo puedo evitar) por la situación que me describió. Y por otra parte, ahora es como si trabajara bajo presión, pues soy consciente de que no todos los días trato temas totalmente relevantes e importantes para emprendedores o inversores, incluso como ya sabéis, en ocasiones hablamos de economía española, de la crisis europea, etc.. pero siempre tengo la presión de pensar que un viernes puede ir a descargar lo que escribimos y no encontrar un contenido totalmente útil, por lo que el simple hecho de pensar que ese chico hace un esfuerzo físico y económico me crea una obligación moral.

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Mi otra motivación tiene 13 años.

Una de las primera seguidoras de nuestra página en Google + tiene 13 años (Deducimos que se les habrá pasado a Google), y sus palabras en su perfil son las siguientes:

«Apenas tengo 13 años y pienso que soy muy creativa… prepárate para cuando sea la mejor arquitecta de la historia». 

Esta chica podrá cumplir sus sueños o fracasar, pero es una mentalidad muy difícil de encontrar en alguien de 13 años. En cierto modo, el que esa chica consiga sus sueños, no sólo estará en las manos de sus padres, sino en las manos de todos aquellos que escribimos en internet, pues un sólo consejo de alguien, una sola indicación de las pautas y pasos que debe seguir, puede empujarla a conseguir su sueño, o al menos a no desmotivarla. Cuando está como seguidora de nuestra página, me imagino que será porque algo de lo que decimos le motiva, y ella probablemente no sea consciente de que son personas como ella las que a mí me motivan mucho más.

Estos detalles, estas personas es lo que por momentos hace que llegue a pensar que no a todo el mundo se le ha ido la pinza, que sigue existiendo calidad humana en cualquier rincón del planeta y que en cierto modo nosotros podemos colaborar en que miles de personas sigan por el buen camino. Así que gracias a todos, y en especial, a esas personas que aún sin quererlo, te dan algo de oxígeno por el simple hecho de ser como son, personas ante todo.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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