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Cómo afrontar una crisis financiera personal.

Una crisis financiera es algo por lo que todo el mundo ha pasado o pasará a lo largo de su vida. No es necesario que llegue una crisis global para ponernos a prueba, aunque con la actual crisis que azota nuestro país, aumentan las posibilidades de que nuestras finanzas se puedan ver perjudicadas considerablemente. Esta crisis no entiende de clase alta, media o pobre. No obstante, no todo el mundo la vivirá por igual, pues a algunas personas, esta crisis les enviará al desempleo, otros perderán parte de su rentabilidad en sus carteras de inversión y algunos empresarios verán reducidas las ventas de sus empresas.

Lo que está claro es que ante la llegada de un revés financiero, debemos actuar con cabeza. Es más, si podemos preverlo y prepararlo con tiempo, mucho mejor, ya que de esa forma, no deberás tomar decisiones improvisadas. ¿Qué podemos hacer ante un revés financiero?.
1. Evitar el pánico.
Una persona que de 45 años que ha sido despedido de su empresa sabe que lo va a tener muy difícil para encontrar un nuevo puesto de trabajo en los siguientes años. Sabe que tendrá problemas para pagar la hipoteca y otras deudas que haya adquirido. Pensar en la situación produce pánico y el pánico no te deja pensar con claridad, por lo que algunos expertos recomiendan que no tomes ninguna decisión en esos días. Tómate tu tiempo, relájate y recuerda que la situación no va a empeorar de la noche a la mañana, sino progresivamente.
Es momento de tener la mente abierta, observar no sólo los problemas, sino centrarnos en mirar nuestro entorno en busca de nuevas oportunidades. «Si no está en tus manos evitar una situación que te produce dolor, en tus manos está escoger la actitud con la que vas a afrontar esa situación» Viktor Frankl. No obstante, recuerda también que a veces la situación no es tan mala como parece a  primera vista.

2. Evita tomar medidas drásticas de inmediato.
Si una persona de repente se encuentra sin empleo, además de entrar en pánico y otras sensaciones como ira, tristeza, etc… se suelen tomar muchas medidas en forma de prevención de futuros problemas. Algunos comienzan a vender su casa, su coche… Ante este revés financiero, se debe actuar como los buenos inversores. Un inversor que ve cómo desciende el valor de sus acciones de un día para otro, antes de proceder a vender sus acciones con pérdidas, dedica algo de tiempo a analizar la situación. Algunos venden las acciones y pierden dinero, mientras otros aprovechan la bajada para comprar más barato y aumentar su rentabilidad. 
Ningún experto niega que la crisis puede ser emocionalmente devastadora, y es que lo que ayer éramos ya no es lo que somos hoy. Acéptalo y no hagas nada durante unos días o semanas. Dedica esos días a analizar tus finanzas, tus gastos mensuales, prestación por desempleo que te correspondería, tiempo que podrías cobrar esa prestación en caso de que la situación se alargara, etc…
Haz un inventario de cosas que no te sirvan y que pudieras vender. Intenta hacer dinero líquido con aquello que no te sirva. Una crisis se lleva mucho mejor con unos ahorros.
3. No pierdas el tiempo buscando culpables y acepta que la culpa es tuya.
¿Quién tuvo la culpa de la crisis? Aznar, Zapatero, Rajoy, Obama… lo cierto es que la culpa la tuvimos nosotros. Puede que los políticos y banqueros se hayan cargado la economía mundial, pero la economía personal (de tu casa) es responsabilidad tuya. Puede que te faltara algo de cultura del ahorro, algo de entendimiento en finanzas personales o algo tan básico como conocer que endeudarse no es bueno (educación financiera). No busques culpables y busca soluciones asumiendo tu parte de culpa. Una vez que conozcas que has cometido algunos errores financieros tanto en la planificación como en la ejecución, podrás aprender cómo solventar esos errores con mucha más facilidad.
4. Orgullo y precios.
Es momento de aparcar el orgullo. Si eras un ejecutivo de alto nivel en una empresa y has perdido tu trabajo, quizás debas aceptar un puesto de trabajo por debajo de tu nivel, de menor sueldo y quizás debas hacerte la idea de que no volverás a disponer de un puesto de trabajo similar (al menos en remuneración). Decir que no a algunas ofertas hoy por sentir que se está rebajando tu profesionalidad puede dar lugar a que desaparezcan esas oportunidades de trabajo que más adelante buscarás cuando la desesperación se apodere de tí.
Con respecto al nuevo precio de las cosas, en especial los inmuebles, también deberás asumir que el tener un patrimonio inmobiliario de 1 millón de euros no te servirá de mucho si los ladrillos no son comestibles. Habrás escuchado cientos de veces a personas decir que no van a vender por 200,000€ una propiedad que está valorada en más de 500,000€. Pues bien, no hablaremos de mal-vender una propiedad, aunque si quieres vender un inmueble, quizás deberás hacerte la idea de que ya no vale lo que crees que vale, pues en una crisis, el valor se calcula de una forma matemática más simple: «Un inmueble tiene el precio que un comprador considere es buen precio para comprar». Es cuestión de analizar la pérdida y beneficio que te aportaría el vender algo por debajo del valor que consideras justo. Recuerda: Dinero líquido.
5. Tiempo de oportunidades.
Existe ese antiguo dicho de que crisis es igual a oportunidades, y lo cierto es que puede ser un momento ideal para llevar adelante tus sueños. Si alguna vez pensaste en tener tu propio negocio, puede que sea hora de hacerlo. 
Ten la mente abierta, se creativo, usa tu experiencia adquirida en estos años de trabajo. Es hora de ser positivo y pensar que, si bien muchas personas se están yendo al paro, lo cierto es que otras muchas personas están incrementando su patrimonio. Muchas empresas están cerrando mientras otras se están expandiendo. Están cambiando los tiempos, y tú puedes decidir si quieres pertenecer a las estadísticas de daños colaterales de la crisis o si quieres ser parte de la solución. Se necesitan emprendedores y se pueden encontrar mercados para nuevas ideas de negocio.
6. Estar preparados.
No hay mejor solución que la prevención. Algunas personas no han notado aún la crisis y continúan tranquilos en sus puestos de trabajo. No es por ser negativo, pero se van a producir cientos de miles de despidos durante este 2012-2013. Así que tomar medidas preventivas únicamente por si acaso, te puede evitar más adelante el tomar medidas desesperadas. Pon tus finanzas al día y prepara un colchón económico por si sufrieras un revés financiero próximamente.
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A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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