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Formación de formadores

Reducción de costos, lenguaje más sencillo, trato personal entre compañeros habituales, cercanía entre monitor y alumnos… son algunas de las razones por las que grandes empresas se acostumbran a que sus propios empleados, sean los formadores, maestros, mentores del resto de sus compañeros para avances en la producción, nuevas aplicaciones o normas instaladas.

La fórmula es básica: un compañero que domina y controla con suficiente capacidad profesional una labor productiva, es el encargado de formar, enseñar y resolver las dudas al resto de los compañeros de la empresa que tienen que hacer funciones similares.

Como y para que usar el formador de formadores

Es responsabilidad de aquellas empresas con un elevado número de trabajadores en un mismo centro de trabajo o en varios lugares diferentes, que tienen procesos repetitivos o incorporan nuevas líneas de producción en su cadena organizativa. También puede utilizarse para formar en normativa y funciones básicas y sencillas.

Imaginemos que tenemos una cadena de supermercados implantados en varias ciudades y en cada localidad un número indeterminado de tiendas. En toda la cadena de alimentación vamos a implantar una normativa de cómo distribuir los alimentos y las cargas de trabajo, porque nos damos cuenta de que los clientes no localizan nuestros productos más baratos y existe unas reclamaciones de clientes que a determinadas horas, el supermercado no tiene la plantilla suficiente en cajas.

La dirección central ha tomado unas medidas que considera oportunas para ambos problemas y se las ha trasladado a sus responsables de zona (un formador ha formado a varios alumnos sobre esas técnicas) que serán responsables de implantarlas en sus respectivas tiendas de su área de liderazgo. (Esos alumnos se convertirán en formadores de sus propios compañeros en su localidad habitual de trabajo)

No es habitual este tipo de formación, cuando se trata de actividades formativas técnicas y especificas para personas en concreto, por su tipología de trabajo o casuística de su perfil laboral. El caso concreto de un responsable de recursos humanos que debe formarse en las peculiaridades de una norma laboral establecida y que solo repercute a sus funciones particulares.

El perfil del formador de formadores

Partiendo de que no se presta la misma atención a un formador cualificado y precedido de un curriculum brillante que a un compañero, que con su lenguaje coloquial, amable y utilizando las palabras del propio argot, es interesante que para esta formación específica sea un propio compañero quien la imparte.

Sufre los mismos problemas que el resto, tiene el mismo trabajo, es real con las consecuencias e idiosincrasias propias de su grupo y centro de trabajo. Debe ser una persona con capacidad de trasmitir, cercano y respetado por sus compañeros, de amplios recursos lingüísticos y conocedor de la materia.

Los alumnos se verán identificados con su compañero, trasmitirán sus inquietudes y sus propios problemas laborales con sus herramientas y el formador, desde su experiencia, comprenderá y resolverá de la mejor manera sus circunstancias, dejando para una segunda ocasión aquellas que tenga que estudiar o reformular porque no se  le hayan dado el caso, para las que invitará a una solución posterior.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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