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Cómo enfrentarse a los despidos, desde la empresa

La norma es, nunca digas “tranquilo, no pasa nada”. A partir de ahí, el despido siempre
resulta la parte más difícil de la labor de Recursos Humanos, de igual manera,
la misma sensación tiene la plantilla en los momentos en que la empresa está
tramitando esta situación. Ambas partes tienen razón y el cuidado y esmero en
la transmisión debe ser mimada y cuidada.

El ambiente generado
es complicado y difícil
, existen momentos en que se tiene miedo al correo
electrónico, a la llamada de última hora, a los métodos de comunicación de la
plantilla, porque se considera que en cualquier momento puede llegar la triste
noticia. Sobre todo, con esa tendencia actual, de hacerlo los viernes a última
hora, cuando la plantilla está empezando a sentir el descanso del fin de
semana.

El motivo, desinfectar
los sentimientos durante el fin de semana
. La plantilla regresa el lunes
con saber menos agridulce que el de salida el viernes a última hora. No ha
pasado el tiempo suficiente para digerirlo, pero si un tiempo prudencial para
que el efecto doloroso sea menor.

Tristemente se espera, que a finales de año, uno de cada
cuatro personas en activo este desempleada, lo que supone la principal preocupación del 84% de los españoles según la
última encuesta del CIS del mes de febrero. Esta situación genera problemas en
la empresa como la ansiedad sufrida por el 40% de los trabajadores.

Otros sinsabores colaterales de la medida son la desmotivación, apatía o desanimo
instalados en el día a día cotidiano de la productividad de la empresa. Por
ello es necesaria una comunicación intensa y motivadora. Ser transparentes y
animosos y explicar que las circunstancias se realizan para conseguir mejores
metas a corto y medio plazo. Comunicar también cuando acaban los despidos,
siendo prudentes a la hora no adelantar acontecimientos que luego no se pueden
cumplir.

Recuerda que ante todo son personas y como tales llenas de
sentimientos. Busca la privacidad y la comunicación individual a la hora de ser
trasmisor de malas comunicaciones. 
Seamos conscientes que ambas partes sufren, empleado y empleador, a la
hora de comunicar un despido, pero ante todo debe ser comunicado con cuidado y
con la suficiente intimidad para que el afectado pueda expresar libremente sus
sentimientos por negativos que sean. Por supuesto explica los motivos, sobre
todo, explica que no es la persona y sus cualidades el motivo del despido sino
las circunstancias que vive la empresa en el contexto económico.

No mandes a terceros hacer la labor que corresponde por
nómina. Recuerda, insisto, es persona y tu su líder. No evadas tus
responsabilidades, apóyate del departamento de Recursos Humanos, pero se el
comunicador del problema.

El después del
despido

Es una labor detallista y considerada que se preparase
documentación de los pasos a seguir por el empleado a partir de ese día:
papeleo del paro, documentación, cartas de recomendación, lecturas, consejos
sobre la búsqueda de empleo, etc.

En el momento que comunicas la noticia, el empleado no
escucha estas recomendaciones, sin embargo, después en casa necesitara saber
todo aquello que desconoce sobre su nueva situación. Al menos dedicará una
sonrisa de agradecimiento por la ayuda que esa documentación ofrece.

Ahora es el momento de sus compañeros y red de contactos
para buscar y ayudarle a poner en circulación por aquellas empresas que
conocemos y nuestro compañero puede serles de utilidad, aconsejándole presente
su demanda de empleo y siendo nexo común entre ambas partes.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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