Según recoge el diario Expansión, el BCE piensa comprar bonos españoles a instituciones financieras y otros inversores. Así lo anunciaba hoy mismo el diario alemán Süddeutsche Zeitung. Hasta ahora todo eran palabras para intentar relajar a unos especuladores que se estaban cebando con las dudas de España y se necesitaban hechos concretos más que palabras.
Con esta intervención del BCE, se aumentará la demanda en la compra de bonos produciendo una bajada de los tipos de interés que España estaba pagando por financiarse. El BCE actuará en nombre del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) con el respaldo de los países miembros de la eurozona, aunque el Bundesbank alemán sigue sin estar de acuerdo en esta intervención del BCE.
Alemania ha visto las «orejas al lobo».
Angela Merkel ha podido observar esta semana que el ataque no era contra España únicamente, ya que los especuladores están atacando a toda la zona euro. Alemania ya ha sufrido el ataque a su sistema financiero con una rebaja del rating por parte de las Agencias de Calificación, por lo que ha debido darse cuenta de que en cuanto tumben a España, el euro perdería credibilidad y pasarían a las siguientes víctimas sin descartar la economía más (supuestamente) saneada de toda la Unión Europea, Alemania.
España iba a ser rescatada en su totalidad.
Aunque en el comunicado que dio el Viernes la Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dijera que el rescate a España ni se estaba estudiando ni era una opción, lo cierto es que se filtró información sobre algunas de las reuniones España-Alemania, donde se asegura que el rescate soberano español ha estado sobre la mesa de negociación durante toda la semana, por valor de 300.000 millones de euros, por lo que ha sido estudiado y durante algunos días, sin la intervención del BCE, era la única opción.
Finalmente, tanto el Gobierno español como el resto de la Unión Europea han debido entender que España es la cuarta economía de la eurozona y que por tanto, su rescate, además de caro, hubiese producido el efecto contagio.
La compra de bonos del BCE es el último cartucho.
No habrá más oportunidades de salvar España y/o la Unión Europea. Si la compra de deuda española no acaba con el ataque especulador y España sigue destruyendo empleo, el fantasma del rescate volverá a aparecer, pues a día de hoy sigue sin descartarse la posibilidad de que nuestro país, finalmente necesite un rescate blando si la relajación de la prima de riesgo no se acompaña con un crecimiento de nuestra economía.
Aún así, esta semana se ha enviado un mensaje muy claro, y es que se va a intentar salvar al euro con todos los medios que estén al alcance, por lo que si alguien estaba apostando contra Europa, a corto plazo perderá.
Ahora únicamente queda revisar si realmente las medidas adoptadas recientemente por el Gobierno, son las más adecuadas para crecer, ya que la mayoría de los expertos consideran que la subida del IVA no servirá absolutamente de nada en cuanto a la reducción del déficit, sino que provocará un aumento considerable de la economía sumergida. Recordemos: «Para crecer no hay que subir impuestos, hay que bajarlos»