Ir contra corriente, ser el responsable de las normas, decir no a las vacaciones y a las subidas de sueldo, son algunas de las lacras de un jefe de personal, probablemente, el empleado de la empresa que peor caiga a sus compañeros. Su función es mirar por la empresa, en contra de sus propios intereses y los de sus compañeros.
Tiene la bonita labor de contratar y dar nuevas oportunidades. Tiene la cara negativa en los despidos y sanciones disciplinarios. Es la persona que gestiona el primer activo de las empresas: sus trabajadores. Su labor es tan atractiva como despreciada, porque juega con los intereses personales y profesionales de sus compañeros, que no le ven como uno más, sino como el “malo de la película”.
Lo bueno
Es el ejemplo de un buen líder. Sus normas y sus funciones tienen que tener la tarea obligatoria de motivar y evitar desmotivaciones por objetivos profesionales.
Su meta y objetivo tiene que ser conseguir una plantilla adaptada y competitiva en sus puestos de trabajo. Para ello gestionara correctamente las definiciones de puestos de trabajo, la relación entre puesto y empleado, sin olvidar las políticas retributivas en función de las tareas desempeñadas por cada empleado.
Buscar políticas de reconocimiento profesional, generando sistemas u oposiciones que permitan el crecimiento profesional de sus empleados en sus funciones. Permitirá la fidelización de sus empleados y la motivación de los mismos por superarse. Acompañado de unos beneficios sociales proporcionales a la empresa, los empleados tendrán la sensación de pertenencia a una organización y su comportamiento profesional estará derivado a conseguir los mejores resultados.
Generar un clima laboral satisfactorio entre todos, evitando injusticias y malas prácticas cuyo éxito redundará en una mejor productividad y compañerismo entre unos y otros. La buena comunicación interna son medidas que apoyan y ayudan a generar un clima laboral satisfactorio.
Lo malo
Ajustar el volumen de trabajo a las personas contratadas, evitar subida de costes empresariales congelando las subidas salariales son algunas de sus responsabilidades que generan enemistades y conflictos, por un lado, porque todos deseamos subidas salariales y, por otro lado, los departamentos buscan que les amplíen la plantilla buscando una vida laboral más cómoda.
Establecer criterios claros para aplicar en caso de conflictos laborales o sanciones disciplinarias, siendo transparente con los empleados afectados y estableciendo unas pautas de comportamiento para cada situación planteada.
Compartir medidas negativas, con otras que puedan mermar las sensaciones pesimistas en la plantilla de las medidas contrarias a los intereses de sus profesionales.
Buscar las mejores soluciones en caso de que la empresa tenga que hacer una restructuración de plantilla, promoviendo las medidas menos traumáticas posibles.
Debe ser el primer ejemplo práctico de aquellas medidas negativas que quiere implantar en la empresa
