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Protección de Activos Offshore: Otros lo llaman dinero oculto o evasión de impuestos.

Bobby Casey es el Director Gerente (podría ser el dueño) de una empresa llamada Global Wealth Protection (Protección Patrimonial Global), el cual conoce a Adam Wolf (que podría ser o no ser su nombre real), Director de Operaciones de esta empresa y especializado en asesorar a empresarios y millonarios sobre cómo ocultar sus activos y hacer desaparecer gran cantidad de dinero. Ese es su negocio, que por cierto es un negocio rentable en toda regla, ya que les llegan clientes de todo el mundo, incluidas probablemente algunas empresas cotizadas en bolsa.

El negocio, así como la protección de activos offshore, según estos emprendedores es totalmente legal. Otra cuestión sería si esta práctica es moral. La empresa no nace con la idea de evadir impuestos, aunque probablemente, últimamente sea lo más solicitado. En una entrevista que el mismo Bobby Casey concedió a una cadena de radio estadounidense, comentó que él dividía a los estadounidenses en dos clases de personas: Las personas con dinero y las personas que quieren quitarles el dinero.
La única imagen disponible de Adam Wolf, con casco y gafas de sol.
Dentro de los que quieren quitarle el dinero a los millonarios, se encuentran personas que abren litigios sin fundamento contra empresas y empresarios. Afirma Bobby Casey que en Estados Unidos, si se tiene un buen abogado sin escrúpulos, cualquier persona puede abrir una demanda contra una empresa o empresario y «dejarle seco», por lo que ante una demanda de este tipo, su empresa consigue hacer «como por arte de magia» que los bienes de esa persona desaparezcan así como el dinero.
Puso un ejemplo concreto, y es que si eres un propietario de un edificio y estás preocupado porque un inquilino dice que ha resbalado en las escaleras y va a demandarte, esta empresa pone el edificio en una entidad legal a un fideicomiso. Esa es la primera traba que encuentra el abogado que quiere demandarte. Una vez encontrada, debe pedir una orden judicial para obtener el documento del fideicomiso. Ahí encuentra la segunda capa de su fortaleza financiera, y es que la propiedad no está a nombre del demandado. La compañía podría estar en Delaware y sería difícil de encontrar al no tener el nombre que se le atribuye.
Del mismo modo se puede esconder el dinero creando una sociedad ficticia en la Isla Caribeña de Nevis con una cuenta bancaria abierta en Letonia, por lo que si un abogado quiere penetrar en tu «fortaleza financiera», primero debe volar a Nevis, y en el improbable caso de que encontrara lo que está buscando (la sociedad ficticia) debería viajar a Letonia. Una vez allí, volvería con las manos vacías.
Uno de los servicios más solicitados, según comenta Bobby Casey es la protección ante caza-fortunas, pues si eres un millonario de 89 años y una jovencita de 22 años se enamora perdidamente de tí hasta contraer matrimonio, ante la duda de si es amor auténtico o interés económico, hay que proceder a ocultar las riquezas ante un posible divorcio anticipado.
Ahí es donde entraría el debate moral, y es que muchas personas abrirán demandas justificadas contra grandes corporaciones o pequeños empresarios que han cometido irregularidades, por lo que esta empresa evitaría que el pequeño consiga lo que legalmente le pertenece, claro que para Bobby Casey, esto no sería exactamente así.
El señor Casey ve dos parásitos claros en esta sociedad para la gente con dinero. Uno de ellos es el que prefiere demandar antes que trabajar, una práctica que asegura es muy común en Estados Unidos, así como la de caza-fortunas, y el otro parásito es el Gobierno.
Casey defiende a los empresarios que tan duro han trabajado durante años sin que nadie les ayudara a pagar sus deudas cuando no podían hacerlo, y una vez han conseguido ganar 100 millones de dólares anuales, es cuando el Gobierno quiere un 25% de esos beneficios. Es decir, firmar un cheque por valor de 25 millones.
Casey dice que ha preguntado a Demócratas y Republicanos, Anarquistas y Conservadores, Izquierda, Derecha y Centro. Todos coinciden en que si el pago de impuestos fuera voluntario, nadie los pagaría, y si la gente los paga es porque podrían ir a la cárcel de no hacerlo. A eso él lo llama extorsión y robo por parte del Gobierno. Es por eso que la empresa que dirigen Casey y Wolf se encarga de que el el robo sea menor al minimizar los activos sobre los que hay que extorsionar.
Esta es la mentalidad y pensamiento de Bobby Casey, el cual parte de la base de que muchos no estarán de acuerdo, cosa que él asegura que quien no esté de acuerdo es porque nunca ha tenido que «regalar» 25 millones en impuestos, ya que pobre o rico, 25 millones son 25 millones y hay que trabajar muy duro para ello.
Para Bobby Casey, no hay dinero oculto, sino activos protegidos. Una cosa está clara, y es que han conseguido crear un negocio de asesoramiento VIP en temas de finanzas para un tipo de cliente muy selecto.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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