Muchas personas desearían convertirse en emprendedores por los motivos equivocados y en cierto modo, esos son los motivos que probablemente nos hagan fracasar. ¿Por qué quieres ser empresario?.
Si hacemos esta pregunta, muchos nos responderían que desean ser empresarios para ganar más dinero, para ser ricos, claro que en un panorama como el actual, también es cierto que algunos no es que quieran ser empresarios, sino que no tienen más remedio ante la falta de trabajo. Otros quieren ser empresarios para no tener que soportar a «jefes capullos» ni trabajar para nadie. Claro que si todos fuéramos empresarios y nadie quisiera trabajar para nadie, no existirían las empresas. Toda empresa necesita trabajadores cualificados y profesionales y a ser posible trabajadores que no piensen que su jefe es un capullo.
Si preguntamos a un bailarín por qué quiere ser bailarín profesional, éste nos dirá que lo hace porque le gusta bailar. El cantante mexicano Luis Miguel respondió en una rueda de prensa que él quiere ser cantante porque su pasión es cantar y su público. Vive para su público.
Cuántos de nosotros (emprendedores o futuros empresarios) diríamos que queremos ser empresarios para cambiar el mundo con nuestro producto, mejorar la vida de nuestros clientes, crear empleo, generar riqueza a un pueblo, ciudad o país. Ese es el verdadero empresario, y por regla general, cuando alguien se convierte en empresario por estos motivos y hace un buen trabajo, el dinero viene sólo.
En la mayoría de casos, cuando alguien se hace empresario únicamente para ganar dinero, el empresario suele abandonar o venirse abajo ante las primeras dificultades. En otros casos, si te mueve sólo el dinero, en cuanto tienes oportunidad, cruzas la línea. En España tenemos cientos de casos de empresarios que, más que empresarios parecían mafiosos.
Resumiendo: podríamos decir que si en algún momento tienes pensado emprender tu propio negocio, asegúrate de que te mueve algo más que el dinero o la necesidad, ya que de no ser así, tarde o temprano acabará cansándote esta profesión menos estable que un trabajo, con un sueldo desconocido e incierto y cargada de problemas de gestión, iliquidez puntual, etc…
Asegúrate de que, cuando alguien te pregunte por qué quieres ser empresario, tengas una respuesta que muestre algo de pasión e ilusión por algo más que el dinero.
Paulo Coelho definía perfectamente lo que es un emprendedor, ya que para él, el emprendedor parte de la premisa de mejorar aquello que no le gusta y que sabe que si quiere cambiarlo, deberá hacerlo él mismo. Un caso de empresario ideal sería el de Jhon Crowley, el emprendedor con 2 hijos enfermos que no tuvo más remedio que crear su propia compañía para sacar al mercado la solución a la enfermedad de sus hijos ante la pasividad de las farmacéuticas.