8 preguntas que predicen tu éxito y el de las personas que contratas.

Predecir el éxito de una persona a través de algunas preguntas puede resultar un tanto utópico. A raíz de la charla de la psicóloga Angela Lee Duckworth, la cual decía que el éxito no dependía del coeficiente intelectual, sino de las agallas y la autodisciplina, la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania continuó estudiando qué otras habilidades o «cosas» estaban implicadas en miles de personas de éxito en todos los campos, sectores y profesiones.

Uno de los factores que casualmente se encuentra en todas las personas de éxito, además de la valentía (agallas) y la autodisciplina, sería la capacidad de recuperarse y aprender de los fracasos y decepciones.

8 preguntas que predicen tu éxito y el de las personas que contratas

Todos vamos a tener fracasos y muchos de esos fracasos nos pondrán de rodillas, pero la diferencia entre los que se levantan para continuar luchando y los que permanecen de rodillas, es lo que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso

Claro que esta cualidad o habilidad es muy difícil de ver en una persona que vamos a contratar, ya que es difícil verla incluso en nosotros mismos. Es por eso que Wharton publicó en su web 8 preguntas que debes hacerte a tí mismo y que deberías hacer a un trabajador que quieras incorporar en tu equipo para un puesto de dirección. Si eres capaz de responder honestamente a estas preguntas, estarás más cerca de poder corregir aquellos supuestos defectos, porque a pesar de lo que algunos piensan, incluso una persona miedosa puede llegar a ser valiente y enfocarse en un objetivo en el momento que sabe que debe cambiar en ese aspecto.

Si para tener éxito tanto en los negocios como en tu carrera profesional habría que sumar una serie de cualidades y pautas, para el fracaso únicamente necesitamos un «condimento». Este condimento, en ocasiones, suele ser el no tener un objetivo, no enfocarse en una meta concreta o abandonar y/o cambiar constantemente nuestras metas.

Probablemente hayáis visto en más de una ocasión a esas personas que un día dicen que quieren ser funcionarios, al día siguiente bailarines, ahora quiero montar un negocio (pero no sé de qué) y la semana que viene quieren ser domadores de leones. Si no tienes un objetivo, es raro que alcances algún objetivo.

«No tener un plan es igual que planificar el fracaso»

Sin más preámbulos, éstas serían las 8 preguntas que vas a tener que responder por escalas en la web de Wharton, y que finalmente te va a dar una puntuación (porcentaje). Nunca hago caso de las puntuaciones, pero lo cierto es que las preguntas son muy interesantes para conocernos a nosotros mismos:

1. Las nuevas ideas y proyectos a veces me distraen de las anteriores.

2. Los contratiempos no me desaniman.

3. He estado obsesionado con cierta idea o proyecto durante un tiempo, pero más tarde, perdí el interés.

4. Trabajo duro, soy un trabajador duro.

5. A menudo me he puesto metas, pero más tarde opté por seguir otra meta diferente.

6. Tengo dificultades para mantener mi enfoque en proyectos que sólo tienen unos pocos meses.

7. Siempre termino lo que empiezo.

8. Soy diligente (cuidadoso, con interés, activo…)

(Puedes hacer el test haciendo click aquí)

Estoy seguro de que la mayoría de las personas, si responden sinceramente a estas cuestiones, les va a salir un test verdaderamente decepcionante. Pero en ese desastroso resultado tienes las respuestas de por qué no has logrado tus metas ni alcanzado un objetivo.

Una vez tienes las respuestas, ya sabes qué es lo que debes cambiar. Podríamos resumir todo el test en:

«Para tener éxito hay que enfocarse en un objetivo, no cambiar ese objetivo constantemente y no distraerse, así como ser constante, persistente y sobre todo tenaz.»

Ahora es cuando muchos se preguntan el cómo puedes lograrlo y cómo puedes cambiar ciertos aspectos de tu personalidad para hacerte más fuerte ante la adversidad, más enfocado, etc… y todo ello lo vamos a tratar en un posterior artículo par ano hacer demasiado extenso éste.

De interés para tí:

Ver también: Mis 3 entrevistas de trabajo más surrealistas.