Suele decir Warren Buffett que todos tenemos las mismas oportunidades en la vida siempre y cuando no hayas nacido en un país como Somalia o el Cuerno de África. Él dice que si has nacido en Estados Unidos, tienes las mismas oportunidades que el resto de estadounidenses; lo cual es aplicable para la mayoría de países donde no debemos luchar cada día por nuestra vida en el sentido literal.
Pero nos quejamos de toda una serie de circunstancias y nos olvidamos que en realidad somos verdaderamente afortunados por tener lo poco o mucho que tengamos; independientemente de aquello que poseamos y de nuestra situación actual, somos verdaderamente afortunados a los ojos de millones de personas. Por tanto, aquí van 11 cosas que por las que debes estar agradecido y que son todo lo necesario para tener un buen punto de partida en tu vida, en tus objetivos y en tu felicidad.
1. Estás vivo.
Apreciar el simple hecho de estar vivo es algo que nunca hay que olvidar, pues no todo el mundo puede decir ésto. Muchas personas, algunos familiares, algunos conocidos e incluso desconocidos, no pueden apreciar la vida; algunos abandonaron este mundo debido a un accidente, a las guerras, otros a una enfermedad… La vida es el mejor regalo que tienes, y es una lástima que la suframos en lugar de vivirla. Cada día es un regalo, y es el mayor regalo con el que debes estar agradecido.
2. No vas a acostarte sin cenar esta noche.
Creo que todo el que esté leyendo este artículo, no se irá a la cama sin cenar, independientemente de que pueda permitirse o no ciertos lujos o tenga problemas para hacer frente a sus pagos a fin de mes. En ciertos países, muchos padres se acuestan sin cenar porque la poca comida que tienen, prefieren dársela a sus hijos. En algunos casos, la situación es aún más extrema, donde padres e hijos no pueden decir que pueden comer todos los días.
3. Tienes acceso al agua potable.
Hemos dado por hecho que el agua potable es un derecho. Pero la realidad es que el agua es un lujo que hoy día millones de personas no se pueden permitir. En algunos países, los más afortunados únicamente deben hacer algunos kilómetros para cargar con vasijas de agua, que no es ni siquiera del todo potable, pero para ellos es lo que hay.
4. No temes por tu vida.
En un país desarrollado, la probabilidad de que mañana amanezcas vivo es de un 99,9999%, así como la probabilidad de que nuestros hijos se conviertan en padres es altísima. No todos los habitantes de este planeta tienen esa suerte. Existen países donde la probabilidad de que un recién nacido alcance los 5 años de edad es de sólo un 20%, mientras que la esperanza de vida de una persona es de unos 14 años. No todas las personas que se van a dormir, vuelven a ver a sus familiares a la mañana siguiente; cada noche puede ser la última.
5. Conoces a alguien que te ama.
Padres, hijos, hermanos, primos, amigos… si miras a tu entorno, debe ser verdaderamente difícil no encontrar a una persona a la que le importemos. Y eso, ya debe ser un motivo de agradecimiento en sí mismo.
6. Tienes ropa y calzado para ponerte.
Mejor o peor, para ti, el estar vestido y llevar calzado es algo de lo más común, mientras que en otros lugares, la ropa es un lujo que no se pueden permitir.
7. Tienes acceso a la atención médica.
Incluso hoy día, en muchos países aún no tienen medios para tratar una simple gripe, y una persona puede morir por algo tan común como una infección de muelas o apendicitis. Los servicios sanitarios, de mayor o menor calidad es algo que nosotros tenemos, y que otra mucha gente no se puede permitir.
8. Tienes acceso a Internet.
Internet es un lujo que aún falta en muchos países, donde sus habitantes no pueden acceder a toda la información a la que tú puedes acceder. No pueden adquirir nuevos conocimientos, y por tanto, limitan sus oportunidades en la vida. Agradece el tener una conexión a internet y aprovéchalo adecuadamente, pues ojalá muchas personas pudieran tener esta oportunidad que a ti se te está brindando y que en ocasiones no empleas de forma productiva.
9. Puedes/sabes leer.
Aunque hemos dado por hecho que todo el mundo sabe leer, lo cierto es que una parte importante de la población no sabe leer; sobre todo si eres una mujer, en muchos países se te niega ese derecho, pues la lectura es cosa de hombres, y para la vida de servidumbre que tienen pensada para una chica, la lectura únicamente la haría más culta, y eso es contraproducente. Del mismo modo enviamos a algunas ONGs para enseñar a leer y educar a los niños, pero aquellos afortunados que no acaban muertos por alguna enfermedad o conflicto, rara vez podrán adquirir algunos libros a los que tú tienes acceso con un solo clic.
10. Eres libre.
La libertad es un bien muy preciado con el que no todo el mundo tiene la oportunidad de nacer. Tú eres libre para viajar, para amar, para tomar tus propias decisiones y para pensar y actuar.
11. Y la más importante: la libertad de cambiar.
Si a ti no te gusta tu vida, puedes cambiarla. Si no te gusta donde vives, puedes cambiar de lugar. Nacer en ciertos países es nacer con una sentencia de muerte cuyo único objetivo en la vida es sobrevivir a otro día más.
Algunos se dejan la vida atravesando los mares en pateras a riesgo de morir, con la esperanza de cambiar su situación, otros saltan las alambradas que en los países desarrollados levantamos para que no pasen; para que mueran en su país.
Eres afortunado, pues el país donde vives paga a personas para que levanten esas fronteras e impidan el paso a estos otros seres humanos que quieren un pedacito de tus privilegios. El simple hecho de no tener la necesidad de saltar la valla, ya es motivo de agradecimiento. El simple hecho de no emprender un viaje a vida o muerte con toda tu familia a bordo, ya es un privilegio.
Realmente somos muy afortunados, pues tenemos todo lo necesario para avanzar y prosperar en la vida, pero por desgracia, en ocasiones desperdiciamos parte de nuestro tiempo quejándonos por los famosos «si tuviera…. haría…», cuando millones de personas matarían literalmente por tener algunas de nuestras comodidades.
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