EstrategiaTodo

Formas de fabricar tu propia suerte y alejar la mala suerte.

A menudo se habla de la suerte como parte esencial del éxito en la vida. Aquellos que me conocen saben que yo no creo en la buena suerte, pero sí en la mala suerte. Es decir, si no te esfuerzas por ser el mejor en algo, si no te preparas adecuadamente y desarrollas ciertas habilidades, es poco probable que la buena suerte venga a buscarte al sofá de tu casa mientras estás jugando a los videojuegos. Pero por el contrario, también es cierto que puedes esforzarte y prepararte, y ser víctima de la mala suerte.

No obstante, finalmente es estadística y probabilidad. El esfuerzo y preparación, el siempre estar preparado, pondrá las probabilidades a tu favor, definiendo la buena suerte como la ausencia de mala suerte.

Ya hablamos de la teoría de Richard Wiseman, el cual estaba completamente seguro de que la suerte era una habilidad en sí misma que cualquiera puede adquirir y aprender, y lo demostró a través de un experimento.

Finalmente, hay formas de colocar la balanza de la buena suerte a nuestro favor, y no tendría que ver absolutamente nada con el azar.

1. Debes estar siempre preparado.

Algunas madres le dicen a sus hijas: «hija, lleva siempre la ropa interior limpia, pues nunca sabes lo que puede pasar». Y es un gran consejo, del mismo modo que un vendedor profesional suele ser mejor vendedor cuando tiene claro que siempre está vendiendo, aunque no esté trabajando.

En primer lugar, debemos tener los ojos y los oídos siempre abiertos, pues al igual que en las relaciones sentimentales, las personas especiales llegan cuando no las estás buscando, en el aspecto profesional, las grandes oportunidades pueden llegar de imprevisto. Si te coge desprevenido, no habrás aprovechado el «golpe de suerte», y más adelante diremos «que hemos tenido mala suerte».

Ver también:  Democracia Vs Libertad al libre comercio. La otra cara del 15M.

2. Debes comportarte correctamente en todo momento.

Ya sé que se vende que lo que haga cada uno en su tiempo libre no tiene nada que ver con su profesionalidad. Pero eso no es cierto, pues la mayoría de las personas que conozco en el mundo profesional, piensan como yo.

Si te comportas como un gilipollas en una discoteca, lo más probable es que seas un gilipollas en la empresa y en tu vida cotidiana. Si te veo metiéndote cocaína en un servicio de un pub, lo siento, pero tú no vas a trabajar conmigo ni cerca de mí, siempre que yo pueda evitarlo. Y si pierdes públicamente los papeles debido a un exceso de alcohol, no eres el tipo de persona de la que yo me fiaría para darte responsabilidad. Es decir, para mí, un lunes eres lo que fuiste el fin de semana pero intentando disimular lo que realmente eres [ Inserta adjetivo aquí…]

Podríamos trasladar todo ésto hoy día al mundo de las redes sociales, y es que lo que dices y lo que haces en las redes sociales, muestra tu imagen digital, y por tanto, hoy día, tu imagen personal.

Digamos que el paso cero para fabricar más suerte, trataría de no perder «puntos» antes de habértelos ganado. Nunca sabes quién te está viendo, ni en qué otro momento o lugar te encontrarás a una persona a la que no has tratado correctamente. No sabes de quién es familia una persona con la que has sido descortés.

Que nadie nunca tenga un motivo para hablar mal de ti. Que allá donde vayas dejes un impacto positivo en la gente. Eso no te garantiza buena suerte, pero tampoco te coloca en la mira de la mala suerte.

Ver también:  Banc de Binary y los peligros de abrir una cuenta para operar en opciones binarias.

3. Pregunta siempre.

Muchas personas están tan obsesionadas por hablar de uno mismo que se olvidan de interesarse por el resto. Se pierden muchas oportunidades simplemente por no preguntar a las personas que conocemos en cualquier lugar.

Puedes conocer a un/a desconocido/a y que esa persona pudiera darte excelentes ideas para tu proyecto, o que pudiera ser una posible pieza importante para tu negocio, incluso un potencial cliente. Pero si no sabes a qué se dedica esa persona, qué hace, cuáles son sus aspiraciones, nunca lo sabrás.

Del mismo modo, en cualquier campo siempre partimos con un NO, tanto si se trata de obtener un descuento en un precio, como si se trata de solicitar una colaboración con una empresa. Si no preguntas, no sabrás si podrías haber obtenido un sí.

Recuerda, que tanto si hablamos de ventas, de negociación o de éxito en general, éste suele venir más de escuchar que de hablar. Y cuando el interés por saber lo que hacen las personas es real, entonces, éso ya es «la leche».


4. Sé agradecido y muestra gratitud.

Es sorprendente la de puertas que te puedes abrir con sólo decir «Gracias». Y no estoy hablando de cosmos, de universo o de energía cuántica, sino de cómo las personas ven a un tipo agradecido por el tiempo dedicado, por la conversación, por el rato….

Si me detengo a pensar, soy consciente de lo mucho que algunas personas me han aportado en momentos puntuales, y probablemente ellas no sean conscientes de ese aporte. No serán conscientes si yo no se lo digo y agradezco.

Desde una persona que conoces en un momento de estado anímico bajo, hasta un viejo mentor cuyos consejos aplicados 10 años más tarde, han conseguido mejorar tu carrera profesional. No envíes Whatsapp, no les des las gracias por Facebook… descuelga el teléfono o, aún mejor, ve a ver a esas personas cara a cara para decirles Gracias.

Ver también:  EN QUE INVERTIR EN 2010, IDEAS Y CONSEJOS DE LOS INVERSORES EXPERTOS

5. Finalmente, desarrollar las habilidades sociales es la mejor forma de fabricar suerte.

Las habilidades sociales probablemente sea el mayor condimento para el éxito que existe, y que por algún motivo, se está infravalorando. No se trata de lo que sabes, sino de a quién conoces. Y ésto no es el famoso enchufe. Sencillamente son habilidades sociales.

Ya vimos en nuestro anterior artículo la regla del 50 – 30 – 20 , donde el trabajo duro únicamente representaría el 20% del éxito, mientras que las habilidades sociales serían el 50%.

Pero las habilidades sociales no consiste en ser el típico coñazo que habla con todo el mundo ni el pelota de turno que obliga a sus jefes a tomarse una copa con ellos. Más bien, consiste en meterte a la gente el el bolsillo, y para ello, al igual que en otros aspectos, hay personas que eso lo tienen tan cultivado, que ya es su sello de identidad.

Y estas personas, está claro que siempre tendrán más suerte que el resto, ya que contarán con más apoyo de un número más amplio de personas. Porque la suerte también trata de rodearse de otras personas «afortunadas».

Salvando estos puntos, el resto ya os lo podéis imaginar: trabajar más duro y de forma más inteligente que el resto, no darse por vencidos cuando los golpes nos comiencen a llegar, insistir, persistir, insistir e insistir, hasta el punto de convertir el resultado positivo en inevitable.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.