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Ya nadie va a tener nuevas ideas de negocio. Hay que cambiar la forma de pensar y adaptar las antiguas a los nuevos tiempos.

Cuando hago un artículo hablando de ideas de negocio, siempre insisto en que hagas uso de tu capacidad de innovación. Veremos algunas personas decir que la venta de comida para bebés no es rentable, pero aparece una empresa como Big Dipper y te demuestra cómo se pueden facturar millones en ese negocio. La idea no es buena o mala, lo que es bueno o malo es tu capacidad para adaptarla, y la ejecución.

Entrenadores personales y profesores de protocolo que no son capaces de vivir de esta profesión, mientras que otros facturan más de 4.000€ al mes. ¿La idea es mala? Puede que algo complicada.
Escritores que venden más de un millón de copias, mientras que otros pierden tiempo y dinero, y son los que dicen que la gente ya no compra libros. Lo siento, la gente ahora selecciona mejor los libros que compra.

Pero a veces hay que romper con el pensamiento arraigado y comenzar a pensar de otra forma. Independientemente del negocio que decidas emprender, olvida por un momento tu producto o servicio. Céntrate en la necesidad subyacente. Me explico.
Cuando en una charla digo que el servicio que Google ofrece ya existía incluso antes de la existencia de internet, muchas personas se echan las manos a la cabeza o piensan que se me ha ido la pinza. Pero… por supuesto que existía. Se le llamaban bibliotecas.
Si le hubiéramos preguntado a un bibliotecario cómo mejorar ese servicio y ganar más dinero con el abastecimiento de la información, éste hubiera buscado toda una serie de ideas de negocio para llegar a la conclusión de que no habría forma de hacer un gran negocio de ello. Pero varias personas que no eran de letras, sino de ciencias, no pensaron como bibliotecarios, sino como mentes científicas, usando los medios que tenían al alcance (Internet y millones de webs con información), entrando en un sector que no era rentable (los buscadores en internet) e hicieron de Google una de las empresas más rentables de la historia.
Lo mismo ocurrió cuando alguien inventó la bombilla (llamémosle Thomas Edison). No tuvo una idea de negocio nueva si nos fijamos en la necesidad subyacente del usuario: la necesidad de luz. 
Ya existían las velas, por lo que innovar para un fabricante de velas era hacerlas con sistemas de menos consumo y fabricar superficies para que la llama se conservara en el interior. Pero alguien no pensó como fabricante de velas, y apareció la bombilla.
Y podría seguir con todo invento que viene de una necesidad subyacente, incluso hasta los teléfonos, que fueron la innovación de la idea originaria de las señales de humo, las palomas mensajeras, el correo o los códigos morse.
Las ideas no son rentables, tú eres o no eres rentable como emprendedor y pensador.
Cualquier idea que se ha expuesto en Negocios1000, se ha hecho en base a, al menos, un emprendedor que ha creado un negocio rentable con ella. Por tanto, por muy absurda que sea, alguien buscó la forma de ganar grandes sumas de dinero con ella.
¿Hay algo más absurdo que vender camisetas con un simple mensaje de «la vida es bella»? Pues dos emprendedores acabaron facturando más de 100 millones de dólares con esta idea absurda. Hay toda una serie de ideas absurdas que han dejado claro que con creatividad, se puede lograr cualquier cosa incluso en un mercado altamente explotado.
Es por eso que cuando algún «listillo» criticón dice: «esas ideas son una mierda», o «en mi barrio han cerrado muchos emprendedores con esas ideas que expones» me viene a la cabeza una frase: «La inteligencia es un proceso cíclico, en el que cuando te pasas de listo, comienzas a ser tonto otra vez».
Que haya cerrado un restaurante o 100 restaurantes, no significa que los restaurantes no sean rentables, y cuanta más creatividad le des a un restaurante, mucho mejor.
Ver también:  Condicionarnos para el éxito o el fracaso: Indefensión aprendida y efecto pigmalión. Vídeo.
Recientemente, tras un error de expresión propio, en un artículo sobre ideas de negocio, tuvimos un pequeño encontronazo con algunos músicos españoles. Y ellos llevaban razón en su crítica (no nos vamos a quitar culpa en ello), pero tras hablar más detenidamente con algunos, sí que pude ver cómo siguen teniendo un pensamiento distorsionado, fuera ya del motivo de discusión, en el que aclaro que por supuesto que un músico debe cobrar por su trabajo. Me vino bien ese pequeño tropiezo.
Me hizo pensar en unos pequeños apuntes: ¿Eres músico por pasión y te lo tomas como un hobby, o quieres vivir de la música?
Si te tomas la música como un hobby, perfecto, sigue pensando en la música.
 Pero si quieres vivir de la música, ya estamos hablando de negocios, no de música. Y ya entran temas de marketing, sinergias, creatividad para ganar dinero, imagen, e incluso ventas y negociación, así como la creación de productos paralelos. Sí, tienes que tener mente emprendedora.
Cuando la industria musical estaba entrando en declive por culpa de las nuevas tecnologías que fomentaban las descargas ilegales, fue Steve Jobs (APPLE), el que reunió a las productoras musicales, muy reacias en un principio a acceder a la idea de Jobs, pero finalmente, la creación de Jobs, iTunes, y otras similares, son las que en cierto modo han salvado los ingresos de las casas discográficas y le han proporcionado un balón de oxígeno económico a los cantantes.
Es decir, en cierto modo, muchos cantantes y grupos se han salvado gracias a una aplicación de una empresa que no estaba dentro del negocio de la música, porque Jobs no pensaba como músico, sino como empresario.
Y para la industria del cine, la solución probablemente provenga de empresas como NetFlix.
Y ocurre igual en cada profesión.
El hecho de que tengas un grupo de música, te hayas comprado una guitarra y una batería, no te convierte en un buen músico ni te garantiza el éxito, de la misma forma que el hecho de que yo me compre unos guantes de boxeo no me convierte en un boxeador profesional. 
No importa a lo que te dediques. El mundo está cambiando, y la forma de hacer negocios también. El 80% de los grupos musicales nunca podrá vivir de la música, porque no hablamos de música, sino de negocios. Y si a partir de ahora quieres sobrevivir como músico, estás obligado a no pensar como músico, deberás comenzar a pensar como emprendedor. De una cosa estoy seguro, y es que muchos buenos músicos fracasarán mientras muchos malos músicos tendrán éxito. ¿Por qué? porque cuando hablamos de negocios, ya sabemos que no todo depende de la calidad del producto, sino de todo el trabajo que hay detrás para presentar el producto y de la creación de una percepción del producto ante el usuario.
¿Podrían ir pensando muchos de estos grupos musicales en la forma de crear negocios paralelos a su pasión, y que al mismo tiempo, promocionen su música, o que sea su música la que promocione la venta de esos otros productos? Me atrevería a decir que sí. Cuestión de poner a trabajar la «caja mental».
Y acabo con las palabras que un viejo mentor de dijo una vez.
Cualquier negocio es rentable, si sabes adaptarlo y enfocarlo adecuadamente. Pero no todos los productos son rentables. Cuando tu pasión no te da dinero para vivir, no es negocio, es hobby. Cuando tu hobby te da dinero para vivir, se convierte en un negocio, aunque no siempre el dinero viene directamente de tu hobby, sino de otros productos o servicios asociados a tu pasión, que son los que hacen que dicho negocio sea rentable, y que puedas seguir dedicándote a tu pasión.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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