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Los secretos de la Inversión en bolsa.

¿Cuáles son los secretos mejor guardados de la inversión en bolsa?

El titular de este artículo puede sonar algo sensacionalista. Lo es. Pero la búsqueda de esos secretos de la inversión en bolsa que conocen los grandes millonarios, dan lugar a cientos de artículos del tipo «lo que ellos no quieren que sepas«, y lo cierto es que en la inversión, creo que ya sabemos todo lo que hay que saber, pero en este mundo, gran parte de los inversores pueden llegar a ser víctimas del autoengaño.

Claro que si bien no vamos a llegar a secretos escondidos al alcance de unos pocos, sí que podemos llegar a algunas verdades de la inversión en bolsa que nunca está de más recordar.

Solía decir un viejo inversor que conocí que la belleza de los mercados radicaba en que cualquier persona, si hace bien los deberes, podría multiplicar si dinero por dos, y por tres en un momento dado en el mercado, tanto si hablamos de una empresa que se dispara en bolsa, como si hablamos de una empresa que se hunde un 70%.

(Ver: 18 verdades sobre la inversión que a muchos les caen como un jarro de agua fría)

¿Cuáles son esos secretos de la inversión?

 

1. ¿Te puedes hacer rico en el corto plazo invirtiendo en bolsa?

¿Puedes tener rentabilidades anuales de un 200% durante 10 años?

La respuesta a estas preguntas es «Sí» a la primera y «Sí» a la segunda. Poder, puedes, pero lo más probable es que tú no puedas, si tenemos en cuenta que la rentabilidad media anual de los mejores inversores de la historia no se acerca a esa cifra.

De hecho, la rentabilidad media anual de Warren Buffett es de un 24% durante 32 años. Y por ello lo consideramos el mejor inversor del mundo en la actualidad.

Ahora bien, claro que una persona se puede hacer rica en bolsa en un par de años, pero para ello debería tratar a la bolsa como un casino, pues en los casinos también ha habido gente que se ha hecho rica. Puedes ganar mucho dinero o puedes perderlo todo. Ese es el riesgo que deberás estar dispuesto a asumir. Un todo o nada con las probabilidades en tu contra.

Tenemos el caso del joven trader que convirtió 1.500 dólares en más de 1 millón de dólares en 3 años, y su mentor también lo hizo. Ambos operaban en el mercado de las Penny Stocks (Acciones centavo), donde lo más normal es que pierdas hasta la camisa en una inversión de largo plazo, por lo que hacer trading en ese mercado, probablemente sea lo más arriesgado que un inversor pueda hacer con su dinero. De hecho, la probabilidad de ganar dinero de forma recurrente en este mercado no es distinta a la de ganarte la vida jugando a la ruleta en un casino.

(Ver: La verdad sobre las penny stocks)

Sabemos que lo más rentable en la bolsa es la inversión de largo plazo.

Ahora bien, casi nadie cumple ese estilo de inversión (Incluido en muchas ocasiones un propio servidor). Muchos dicen ser inversores de largo plazo, pero realmente quieren obtener una abultada rentabilidad en el menor tiempo posible para recoger ese dinero e invertirlo nuevamente en otra empresa que tenga más probabilidad de subir.

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Y ésto no es malo en sí mismo. De hecho, los que no tenemos el capital o los ingresos de Warren Buffett, probablemente estemos haciendo algo inteligente al obtener un beneficio (antes de que éste se gire a la baja) e invertirlo en una compañía que haya caído mucho y que tenga más probabilidad de subir.

Uno de los casos que más se suelen poner como ejemplo es Jesse Livermore, un inversor que se hizo rico varias veces y se arruinó también varias veces. El caso es que fue uno de los primeros en demostrar cómo una persona corriente podía hacerse rico en bolsa rápidamente, asumiendo enormes riesgos, los mismos riesgos que le hacían arruinarse.

2. La manipulación de los mercados.

Esto no es un secreto guardado, sino una verdad a voces que todos sabemos (o deberíamos saber). Se han producido grandes avances para que cualquiera pueda comprar y vender acciones desde su smartphone, por lo cual damos las gracias a los avances tecnológicos. Pero ahora, las manos fuertes (los que mueven el mercado), probablemente sepan dónde están colocados los stop loss de los inversores, por lo que en muchas ocasiones, veremos grandes caídas justo antes de ver grandes subidas.

Ganan dinero derribándote el stop loss, provocando un pánico en cadena, y posteriormente vuelven a ganar dinero comprando en la parte baja para que tú vuelvas a entrar en la parte alta por el miedo a no subirte al tren y perderte un mercado alcista.

Como decía Hoyle en su libro «El juego de Wall Street«, el mercado cortoplacista está hecho para que unos pocos ganen mucho dinero. Y para que unos pocos ganen mucho dinero, muchos pequeños inversores deben perder mucho dinero. Cuando en bolsa se habla de inversión a corto plazo o trading, ya estamos hablando de un juego de suma cero. Sabiendo esto, ¿qué te hace pensar que si juegas contra los que mueven el mercado, les podrás ganar?

Y por eso mismo, al inversor de largo plazo, la manipulación del mercado no le afecta.

3. Cualquier inversor puede ampliar su ganancia.

En primer lugar, toda persona que diga de invertir en bolsa, debería adquirir los conocimientos… ya no diría conocimientos básicos, sino algo más avanzados.

Luego, los inversores deben tener muy claro lo que quieren de la bolsa, y llegar cuanto antes a la conclusión -si ese es el caso- de que no van a estar para el largo plazo.

Si vas a entrar en un valor, porque tienes una «cierta seguridad» de que esa empresa va a subir en los próximos días, quizás porque el mercado va a entrar en una tendencia alcista de corto plazo, es momento de hacer uso del apalancamiento.

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Si tras una noticia, una empresa ha comenzado a subir, prevemos que va a subir mucho, y sabemos que no vamos a mantener esa empresa durante años, sino que queremos hacer dinero y recogerlo, quizás sería más inteligente apalancarse usando opciones, futuros, e incluso CFDs o Warrants, así como una operativa a crédito.

Ahora bien, en el momento que usamos el apalancamiento, ya estamos aumentando el riesgo de pérdida en caso de que nuestra visión sea incorrecta, y este tipo de operaciones hay que cortarlas sin vacilar ante el menor indicio de error en nuestro planteamiento.

Si la operativa sale como esperábamos, y nuestro valor elegido sube un 10%, según el vehículo o producto de inversión que hayamos escogido, podríamos estar hablando de una rentabilidad de un 40, 50 ó 70 por ciento. Para eso se usa el apalancamiento.

Es decir, el hecho de que Banco Santander suba un 3% en una semana, puede parecer poco si sólo tenemos 5.000€ (150€), pero usando el apalancamiento podríamos obtener cerca de 1.000€.

En definitiva, podemos multiplicar nuestras ganancias en bolsa si multiplicamos también el riesgo, aunque hay momentos en los que la posible recompensa tiene más probabilidad de dar fruto.

4. Nunca hay nada seguro en bolsa.

Lo único que hay seguro en bolsa es que nunca hay nada seguro. No importa de qué empresa estemos hablando, de qué mercado, de qué materia prima. En cualquier momento, puede surgir algún imprevisto que ponga tu inversión patas arriba aunque sea momentáneamente.

Y cuando surge algo así de forma pasajera, lo único por lo que hay que rezar es que no te haya cogido apalancado.

No obstante, siempre hablaremos de probabilidad. Y es que si has elegido empresas sólidas, la probabilidad de que esto ocurra siempre será más baja que si estás invertido en chicharros buscando rebotes técnicos en una empresa que mañana podría desaparecer.

Hay momentos en los que todos los analistas coinciden en que «este año la bolsa subirá un 15%», y por tanto, algunos ahorradores destinan su dinero a la renta variable al haber sido aconsejados. y lo más probable es que así sea, pero nunca podrás prever una guerra, un cambio en las políticas monetarias de la zona o cualquier otro imprevisto.

Si además, estos inversores han invertido un dinero que probablemente necesitarán dentro de un año, lo más probable es que digan de vender con pérdidas y salir «asqueados» de la bolsa.

(Ver: Los 16 mejores consejos de Warren Buffett)

5. La mayoría de los gestores de fondos no consiguen batir al mercado.

Si partimos de la base de que aquellos que pagan millones a sus analistas egresados de Harvard y que tienen carteras de inversión ampliamente diversificadas, no son capaces de batir la rentabilidad del mercado, nosotros, que a fin de cuentas somos unos «mindunguis», ¿por qué lo íbamos a conseguir?

Y es que la verdad es que el mercado ya lo hace bien por sí sólo. Los índices tienden a subir. De hecho, mucha gente pierde dinero en bolsa, pero rara vez la gente pierde dinero en un plazo de inversión de 10 años si su cartera es diversificada. Ahora bien, Antes de diversificar de forma excesiva (pues el exceso de diversificación es un mal negocio) la mejor diversificación es comprar el índice al completo, adquiriendo un fondo de índice de bajo coste.

Ver también:  Qué hacer cuando no entran clientes en el negocio.

6. La especulación en bolsa es más emocional que racional.

Vendemos acciones con ganancias y mantenemos acciones con pérdidas a pesar de que es lo contrario de lo que debemos hacer. ¿Por qué? Por la aversión a la pérdida.

Si una acción ha perdido progresivamente durante 3 meses un 20%, y un inversor dice que finalmente la vendió, lo más probable es que la haya vendido con la pérdida completa. No la vendió cuando perdía un 2%, ni la vendió cuando perdía un 10%, esperando que recuperara algo de su valor. Pero cuando vio su capital disminuir en un 20%, ya no pudo más y decidió vender.

Un inversor racional, para evitar ser víctima de las emociones, debe conocer los posibles escenarios que podrían ocurrir, y saber de antemano cómo actuará llegado el momento. De esa forma, evitas ser víctima de tus propias emociones, es decir, en el supuesto caso de arriba, este inversor debería haber tenido claro «vender si pierdo un 2%», o, en caso de quedarme con esta acción, si cae un 15% o un 20%, promediaré a la baja, porque me gusta esta empresa para el largo plazo.

Pero en una operación especulativa, no vender perdiendo un 2% pero sí perdiendo un 20%, es una de esas sensaciones en las que nos decimos a nosotros mismos que somos gilipollas. Y lo cierto es que lo somos por no planificar nuestras decisiones con antelación.

La noticia de consuelo es que creo que a casi todos los que invertimos en bolsa, nos ha pasado eso mismo. A algunos nos salió cara la lección, pero la aprendimos. Otros siguen sin aprenderla.

¿Hasta qué punto la inversión es más emocional que racional?

Más del 90% de los traders pierden dinero de forma consistente. Pero más del 40% de los traders tienen ganancias en una plataforma de inversión simulada. La única diferencia que hay en este dato se llama «pánico». Y es que cuando no juegas con dinero real, tus decisiones suelen ser más racionales, pero cuando incluimos el factor dinero real, la racionalidad se va al carajo y nos dejamos guiar por las emociones.

Si nos fijamos en los concursos de trading (dinero ficticio), algunos se hacen ricos, pues asumen riesgos que nunca asumirían en una operativa real. Y esto responde a la pregunta del principio: para hacerte rico con la especulación en bolsa en el corto plazo, deberás tomar las mismas acciones que te pueden conducir a la bancarrota.

Ver: 11 Consejos para invertir en bolsa

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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