En este vídeo explicamos por qué nuestros abuelos eran más felices que nosotros. Abordamos una de las mayores epidemias de depresión, ansiedad y trastornos mentales. Algunos piensan que no podemos comparar los problemas de salud mental con la época de nuestros abuelos, pues en aquella época no se le daba la debida importancia a la salud mental. Pero, como explicamos en el vídeo, sí existe un dato que podemos medir y comparar. Son las tasas de suicidios, pues estas tasas las estamos midiendo desde 1906.
El aumento de las tasas de suicidio desde 1980 hasta la fecha actual es un indicador preocupante, pues las tasas de suicidio que hemos vivido en 2022 únicamente han sido superadas en períodos de postguerra.
Explicamos también el por qué aproximadamente el 80% de las personas que se quitan la vida son hombres, y abordamos por qué las personas más jóvenes y adolescentes también experimentan un aumento en los trastornos mentales y la infelicidad.
El aumento de la infelicidad en la actualidad es multifactorial.
Argumentamos que factores multifactoriales contribuyen a la infelicidad actual, incluyendo cambios en las expectativas y el individualismo en la sociedad.
- Nuestros abuelos tenían un propósito de vida centrado en la familia, mientras que hoy en día, las personas se enfocan en el «yo» y objetivos individuales.
- Las presiones que los hombres enfrentan en cuanto a éxito y estatus financiero en las relaciones.
- El impacto negativo de las redes sociales y la comparación constante en la sociedad actual.
En pleno siglo XXI estamos hablando de la aniquilación de las relaciones monógamas y el sentido tradicional de familia.
Resumiendo: la felicidad de nuestros abuelos estaba relacionada con valores familiares sólidos, expectativas más realistas y una falta de comparación constante con otros, en contraste a la sociedad actual, que se enfoca en el individualismo, las expectativas poco realistas y la influencia negativa de las redes sociales.
Si bien podríamos hablar de otros muchos factores, lo expuesto en el vídeo son condimentos añadidos y de vital importancia para lograr el caldo de cultivo perfecto para desarrollar una infelicidad plena.
Hola, creo que lo principal es que antes había un futuro, tenías metas/ilusiones que podías cumplir.
Sabías que, salvo mala suerte, las «cosas te podían ir bien» y pensar en tener tu vivienda, viajar, ahorrar para imprevistos, dedicar tiempo a aficiones.
Esto era debido sobre todo, principalmente, a que la relación «sueldos/precios de las cosas» era muchísimo mejor que ahora.
Con un sueldo «normal» podías pagar una hipoteca/alquiler, tener un vehículo normal, pagar estudios de los hijos, etc. e incluso con un poco de «suerte» también podías invertir en una segunda vivienda, ya fuese una apartamento cerca de la playa o un terrenito en el campo.
O sea, que a un sueldo se le sacaba partido.
En comparación, los sueldos hoy en día son casi los mismos que hace 20 o 30 años, y los precios de todas las cosas es… abismal.
En 1999 un sueldo neto mensual «normal» estaba entre las 150.000 y 200.000 ptas (900 y 1200 euros), ¿hay mucha diferencia con los sueldos actuales?
Mi vivienda, un piso de 100m2 de 3 habitaciones, 2 baños, terraza, etc. y parking en un lugar céntrico en una población cercana a Málaga me costó 54.000 euros, pagado en 15 años a razón de 320 euros/mes.
Hoy en día en construcciones nuevas alrededor de donde vivo, pisos exactamente iguales con las mismas características cuestan 240.000 euros más IVA. O sea, 5 veces más, por lo que los sueldos deberían ser en proporción de 1200×5= 6000 euros/mes. Sin embargo, los sueldos siguen casi igual.
Resumiendo, tenemos precios de países ricos europeos, y los sueldos son menos de la mitad o ni un tercio de lo que ganan ellos.
Ese es el problema, aparte de la falta de trabajo para la inmensa mayoría de jóvenes y para los mayores de de 40 o 50, que en cuanto pierden el trabajo ya pueden pensar que jamás trabajarán.
Es por eso que hay tanto «autónomo/freelance/youtuber/influencer/etc.» porque la gente intenta hacer algo, buscarse la vida, igual que se hacía antes, tan sólo que ahora es mucho más difícil y con el futuro muy negro.
Quizás sea hora definitivamente de una verdadera renta básica universal y una gran base de viviendas públicas, etc… y ya me callo porque al paso que van las cosas.
Siento ser tan pesimista, pero es lo que veo en la calle, desesperación, amargura, muchas personas viviendo de ayudas de familiares y amigos, intentando conseguir una ayuda «oficial» que cada vez es más complicado por culpa de tantisimos requisitos que exigen, pero es que no queda otra.