Cuando estás avanzando y todo va sobre ruedas, habrás notado que la situación marcha casi por sí sola. Cada acción, apenas sin premeditar, te conduce a la siguiente, y ésta da paso a la siguiente. Se produce la inercia de prosperidad. Ni siquiera te planteas si estás motivado o no, pues en una situación de crecimiento y avance, la motivación está intrínseca en cada decisión que tomas.
Esta sería la rueda del éxito, un estado óptimo donde cada acción de éxito convierte la siguiente acción en un éxito. El problema es que este ciclo no siempre es permanente. A veces suceden eventos que nos frenan, situaciones adversas o simplemente comunes que hacen que dejemos de tomar acciones o, simplemente, que las acciones que estamos tomando ya no producen los mismos resultados. De una u otra forma, acabamos estancados. En este caso nos introducimos en un ciclo de inercia destructivo. Y cuando los ciclos no generan prosperidad, debemos romperlos para volver a lo que deberíamos considerar normal: el ciclo del crecimiento.
Es cuando asumimos de forma consciente que debemos dar un nuevo impulso que nos haga volver al ciclo de inercia alcista. Y debemos partir de un estado de estancamiento.
Cómo salir del estancamiento en la vida y los negocios.
Paso 1: Asume la responsabilidad de la situación.
Para evitar caer en la queja, las excusas y echar balones fuera, el primer paso comienza por asumir que es tu vida (o tu negocio), y por lo tanto eres el responsable único y absoluto de todo lo que ocurre y ocurrirá. Para cambiar cualquier situación que afecte a nuestra vida, solo podemos hacerlo tomando el control de la situación y asumiendo que somos los responsables de darle un giro a la situación a través de nuestras decisiones deliberadas.
Y bien, una vez que sabemos que debemos hacer algo y que depende de nosotros hacerlo, la pregunta ahora sería evidente: ¿Qué debo hacer para salir del estancamiento?
Paso 2: ¿Qué quieres conseguir? Y sé específico en este punto.
De nada nos sirve decir «quiero ganar más dinero» o «necesito un mejor trabajo». Por sí solo, eso son conceptos vacíos. Sé específico en ello, pues solo siendo específicos podremos ejecutar correctamente el siguiente paso.
Cambia ese «Quiero ganar más dinero» por «quiero conseguir ganar un 20% más este año». O incluso mejor: «Quiero ganar 20.000€ para finales de este año».
Y una vez que sabes lo que quieres conseguir de forma específica, comenzamos con uno de los pasos más importantes.
Paso 3: Planifica cómo lo vas a lograr.
¿Qué pasos son necesarios dar para alcanzar esa meta?¿Qué recursos tengo para lograrlo? Recordemos que el secreto del éxito (si es que existe secreto alguno) se encuentra en usar lo que tenemos para lograr lo que deseamos. Identificar correctamente los recursos con los que contamos, hará que nuestro propósito sea realista.
Y ahora es cuando nos enfrentamos al gran dilema. Ya tenemos una meta, y podría ser una meta bastante grande y ambiciosa, incluso abrumadora. Y esas metas… es recomendable dividirlas en hitos y acciones, o de lo contrario nuestra motivación caerá a cero ante la primera dificultad con la que nos encontremos.
Como se suele decir, todo gran trayecto de cientos de kilómetros, comienza con unos primeros metros recorridos. Busca la acción más pequeña que puedas tomar en este preciso momento con los medios que tienes. Ese es el impulso inicial que busca generar inercia. Como tenemos la gran meta dividida en hitos, consiste en dar pasos no hacia la meta final, sino hacia el próximo hito. Y así iremos: de hito en hito, haciendo cortos viajes dentro de un largo viaje.
Paso 4: Nos centramos en acciones y disciplina.
Rompiendo el punto anterior, y dejando claro que una cosa es la planificación del viaje y otra muy diferente el viaje en sí, mientras nos encontremos en el camino de un hito hacia otro, olvidemos las líneas de meta y centrémonos únicamente en nuestros hábitos y disciplina, haciendo cada día lo que debemos hacer de forma repetida, y haciéndolo de la mejor manera que podamos hacerlo.
Para comprenderlo, una persona que rema hacia la orilla, debe olvidarse de la orilla y centrarse en sus brazos y los remos en la dirección de la orilla. Si sigue remando minuto a minuto, la orilla se alcanzará. Lo mismo ocurre en nuestra vida. Si buscas mejorar tu cuerpo, sigue una rutina, un hábito y una disciplina diaria, y ese mejor cuerpo llegará.
Paso 5: Pregúntate qué obstáculos se pueden interponer en tu camino.
Si únicamente piensas en positivo e ignoras lo negativo, sintiéndolo mucho, estás iniciando un viaje hacia el fracaso, porque los obstáculos siempre aparecen. Y en ocasiones son obstáculos muy duros de superar. El por qué la mayoría de las personas se hunden ante las dificultades es por la sencilla razón de que no contaron con las dificultades.
Tenían en mente un escenario positivo donde lograrían alcanzar la meta, pero cuando caen al suelo, descubren que llegar a la meta va a ser más difícil de lo que parecía a simple vista, y estas dificultades acaban segando la motivación de la persona.
Piensa siempre en os peores escenarios que podrían suceder en el camino, pues si ya los tienes identificados, puede que lleguen o puede que no, pero al menos, en caso de que se pongan en tu camino, ya contabas con ellos, y si lo has hecho correctamente, ya tendrás una estrategia en mente sobre cómo abatirlos.
Por ejemplo, volviendo al ejemplo de tener un mejor cuerpo. Si te propusiste como parte de tu rutina el apuntarte al club de las 5:00 de la mañana e ir al gimnasio todos los días a las 6 de la mañana, pero no contaste con que tienes un par de hijos que debes llevar al colegio, eso haría que comenzaras a faltar algunos días al gimnasio, rompiendo tu hábito y rutinas. Eso son pequeños obstáculos que debes calcular.
Paso 6: Que sea ya.
No esperes a año nuevo. La mayoría de propósitos de año nuevo se quedan en únicamente eso: propósitos. La gente fracasa en los propósitos de año nuevo por regla general.
Como siempre decimos, si esperas a estar preparado y/o motivado para hacer algo, nunca comenzarás a hacerlo. Si no estás preparado, prepárate por el camino mientras vas caminando. Si aún no estás motivado, da el primer paso sin motivación, hasta que aparezca la motivación. Usa la energía base de activación en este sentido. La EBA (Energía Base de Activación) es un concepto útil, pues por regla general, la motivación no funciona como la mayoría de personas creen.
Las personas piensan que se necesita motivación para ponerte a hacer algo, cuando precisamente, es haciéndolo como aparece la motivación. Y es que no puedes levantarte motivado todos los días. Por eso es importante tener una disciplina, pues con motivación o sin motivación, la disciplina formará parte de nuestra identidad, y cada día daremos esos pasos necesarios que nos acercarán a nuestro objetivo, independientemente de si estamos motivados o no.
Así que ponte a dar el primer paso hoy mismo. Ese primer paso es el que le dice adiós al estancamiento.
Y recuerda que, muy a nuestro pesar, aunque lo hagas todo de forma correcta y te esfuerces, podrías no conseguirlo. Debes contar con ese escenario y no hundirte en caso de que aparezca.
No obstante, si quieres salir del estancamiento, si quieres progresar en tu vida o quieres lograr cualquier cosa, no lo intentes, y simplemente hazlo.
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