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Lecciones que los universitarios necesitan aprender a los 20 años.

Probablemente más del 50% de los universitarios acaben trabajando en puestos de trabajo infravalorados y que nada tienen que ver con su carrera. Otros, sencillamente descubrirán que entraron en esa carrera por los motivos equivocados y descubrirán su verdadera vocación en un futuro. Los menos agraciados, quizás hayan estudiado una carrera universitaria que no tendrá ninguna salida.


Al otro extremo tendríamos a esos jóvenes que entienden la necesidad de planificar, pero incluso para estos estudiantes, deberán tener en cuenta algunos factores.

La vida no es lineal. El éxito tampoco.

Imagen: Archivo Barack Obama 1990.

Muchas personas piensan que si se toman el conjunto de decisiones adecuadas, se debería seguir un determinado camino hacia el éxito, incluso puede que sin demasiados problemas. Sin embargo, la mayoría de las personas de éxito coinciden en que sus primeros años de vida profesional no tuvieron mucho que ver en lo que posteriormente les daría el éxito.

(Leer: Qué carrera universitaria elegir y algunos consejos)

La vida «transcurre en zig-zags». Rara vez se consigue llegar del punto A al punto B de forma lineal. Asumiendo este sencillo concepto, estarás mejor preparado para los «zig-zags» de la vida.

Siempre decimos que hay que hacer cosas que nos apasionen, pero si somos honestos, probablemente tendrás la necesidad de trabajar en ciertos puestos que realmente no tienen nada que ver con tu pasión. De ahí sacarás el dinero que te financiará para avanzar y una experiencia que te ayudará de cara a un futuro.

Este concepto puede cambiar incluso la forma en la que muchos miran a las personas, pues quizás ese joven camarero que te sirve el café, así como el repartidor de pizzas, mañana podría ser tu jefe o el dueño de una gran corporación. (Leer: Qué estaban haciendo las personas altamente exitosas a los 25 años).

Ver también:  Victoria Grant: Una niña de 12 años explica la crisis y la solución a la crisis (Sensatamente).

Debes ser siempre el dueño de tus errores.

Nadie es perfecto y todos vamos a cometer muchos errores. Puede sonar a tópico, pero muchos errores son necesarios para aprender. La verdad es que no todos los errores van a ser pequeños y corregibles. Algunos de ellos serán tremendamente grandes y sin vuelta atrás.

Llegado uno de esos grandes errores, no se lo «regales» a nadie. Quédate con él, asume que es tuyo, pero no te desanimes ni te vengas abajo.

Recuerda ese famoso dicho: «Si un problema tiene solución, no es un problema. Si no tiene solución, ya tampoco es un problema». Sigue con tu vida, pues sólo ha sido un varapalo del zig-zag de la vida. El punto B sigue estando en el mismo sitio.

(Leer: Un emprendedor debe estar tan preparado como un francotirador de los marines)

Busca mentores.

Aunque en ocasiones pensemos lo contrario, hay muchas personas que estarían encantadas de tener un protegido en su vida. Sabemos que esta figura no está muy extendida en España, pero 2 días al lado de una persona que sea bueno en aquello a lo que nosotros nos queremos dedicar, con una persona dispuesta a compartir su conocimiento y ayudarnos en nuestra carrera, es algo que nunca aprenderás en la universidad.

En el fondo, detrás de toda persona de éxito, hay un deseo ardiente de enseñar aquello que sabe a alguien que se lo merezca. (Leer: motivos por los que los empresarios aman su trabajo).

Eso sí, no busques mentores por su diplomacia. Busca aquellos que estén dispuestos a ser duros y críticos con tu trabajo. Intenta encontrar esta figura mientras estás estudiando la carrera (antes de terminarla).

Ver también:  8 principales características de un líder exitoso.

(Aconsejable: Cómo crear tu propio destino)

No tengas miedos.

Hay muchas trampas psicológicas que impiden el éxito tanto en la vida como en los negocios, y probablemente el miedo sea la más peligrosa.

No tengas miedo a fallar en las decisiones. No todas serán acertadas, pero hay que tomar decisiones para dar con la correcta. No tengas miedo a fracasar, pues casi todo el mundo en algún momento dado siente que ha fracasado. No tengas miedo a saltar, siempre que creas que hay agua en la piscina.

Siéntete cómodo asumiendo riesgos y sabiendo que el fracaso es una posibilidad, que en caso de llegar, estaríamos preparados para asumirlo y volver a empezar (sea en lo que sea). Recuerda que no hay recompensas sin asumir algo de riesgo.

Nunca cometas el mismo error 2 veces.

Si bien hablamos del riesgo, los errores y los fracasos, únicamente intenta evitar cometer el mismo error dos veces. Como se suele decir: «No hay nada de malo en tropezar con una piedra, siempre que no le cojas cariño a la piedra ni te acostumbres a tropezar».

Tendríamos también la importancia de elegir a aquellas personas con las que pasas el tiempo, así como ser siempre una persona íntegra, honesta y honrada hagas lo que hagas y te dediques a lo que te dediques.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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