Tan importante es saber hacia dónde nos queremos dirigir como saber lo que debemos dejar ir. Y es que, sino aprendemos a dejar ir, en muy pocas ocasiones podemos llegar a donde queremos ir. Y esto no es un juego de palabras.
Esto error es más visible a la hora de terminar una relación con una persona, aunque en definitiva, solemos cometer este error en la mayoría de áreas de nuestra vida. Nos cuesta deshacernos del pasado y continuar caminando sin la carga de ese pasado.
En el vídeo adjunto, respondemos con claridad a la pregunta sobre las ventajas y desventajas de seguir manteniendo el contacto con una ex pareja, mantenerlo en nuestras redes sociales e incluso conservar las fotos subidas en nuestras redes sociales.
El vídeo es una crítica hacia los consejos de una psicología que opina todo lo contrario. Y es que esta psicóloga recomienda para lograr olvidar a tu ex pareja, que no pierdas el contacto con tu ex pareja, dando algunos consejos que se salen de toda lógica y que, en mi opinión, únicamente pueden alargar el dolor y el sufrimiento de una persona, aumentando el tiempo de recuperación en la ruptura amorosa e impidiendo que esta persona pueda seguir llevando una vida «descargada» de pasado.
Hemos sido testigos en muchas ocasiones de cómo las personas, una vez que acaban su relación, no terminan de salir, pero se deciden a dar inicio a una nueva relación con una nueva persona sin llegar a perder el contacto con su ex pareja.
En estos casos, esa persona sale a medias de la anterior relación y, al mismo tiempo, entra a medias en la nueva relación. El mayor perjudicado, sin duda, es esa persona que entra en este tipo de relación desconociendo que la otra persona sigue teniendo un capítulo sin cerrar.
Los foros están repletos de inquietudes y dudas en este sentido. «Mi pareja sigue hablando con su ex, y no sé cómo tomármelo». «Mi pareja sigue conservando las fotos con su ex en sus redes sociales, y no sé cómo mostrarle mi molestia sin parecer celoso».
Y es que en ocasiones, las personas olvidan que tras una ruptura amorosa, lo más efectivo es aplicar el contacto cero.
Hoy en día existe cierta tendencia dentro de la psicología moderna a no coartar la libertad de nuestra pareja, aunque esa libertad sea seguir manteniendo contacto directo con su ex, algo que, bajo todos los espectros, puede producir una molestia justificada en la otra persona.
De hecho, nuestro consejo ante estos casos es que, en caso de que seas de esas personas que no aceptan esta situación, hagas lo correcto. Y lo correcto, para ahorrarte futuros calentamientos de cabeza es que te bajes del barco en estos casos, pues estás con una persona que sigue teniendo un capítulo abierto. Y rara vez se puede iniciar un nuevo capítulo si el anterior no está cerrado.
Y como decíamos, esto no solo es aplicable para las relaciones. Lo es para todo. Esta vida se trata de mantener aquellas cosas y situaciones que nos hagan bien y deshacernos de todo aquello que nos haga mal. Si tu negocio quiebra, aprende a dejar ir esa pérdida, y céntrate en construir a partir de ese momento. Si te despiden del trabajo, déjalo ir, y céntrate en la búsqueda de un nuevo empleo. No ganas nada si sigues enfocándote en las pérdidas.
Lo mismo ocurre en las relaciones. Si una relación acabó, termínala del todo y céntrate en construir nuevos momentos con nuevas personas. Como decimos en el libro Cenizas de Prosperidad: «Si conduces tu vida con la vista puesta en el retrovisor, te acabarás estrellando».
En el vídeo detallamos los puntos que expone esta psicóloga y los rebatimos desde el sentido común.
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Absolutamente de acuerdo contigo.
Mi primer «contratiempo» amoroso fue alguien a quien seguía viendo casi todos los días por motivos de trabajo, tardé años en olvidarla, fue algo que no aconsejo a nadie.
En el segundo hice lo que aconsejas, eliminé sus fotos, borré su teléfono de mi agenda, procuraba ir a sitios que sabía que no me la iba a encontrar, etc. y fue fácil olvidarla porque no tenía ningún contacto de ningún tipo con ella. Yo iba con mis amigos a otros lugares y hablábamos de nuestras cosas, salíamos de senderismo o con las motos, etc. y no la he vuelto a ver.
La tercera fue exactamente igual que la segunda, «a la mi…da abanico, que se fue el verano».
La cuarta es la actual con la que llevamos, de momento, 23 años.
Saludos.