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17 duras verdades de la vida.

Hay tanto valor en lo bueno como en lo malo

Creo firmemente en la idea de que debemos simplificar la vida al máximo, pues probablemente sea la forma de no provocar el efecto contrario; complicarnos la vida. Y aquí viene lo que yo denomino duras verdades de la vida.

Preguntas sin respuestas, tergiversación en el concepto de felicidad y nuestro empeño en estar donde no queremos estar, son algunas de las cosas que hace muchos años comencé a escribir en una libreta no sólo porque sonara bonito, sino para asegurarme de que lo cumpliría.

Algunos de estos puntos ya han sido tratados a fondo en diversos artículos de negocios1000, pero he decidido llevarlos al vídeo, probablemente el vídeo más complicado que hemos realizado hasta ahora y que si bien, por diversos motivos no he podido hacerlo de la forma que tenía pensado hacerlo, he preferido subir «el producto imperfecto». Espero que os guste.
Bajo el vídeo está la transcripción.
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Estas son algunas de las  duras verdades de la vida.

1. No​ ​hay​ ​respuestas​ ​a​ ​algunas​ ​preguntas.

 

Por qué me salió mal esto o aquéllo, por qué me dejó esta persona, por qué fracasé en mi matrimonio a pesar de haber dado lo mejor de mí.

Vas a fracasar un montón de veces en diversas áreas de tu vida… relaciones, trabajo, negocios, y en
algunos casos, no hay que hacerse ciertas preguntas, puesto que no hay respuestas. únicamente hay que dejar ir el problema y seguir hacia delante.

El secreto del éxito radica en dos cosas contradictorias. Una de ellas es persistir y no rendirse. La otra consiste en saber cuándo hay que retirarse y así conservar fuerzas para luchar en otras guerras.

En ocasiones, deberás dejar ir a personas, no porque ellas no te importen, sino porque tú no le importas a ellas. Y ésto puede sonar duro, pero es necesario. Dejar ir no se trata de tener la capacidad de olvidar el pasado. Se trata de tener la sabiduría para recoger las lecciones del pasado y no cometer los mismos errores.
Recuerda que no vas a poder ganar todas las batallas, por lo que deberás elegir muy bien aquéllas que estarás dispuesto a pelear hasta el final. En última instancia, tampoco es necesario asistir a todos los conflictos a los que se te invita.

2. Algunas​ ​personas​ ​y​ ​situaciones​ ​son​ ​perjudiciales,​ ​y​ ​hay​ ​que​ ​sacar​ ​fuerzas​ ​para​ ​alejarse.

Tanto si hablamos de personas como de situaciones, nunca permanezcas ni un minuto más del necesario donde no quieres estar. La vida está para vivirla, no para sufrirla. No te bloquees por el miedo a hacer cambios.

Si lo que antes era un sueño, acabó convirtiéndose en una pesadilla, busca otro sueño. En algunos momentos pensarás que ya es demasiado tarde para alejarte de una persona, demasiado tarde para cambiar una situación, pero sólo estás escuchando la voz del miedo. Probablemente no será fácil el cambio, tendrás momentos duros, pero una cosa te garantizo: Si no tomas hoy esa decisión, dentro de 5 años o de 10 años, te arrepentirás de no haber tomado esa decisión hoy.

Cuando una situación no te gusta y no depende de ti cambiar esa situación, lo único que puedes hacer es abandonar ese camino y comenzar un nuevo camino de cambios y prosperidad. En el momento que saques el valor para cerrar esa puerta que deja atrás un pasado que no te gusta, nunca vuelvas a abrir esa puerta. Y nunca permitas que las personas tóxicas o aquellas que no aportan nada a tu vida te detengan.

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3. La​ ​comodidad​ ​en​ ​el​ ​corto​ ​plazo,​ ​te​ ​robará​ ​la​ ​felicidad​ ​en​ ​el​ ​largo​ ​plazo.

Puedes estar cómodo o puedes ser valiente, pero rara vez podrás ser ambas cosas. Si te limitas a tomar decisiones seguras y fáciles porque tienes miedo de lo que podría suceder, nada bueno sucederá nunca en tu vida. No dejes que el miedo conduzca tu vida y que la complacencia decida tu destino.

4. Las​ ​cosas​ ​simples​ ​funcionan​ ​mejor.

Por algún motivo nos gusta complicar las cosas cuando podemos hacerlo de una forma más simple

 ¿Echas de menos a alguien? Llámalo.

¿A esa persona le molesta que la llames? No lo hagas, pasa página y déjala ir.¿Te gusta alguien? díselo, directo y claro. Pueden pasar dos cosas:

Que esa persona te corresponda, y surja una historia de amor maravillosa.

Que esa persona te rechace, por lo que dejarás de perder tiempo y así encontrarás otra persona con la que surja esa historia de amor maravillosa. Lo cierto es que la mayoría de la gente retrasa el hablar claro por el miedo a ser rechazados, lo cual, a menudo, genera una inseguridad que provoca la profecía autocumplida – el rechazo-.

¿Quieres hacer algo? Hazlo. Ya. No mañana. Ponte a dar el primer paso hoy mismo.

5. No​ ​hay​ ​mejor​ ​maestro​ ​que​ ​el​ ​dolor.

La pregunta no es qué quieres lograr en la vida, sino cuánto dolor estás a dispuesto a soportar para lograrlo. Si no hay esfuerzo y sacrificio, rara vez lograrás algo que merezca la pena.

Tanto si quieres perder peso como si quieres adentrarte en cualquier tipo de aprendizaje, acabará habiendo una diferencia enorme entre las personas que han aceptado el sacrificio y sufrimiento en el corto plazo y aquéllas otras que han preferido no hacer dicho sacrificio ni experimentar dolor.

Ocurre igual para las experiencias traumáticas del pasado. Para algunos, ese dolor fue un paralizador, mientras que para otros fue una clase práctica de resiliencia que hoy día les ha hecho más fuertes y sabios.

El dolor es el mejor maestro, pero pocas personas quieren asistir a su clase.

6. No​ ​puedes​ ​controlar​ ​gran​ ​cantidad​ ​de​ ​cosas,​ ​pero​ ​puedes​ ​controlar​ ​cómo​ ​respondes​ ​ante​ ​ellas.

En la vida, la mayoría de las cosas están fuera de nuestro control. No podemos controlar ciertas enfermedades, ni podemos obligar a algunas personas que permanezcan a nuestro lado durante todo el trayecto. Sufriremos pérdidas y fracasos. Y no siempre podremos controlar el resultado, pero podemos controlar la actitud con la que nos vamos a enfrentar a las situaciones que se presentan.

No siempre está en tus manos evitar una situación que te produzca dolor, pero en tus manos está escoger la actitud con la que vas a afrontar esa situación.

7. Dedicamos​ ​más​ ​tiempo​ ​a​ ​las​ ​cosas​ ​que​ ​no​ ​podemos​ ​controlar​ ​que​ ​en​ ​trabajar​ ​en​ ​aquello​ ​que​ ​sí podemos​ ​controlar.

No puedes controlar el resultado de un partido de fútbol, ni el resultado en unas elecciones. Tampoco la economía de un país ni puedes acabar con una crisis económica global, pero sí puedes centrarte en tu desarrollo personal, en el cultivo de nuevas habilidades y prosperar para cambiar tu situación. No puedes controlar lo que los demás piensan de ti, y por eso, como alguien dijo alguna vez, lo que los demás piensen de ti, no es asunto tuyo.

8. No​ ​eres​ ​del​ ​agrado​ ​de​ ​todo​ ​el​ ​mundo,​ ​por​ ​suerte.

No vas a caer bien a todo el mundo. Muchas personas te apreciarán y admirarán por ser como eres, y otras te odiarán, criticarán y envidiarán por ese mismo motivo. No hay forma más eficaz de ganarte enemigos que tener éxito o suerte en la vida. Por eso, debes centrarte en permanecer en gracia contigo mismo, porque en esta vida, al final, únicamente compites contigo mismo. Vivir alejado de la aprobación de los demás, es ganar en tranquilidad y felicidad.

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9. Podemos​ ​dar​ ​lo​ ​mejor​ ​de​ ​nosotros​ ​mismos,​ ​esforzarnos​ ​al​ ​máximo,​ ​y​ ​aún​ ​así​ ​fallar.​ ​Y​ ​no​ ​es​ ​tu culpa.

En ocasiones, te esforzarás, darás lo mejor de ti, harás lo correcto con otras personas, y aún así, el resultado puede acabar siendo negativo, encontrándonos con que las personas nos fallan o teniendo un fracaso. Si esto sucede, déjalo ir, extrae las lecciones que puedas aprender de la experiencia, continúa hacia delante y no mires atrás.

10. La​ ​vida​ ​no​ ​siempre​ ​es​ ​felicidad.

Hoy día existe una gran presión sobre nosotros en la búsqueda de la felicidad tergiversando el concepto de lo que realmente es la felicidad. Debemos agradecer el simple hecho de estar vivos, porque lo cierto es que la vida es bella y hermosa, y está llena de posibilidades. Pero la vida también torna hacia momentos duros y dolorosos.

Hay tanto valor en lo bueno como en lo malo. Tu felicidad no debe depender de acontecimientos externos, donde en los momentos buenos eres feliz y en los momentos malos eres un desdichado. La felicidad es un estado emocional interno, una elección que hacemos para aceptar la vida con toda su complejidad, con los momentos más bellos y con los momentos más dolorosos. Sólo así aceptarás la vida tal y como es.

11. La​ ​mayor​ ​parte​ ​de​ ​lo​ ​que​ ​tus​ ​preocupaciones​ ​hoy​ ​día​ ​no​ ​tienen​ ​absolutamente​ ​nada​ ​que​ ​ver​ ​con​ ​el presente.

Centrarse en lo que pudo ser o podría haber sido es un gasto de energía innecesario. No podemos cambiar lo que ocurrió en el pasado. Centrarte en las incertidumbres de lo que nos depara el futuro, provoca un estrés y una ansiedad innecesarios. Pasado y futuro son dos tiempos en los que no podemos trabajar, y cualquier preocupación que tengamos, sólo nos restará energía y nos robará el mejor regalo del que disponemos, que es nuestro presente y todo lo que podemos hacer hoy para tener un mejor futuro.

12. La​ ​vida​ ​que​ ​hoy​ ​tienes,​ ​es​ ​la​ ​que​ ​has​ ​elegido​ ​tener.

Tendemos a poner excusas y buscar culpables, a menudo ficticios, para explicar por qué llevamos una vida que no deseamos tener. Pero somos los capitanes de nuestro barco. No podemos elegir de dónde venimos, pero podemos elegir hacia dónde queremos ir.

Hasta hoy día has tomado una serie de elecciones y decisiones, has adquirido unos hábitos que han acabado desembocando en un resultado. Si sigues actuando de la misma forma, si sigues tomando las mismas decisiones, si sigues teniendo los mismos hábitos y costumbres, provocarás el mismo resultado una y otra vez.

 Nada cambiará si no provocas el cambio. Antes de cambiar tu vida, debes cambiar tú. Debes adquirir otros hábitos y tomar elecciones distintas a las que has tomado hasta hoy. Si no haces cambios en tu persona, atraerás el mismo resultado.

 

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13. Las​ ​viejas​ ​heridas​ ​te​ ​detendrán​ ​si​ ​no​ ​sabes​ ​gestionarlas.

No debes usar las heridas del pasado como un lugar donde vivir, sino como una catapulta para impulsarte. No se trata de olvidar el pasado ni de intentar quitar cicatrices. Se trata de poder ver esa cicatriz y tener la fuerza, la integridad y la sabiduría para no quedarte paralizado por el recuerdo de la herida.

Recuerda que en situaciones idénticas, hay personas que se han hundido mientras que otras han salido fortalecidas. La única diferencia entre las primeras y las segundas, es la actitud y valentía con la que se han enfrentado a sus traumas y temores. El pasado debe quedarse donde le corresponde: en el pasado.

14. Cada​ ​día​ ​vuelves​ ​a​ ​nacer.

Cada día es una nueva oportunidad de hacer las cosas de una forma totalmente diferente a como lo estabas haciendo ayer. Puedes cambiar tu vida en cualquier momento, simplemente levantándote una mañana y elevando tus estándares, diciéndote a ti mismo lo que ya no estás dispuesto a tolerar. Tanto si hablamos de situación laboral como afectiva, cada día tienes la oportunidad de comenzar de cero.

15. La​ ​mayoría​ ​de​ ​personas​ ​no​ ​necesitan​ ​más​ ​para​ ​ser​ ​felices,​ ​necesitan​ ​menos.

Tendemos a centrarnos en las cosas equivocadas. Si las cosas o las personas no están sumando en tu vida, están restando. La vida se hace mucho más simple cuando eliminamos el desorden físico y emocional. Presta tu atención a aquellas cosas y personas que están sumando en tu vida y no dediques demasiado tiempo a esas otras cosas y personas que sólo restan en tu vida. Simplifica tu vida y tu entorno y así podrás centrarte únicamente en lo que importa.

16. El​ ​trabajo​ ​absorberá​ ​la​ ​mayor​ ​parte​ ​de​ ​tu​ ​vida.

Probablemente no habrá nada en tu vida a lo que dedicarás más tiempo que al trabajo, por lo que deberás asegurarte de que haces algo con sentido para ti, debe haber algo más que dinero en el trabajo que realizas, una labor significativa. De lo contrario, ese trabajo que un día agradeciste tener porque con él lograrías hacer frente a tu estilo de vida, acabará convirtiéndose en una de tus rutinas diarias menos deseadas.

17. La​ ​mayoría​ ​de​ ​la​ ​gente​ ​no​ ​se​ ​preocupa​ ​por​ ​ti.

La mayoría de personas te preguntarán cómo estás, cómo te va, y no porque en realidad les importe tu bienestar. Lo harán porque son curiosos o porque están aburridos. Por eso no puedes permitir que en tus decisiones interfieran las opiniones de los demás.

Pasarán por tu vida algunas personas que dirán ser tus amigos, y éstos probablemente querrán que no te vaya mal, pero no que te vaya mejor que a ellos. Tu consecución de metas y objetivos en la vida serán el precursor de envidias y críticas en los círculos que menos te esperabas.

Por eso, cuando encuentres a personas que te demostraron estar de forma incondicional apoyándote en los mejores y peores momentos de la vida, aférrate fuerte a esas personas y no las dejes escapar.

Finalmente…..

La vida es la suma de los instantes y momentos vividos. Si algún día puedes decir que has reído, que has llorado, has gritado, has bailado, has caído, te has enamorado, te han rechazado, has perseverado a pesar de las dificultades, has tenido éxito o has fracasado y no te has rendido, enhorabuena, tú has vivido.

Ver también: Qué nos hace realmente felices en la vida – Vídeo.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más