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Ésta es la parte más difícil del éxito.

No importa si hablamos de tener éxito a modo en general en la vida o de alcanzar el éxito en un propósito concreto. Todo funciona exactamente de la misma forma, tanto si decidimos convertirnos en un excelente profesional, crear una empresa o perder peso.

El éxito no es nada fácil, pues como es evidente, de ser fácil todo el mundo lo alcanzaría, pero tampoco tiene un secreto al alcance de unos pocos privilegiados. Los pasos para conseguirlo son conocidos por todos, pero no todos están dispuestos a hacer el sacrificio.

Exacto, el éxito comienza por el dolor y el sacrificio. Y de eso los deportistas saben bastante. Si bien cada paso tiene un nivel de dificultad y de sacrificio, concretamente existe uno de ellos, en el que la mayoría de las personas exitosas coinciden que es el que a más personas tumba.

(Leer: 4 pasos poco convencionales que las personas altamente exitosas dan en la vida)

En primer lugar, para tener éxito hay que hacer lo que hasta ahora no hemos hecho, y por tanto, hay un grado de dificultad en acabar con ciertas costumbres y adquirir nuevas rutinas hasta que éstas formen parte de nosotros.

Es decir, si te has propuesto bajar de peso y ponerte en forma, tu vida sedentaria debe acabar, y debes dejar entrar el nuevo hábito de cada día hacer ejercicio, e incluir alimentos que antes no incluías en tu dieta, y dejar algunos alimentos que te llevan acompañando durante muchos años.

Lo mismo ocurre cuando dices de prosperar profesionalmente o en los negocios, y es que debes incluir hábitos como el aprendizaje, la lectura y ampliar tu círculo de contactos, e incluso asistir a otro tipo de eventos.

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No hay éxito para la persona que no está dispuesta a esforzarse.

Cuando le preguntaron a Muhammad Ali cuántas abdominales hacía al día para tener ese abdomen, él respondió que no lo sabía exactamente, porque únicamente contaba a partir de las abdominales que le causaban dolor, pues esas eran las que le hacían ser el campeón. Dolor y sacrificio para ser un campeón.

(Leer: Las 32 reglas para ser un empresario de éxito)

Pero el sacrifico compensa cuando hay recompensa.

Y aquí vendría el punto clave de la desmotivación, y es que, como ya hemos dicho en otras ocasiones, el éxito no viene de forma lineal y/o ascendente. Es fácil sacrificarse y trabajar más duro cuando recibimos una recompensa, pero lo cierto es que hagamos lo que hagamos, pasaremos una etapa de dolor y esfuerzo sin recompensa, y precisamente, ésta es la etapa más dura del éxito, la etapa que más desmotiva, y la etapa en la que la mayoría de la gente abandona.

Una vez hemos incluido ciertas rutinas en nuestra vida, nos estamos esforzando al máximo dando lo mejor de nosotros mismos, siguiendo el plan que habíamos marcado, y no vemos resultados inmediatos, e incluso llegamos a ver que retrocedemos, es cuando el desánimo se apodera de nosotros, y únicamente los más fuertes mentalmente acaban pasando esta etapa.

Por ejemplo, si una persona decide perder peso, esta persona querrá ver los resultados lo más pronto posible, y si es una persona a la que le sobran 40 kilogramos, incluso perdiendo 5 kg, al mirarse al espejo no verá ningún cambio. Probablemente tenga algún altibajo en el que su peso vuelva a subir a pesar del sacrificio, y esa parte sería derrotadora.

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Es cuando las personas tendemos a olvidar que la disciplina debe ir acompañada de paciencia, insistencia y consistencia, y confiar en que si hacemos lo correcto una y otra vez cada día de la semana, independientemente de los altibajos en el corto plazo, finalmente los resultados llegan.

Y por altibajos podemos hablar de la otra etapa más desmotivadora aún, que puede ser la gestión de un fracaso.

Si es duro esforzarse sin tener resultados inmediatos, el toparse con un fracaso, puede ser derrotador para una gran mayoría. Y lo cierto es que fracasar no tiene nada de bello, pero es cierto que un fracaso puede ser una excelente fuente de aprendizaje para no cometer nuevamente los mismos errores.

Finalmente, el secreto del éxito se podría definir como «acostumbrarse a vivir en el infierno durante un tiempo para alcanzar el paraíso» (esta frase la vi en alguna película). Aunque vuelva a sonar a lección de autoayuda, lo cierto es que el éxito únicamente está al alcance de aquellas personas que nunca abandonan a pesar de todas y cada una de las adversidades que se les presenten en el camino.

Como se suele decir, no has fracasado hasta que dejes de intentarlo, y por tanto, no fracasas hasta que en algún momento dejas de buscar el éxito. En el momento que te rindes, ya puedes decir que fracasaste.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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