Mientras estamos tomando medidas para cuidar nuestra salud y apariencia física, rara vez prestamos suficiente atención a mantener la salud de nuestro cerebro. Según Sandra Bond Chapman, fundadora y directora del Center for BrainHealth y autora de «Haz tu cerebro más inteligente«, cualquier persona, independientemente de su edad, puede mejorar su capacidad cerebral y ampliar su memoria, haciendo su cerebro mucho más competente, tanto si hablamos de las decisiones que debemos tomar en nuestra carrera, negocios, así como las decisiones que tomaremos en nuestra vida personal.
Asimismo, el cerebro se encarga de nuestras capacidades cognitivas y de nuestra percepción de la vida. Sí, podemos dominar nuestros pensamientos, y desde un punto de vista científico, nuestros pensamientos pueden enfermarnos o pueden evitar que caigamos en ciertas enfermedades.
En el libro «La biología de la creencia«, el biólogo celular, Bruce H. Lipton, explica cómo nuestros pensamientos positivos y negativos afectan directamente a las células de nuestro cuerpo y cómo podemos cambiar un proceso celular simplemente cambiando nuestros pensamientos.
(Ver: El poder del pensamiento positivo más allá del tópico)
Pero nuestra capacidad cerebral, al igual que un músculo, puede «morir» de dos formas: de no ejercitarlo o de colapsarlo.
Sabemos que debemos cuidar nuestra salud general a través de una analítica o de algún síntoma claro que nos lleva a hacerle una visita al médico, pero, ¿cómo saber cuándo debería cuidar la salud cerebral?.
Según Chapman, algunas de las señales que nos deberían hacer prestarle la debida atención a nuestro cerebro, incluirían la sensación recurrente de fatiga mental, falta de energía mental, aumento de los casos de falta de memoria y dificultad para retener en la memoria, dificultad para tomar decisiones, sensación de estar abrumado por la información, incapacidad para planificar o crear soluciones para ciertos problemas, etc…
Por regla general estos síntomas son reversibles, aunque si no les prestamos la debida atención, con nuestra fatiga cerebral, podrían aparecer nuestros pensamientos negativos, y ante un problema que nos presente la vida junto con nuestra incapacidad de tomar decisiones y buscar soluciones, podría crearnos un serio problema de salud mental, entre ellos, uno que hoy día está muy de moda: la depresión.
(Ver: Neurociencia: 5 rituales para reverter la depresión y aumentar los niveles de felicidad)
Estos son algunos de los consejos de Chapman para cuidar nuestro cerebro evitando su sobrecarga y para revertir algunos de los daños causados.
1. Limita la multitarea.
No importa si eres hombre o mujer. Nadie puede hacer dos cosas a la vez eficientemente. Me explico: podemos correr y escuchar música o un audiolibro, pero no podemos realizar dos tareas cognitivas al mismo tiempo, es decir, no puedes leer un libro y ver una película al mismo tiempo. Incluso con un manos libres en el coche, el estar hablando retardará considerablemente nuestro tiempo de reacción ante un imprevisto.
Dicho ésto, el empleado multitarea es menos eficiente que el empleado enfocado en una sola tarea, algo que aún no han terminado de entender algunos directivos. Además, la multitarea disminuye la productividad mental, eleva la fatiga cerebral y aumenta el estrés.
Lo mismo ocurre con las distracciones. Si estás trabajando en algo que requiere tu atención plena, y recibes una llamada de teléfono, cuando vuelvas a la tarea inicial, tu cerebro debe volver a reiniciarse en un proceso que en ocasiones no somos conscientes, pero que le hace «tirar» de una energía mental extra y, por lo tanto, añade algo de más fatiga cerebral.
2. Limita las decisiones.
Quizás no nos demos cuenta, pero a lo largo del día estamos fatigando nuestro cerebro con pequeñas decisiones del tipo: qué ropa me pongo, qué desayuno, qué ceno…
Es por eso que las personas de éxito suelen tener en común ciertas costumbres que muchos consideramos manías, pero les ayuda a limitar esas pequeñas decisiones y así centrarse en las decisiones más importantes.
Barack Obama y Mark Zuckerberg suelen tener un armario lleno de prendas de vestir iguales. De esa forma, ya saben lo que se van a poner cada día. Los grandes hombres de negocios planifican el día siguiente o la semana completa para no estar pensando qué tienen que hacer o adónde van a ir.
(Ver: Toma de decisiones y fuerza de voluntad. ¿Cómo evitar dañar estos dos activos?)
3. Dormir lo suficiente.
Asegúrate de dormir lo suficiente, pues los diferentes estudios acerca del cerebro han demostrado que la información se consolida en el cerebro a un nivel más profundo de compresión durante el sueño. Asimismo, un cerebro descansado piensa de una forma más positiva y toma mejores decisiones que un cerebro desgastado y cansado por la falta de sueño.
4. Comprometerse con una rutina de ejercicios.
Hacer un mínimo de 20-30 minutos diarios de ejercicio aeróbico ayuda a mejorar la memoria y aumentar la atención y concentración, debido al flujo sanguíneo, así como a la oxigenación cerebral.
Por no hablar de que segregamos endorfinas y serotonina (felicidad), alejándonos del cortisol (estrés).
5. Limita o anula el consumo de drogas.
Y vamos a incluir el alcohol como la droga más peligrosa, incluso por delante de las anfetaminas y cocaína.
Hoy día, incluso se tergiversan las propiedades de la marihuana, una planta cada vez más aceptada por la sociedad. Estoy totalmente seguro que la marihuana tiene miles de beneficios para el organismo, pero NO FUMÁNDOTELA, sino una vez que han extraído las propiedades eliminando la droga. Más comúnmente, la marihuana es beneficiosa y curativa en extracto, acéite o pastillas.
Hasta donde sabemos, fumar marihuana produce daños neuronales y afecta directamente a las capacidades cognitivas, como cualquier otra droga, como hace el consumo de alcohol. Y esos daños sí que podrían ser irreversibles.
6. Simplifica el aprendizaje y extrae las ideas principales.
La mejor forma de aprender es la lectura de libros, seminarios, lectura de blogs, incluso películas de vídeo, aunque evidentemente no nos podemos quedar con todo aquello que intentamos aprender. La mejor forma de pasar ese aprendizaje a nuestra memoria de largo plazo es extraer las ideas principales de un libro o un seminario y escribirlas nosotros mismos. De esa forma, limitamos la información extra en nuestro cerebro y permanece lo que realmente es importante.
Piensa en tu cerebro como un disco duro con capacidad limitada. No obstante, podemos añadir más gigas a nuestro almacenamiento cerebral.
(Ver: Estos son los libros recomendados en Negocios1000)
7. Enfócate en las cosas más importantes.
Bloquea la información que es relativamente poco importante. Limita las distracciones con ciertas tareas. El secreto del éxito en cualquier campo es el enfoque. Y funciona igual en cualquier área.
Enfócate en prestar atención a unas pocas personas y no a todo el mundo. Enfócate en un proyecto concreto y no en muchos proyectos. Ataca una meta, una idea, y atácala de forma consistente evitando las distracciones.
Enfócate en aquello que vale la pena, enfócate en lo que tienes que estar agradecido y no en aquellas cosas por las que eres un desdichado. La limitación de la ingesta de la información es una función clave para la salud de nuestro cerebro. Aquello en lo que te enfocas es lo que te genera la percepción de tu vida y lo que te crea un estado de ánimo concreto. Por lo tanto, aquello en lo que te enfoques es lo que neurocientíficamente atraerás.
8. Mantente motivado.
Si hay algo que mueve montañas, eso es la motivación. Un cerebro motivado construye unas conexiones neuronales más fuertes y rápidas. Cuando cae la desmotivación en nuestra vida, nuestra capacidad cerebral comienza a dañarse introduciéndonos en una espiral tóxica.
Ver: 7 sencillos trucos para mejorar el poder del cerebro, por Deepak Chopra
