Cuando hice el artículo de «9 preguntas que te dirán si puedes llegar a ser un psicópata«, basado en el libro «Confessions of a Sociopath, del autor anónimo que usa el seudónimo de ME Thomas, se generó cierto revuelo al decir que un psicópata o sociópata no es muy distinto a lo que se nos ha mostrado en el cine en los papeles de Sharon Stone en Instinto Básico y Anthony Hopkins en el Silencio de los Corderos.
Algunas personas confunden la psicopatía con el «narcisismo», lo cual, a la hora de tratar con ellos no es ni parecido, pues el narcisista es una persona insegura, mientras el psicópata goza de una seguridad extrema en sí mismo. Y eso lo cambia todo.
Es cierto que los psicópatas tienen muchas más posibilidades de estar en la cárcel que la mayoría de la gente, pero lo cierto es que lo más probable es que estén dirigiendo empresas, los tengas como jefes e incluso como compañeros de trabajo. Son lo que se denominan «psicópatas subclínicos», los cuales no sienten ninguna empatía por los demás ni tienen conciencia. Paul Babiak los llamaba «Serpientes con traje», en su libro, «Cuando los psicópatas van a trabajar«.
Según los estudios, se calcula que el 1% de la población tiene rasgos psicopáticos, pero al no haber matado a nadie (al menos no de forma directa), una gran mayoría no han sido oficialmente diagnosticados. Babiak observó cómo el porcentaje se multiplica entre los directivos de empresa, superando con creces algunos rasgos que la psiquiatría considera por definición como psicópata.
Y con esas personas, casi probablemente, tratas a diario. De hecho, una persona con rasgos psicopáticos, suele tener más éxito que el resto, ascienden más rápido en la escalera corporativa y su frialdad les ayuda a elaborar mejores estrategias para su interés propio.
Dicho de otra forma, hay personas con trastornos psicológicos subclínicos. No han hecho nada malo para ir a la cárcel, pero sí hacen suficiente mal como para hacerte la vida un infierno. ¿Qué profesión es la que tiene un mayor de psicópatas?
Sin ninguna duda, los CEOs de las empresas.
Una vez hecha esta larga introducción y para que no haya dudas ni gente ofendida por atacar a su feliz psicopatía, veamos algunas estrategias para protegernos de los psicópatas y de la gente tóxica en general. (Ver: 9 tipos de personas tóxicas que debes evitar como la peste)
Para saber de qué debes protegerte, primero debes saber a qué te enfrentas. ¿Qué es un psicópata?
Psicópata y sociópata, para nuestro propósito es la misma cosa (no vamos a entrar en detalle), pero no hay que confundirlo con una «persona psicótica», pues el psicótico puede que esté viendo duendes, fantasmas o vampiros, mientras que el psicópata ve el mundo probablemente con más claridad que tú mismo. Tal vez con demasiada claridad, según explica el profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard, Ronald Schouten en su libro Almost a Psychopath, pues el psicópata no deja que la conciencia y la empatía interfieran en sus objetivos personales.
La psicopatía es un trastorno psicológico en el que el individuo muestra una profunda falta de empatía por los sentimientos de los demás, la disposición a participar en un comportamiento inmoral y antisocial de ganancias a corto plazo, y el egocentrismo extremo. – Almost a Psychopath
- El psicópata valora el entorno, las debilidades y necesidades de las personas que le rodean.
- Manipula e influye en otros para que se unan a él, es decir, empleará su astucia para meterse a otras personas en el bolsillo y los usará para lograr su objetivo.
- Drenará a las personas al máximo y los desconcertará. Por regla general, el psicópata subclínico promedio es inteligente y elaborará estrategias para acabar saliendo beneficiado.
Martha Stout, autora de «The Sociopath Next Door«, recomienda: