A la mayoría de nosotros nos gustaría ser mejores personas, ya sea en casa, en la oficina, o en cualquier lugar. El problema es saber por dónde hay que empezar exactamente.
Se consigue ser mejor persona trabajando más en nosotros mismos. Para ello es muy importante la motivación. Las personas cambian cuando realmente lo desean, por eso es importante buscar alguna motivación para el cambio, ya sea sentirte mejor contigo mismo, sentirte mejor con respecto a los demás, proyectar una mejor imagen de ti o crecer como persona.
Estas son algunas cosas que John Rampton ha recogido en The Muse, y que se pueden añadir a tu rutina diaria para convertirte en una mejor persona.
1. Piensa antes de hablar.
Antes de poner la lengua en movimiento pon el cerebro en funcionamiento. Algunas palabras pueden ser dolorosas. Y hay otras veces que según cómo digas las cosas pueden ser malinterpretadas y resultar dolorosas. ¿Alguna vez has dicho algo para gastar una broma y luego te has dado cuenta de que era inapropiada? Probablemente te sentiste bastante mal después.
Por eso, tomate siempre unos segundos extra para pensar en el impacto de tus palabras antes de decirlas en voz alta.
2. Acepta los cambios.
El cambio nos ayuda a crecer como individuos. En vez de resistirte al cambio, debes estar abierto a probar cosas nuevas, incluso si te asustan.
Además de aceptar el cambio, también debes abogar por un cambio positivo. Ya que tenemos la posibilidad de cambiar, es preferible elegir un cambio para bien.
3. Sé agradecido.
Como dice el refrán «es de bien nacidos ser agradecido.» La gratitud, además de ser positiva para los que nos rodean, es una herramienta poderosa para sentirnos bien con nosotros mismos.
De acuerdo con la investigación, las personas que sienten gratitud son más optimistas y se sienten mejor con su vida. Además, aquellos que sienten gratitud sienten menos envidia de las personas que tienen más que ellos, están más dispuestos a ayudar a los demás, y pueden prevenir problemas de salud, entre ellos, enfermedades coronarias. La gratitud también aumenta la autoestima y disminuye el estrés.
4. Mantén en buen estado tus círculos sociales.
Con esto no me refiero a estar todo el día en Facebook, sino a mantener la conexión con nuestros amigos, familiares, vecinos y compañeros de trabajo. Los buenos amigos deben cuidarse para no perderse y es de sobra conocida la capacidad que tiene la amistad para generar felicidad en nuestro entorno. Puedes creer que sólo necesitas a tu pareja, tus padres y algún que otro amigo para ser feliz, pero lo cierto es que el egoísmo y la desidia en cuestiones de amistad se puede llegar a pagar caro. Claro que más vale tener pocos amigos y buenos.
5. Usa tus puntos fuertes y trabaja en tus puntos débiles.
Las fortalezas son nuestro mejor activo, pues debemos usarlas para conseguir aquello que queremos. Debemos potenciarlas al máximo.
Al mismo tiempo, también debes ser consciente de tus debilidades. Es otra forma de crecer como personas. Tómate un tiempo para hacer una lista de tus puntos débiles y establece metas para trabajar en ellos.
Pero recuerda que es mucho más importante centrarte en tus puntos fuertes que tratar de mejorar tus defectos. A menudo las personas que intentan mejorar sus debilidades, acaban frustrándose. Te recomiendo leer nuestro artículo «No te enfoques en mejorar tus defectos; céntrate en potenciar tus virtudes«.
6. Cuida de ti mismo.
Haz ejercicio. Come sano. Duerme lo suficiente. Has oído estos consejos una y mil veces antes. Pero el cuidado de uno mismo es una de las mejores maneras de hacerte a ti mismo una mejor persona. Por ejemplo, ¿cómo puedes salir a jugar con tus hijos si siempre te sientes cansado? ¿Cómo se puede ser más productivo en el trabajo cuando se está agotado? No sólo vas a ser más feliz y más productivo, sino que también, tus seres queridos y compañeros de trabajo te lo agradecerán.
(Ver: Así lo hace Tony Robbins para mantener la vitalidad y energía a sus 55 años)
7. Ayuda a los demás.
Numerosos estudios han demostrado que la solidaridad está directamente relacionada con el bienestar, la salud, la longevidad y el éxito. Los actos de bondad hacen que nos sintamos mejor con nosotros mismos y las emociones positivas que generamos hacen que tengamos una mayor capacidad de recuperación física y psicológica. Por ello, ayuda a un vecino de edad avanzada con las bolsas de la compra, abre la puerta para otros, escucha a un amigo cuando su relación acaba de terminar…etc.
Pero ojo, no confundas ayudar con perder el tiempo con gente tóxica.
8. Sé curioso.
Un estudio, publicado en The Huffington Post, encontró que la curiosidad puede ayudar a fortalecer las relaciones, mantener estimulado el cerebro, disminuir la ansiedad, mantenerse feliz, y ayudarte a aprender, incluso temas poco interesantes.
Las grandes avances vienen de la curiosidad. De hecho, uno de los rasgos de las personas altamente inteligentes, es la curiosidad.
9. No seas impaciente.
Cuando no estás tranquilo, las cosas pueden verse más graves de lo que en realidad son, y además, puedes tomar decisiones que luego acabes lamentando. Teniendo paciencia, no sólo vas a tomar mejores decisiones, sino que te sentirás mejor contigo mismo cada día.
La impaciencia, a menudo genera también mucho estrés. Y es que hay cosas que tardan. Por ejemplo, un niño va a tardar 9 meses en nacer, de la misma forma que tanto si se habla de generación de riqueza como de crecimiento en un negocio, requiere su tiempo, y la impaciencia únicamente te puede llevar a tomar malas decisiones.
10. Deja de señalar con el dedo.
«Cuando se señala con un dedo, hay tres dedos apuntándote de nuevo a ti.» A todos se nos presentan obstáculos en la vida, pero no se puede usar eso como una excusa para no crecer como persona.
En palabras del autor y orador motivacional Jack Canfield:
«Recuerda, tú y sólo tú eres responsable de mantener tu energía. Renuncia a culpar, quejarte y no tomar decisiones, y sigue tomando medidas que te lleven a alcanzar tus metas soñadas.»