Comenzaremos este artículo diciendo que un franquiciado es un empresario con muletas y veremos ahora por qué. Un negocio propio tiene muchas ventajas con respecto a una franquicia, pero también tiene otras desventajas que no tenemos en una franquicia. Hay tres modos de ganar dinero en el negocio de las franquicias:
1. Analizar los distintos negocios que venden franquicias y tras un estudio del tipo de negocio y franquicia, si nos convence, adquirir una.
2. Iniciar una empresa propia que tenga características suficientes para ser franquiciable y lanzar nuestro propio sistema de franquicias.
3. Convirtiéndonos en expertos en el mundo de la franquicia y montar un negocio dedicado al asesoramiento como consultor especializado en franquicias.
A la hora de decidirte a adquirir una franquicia debes tener cualidades pertenecientes a dos mundos:
1. Debes tener carácter de emprendedor y empresario ya que reálmente, la franquicia será tu negocio.
2. Debes saber agachar la cabeza en ciertos momentos y recibir indicaciones por parte del franquiciador. Debes ser consciente que tú eres el empresario pero trabajas bajo las mismas normas que si fueras un gerente de una empresa.
Por eso decíamos al principio, que el franquiciado es un empresario con muletas.
La mayor ventaja de adquirir una franquicia es que entras a formar parte de un negocio ya existente y cuya rentabilidad debe estar demostrada. En muchas ocasiones, las franquicias más serias no te permitirán que adquieras una si piensan que vas a fracasar en el intento.
Con tu negocio propio, partes de cero sin saber si va a ser rentable, ya que no tienes un sistema probado de funcionamiento, aunque ojo, el éxito tampoco está asegurado al 100% en una franquicia.
Antes de adquirir una franquicia
Infórmate de todo el funcionamiento interno. Para hacer eso es recomendable que visites a franquiciados de esa misma cadena, pero NUNCA a los que te aconseje el franquiciador, ya que podrían cobrar un plus por cada franquiciado nuevo y no te digan toda la verdad, estando interesados en que entres a formar parte del negocio.
Visita a alguno por tu cuenta. Queda con él en un restaurante, en un ambiente relajado y que te informe del funcionamiento. Pregunta todo aquello de lo que quieras obtener respuestas. Sin duda es la mejor forma de recopilar información.
Qué franquicia elegir.
A la hora de elegir una franquicia podemos encontrar una franquicia ya consolidada en el mercado o una franquicia que esté comenzando a expandirse.
Ciertamente, la nueva franquicia conlleva más riesgo, ya que ni el mismo franquiciador conoce su rentabilidad, por lo que yo personalmente aconsejo que séa una franquicia que ya lleve años en el mercado y en cuantas más ciudades esté presente, mejor señal, ya que es evidente que funciona. Aunque nunca descartes del todo una nueva franquicia, ya que incluso las grandes de hoy, en su día fueron nuevas y pequeñas. Debes tener un mínimo de intuición en el futuro del mercado.
Como en todo negocio e inversión debes tener claro una cosa. Debes tener una buena estrategia de entrada, pero nunca te olvides de tener una buena salida, en caso de que no marche todo como se esperaba.
Es imprescindible que antes de decidirte, le presentes una copia del contrato a tu asesor ( que a ser posible, debe estar especialidado en franquicias ya que el sistema es distinto). El te dirá si te obligan a estar cuántos años o si al cabo de los años suben los «royalties».
Asegúrate de que no te pongan muchas pegas a la hora de vender la franquicia a otra persona, si no, no habrás cogido un negocio, habrás adquirido una obligación por el tiempo que hayas firmado, en la cual tengas beneficios o no, deberás continuar pagando la cuota al franquiciador.
Si la franquicia cotiza en bolsa, lée sus estados financieros y bursátiles, ya que si los inversores confían en una franquicia es porque merece la pena invertir en ella.
A menudo, expertos dan un consejo y es, invierte en varias franquicias al mismo tiempo, de esa forma se diversifica el riesgo y tienes la posibilidad de obtener una doble rentabilidad, aunque bueno, ese consejo es válido para todo aquel que tenga capital para llevarlo adelante.
En resumen: Soy partidiario de un negocio propio más que de una franquicia, pero como se suele decir, » Una franquicia es la mejor forma de formar a un empresario ya que directamente entra a formar parte de un negocio del cual puede aprender para desarrollar el suyo propio.
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