Las compras de joyas por parte de la clase trabajadora han caído hasta un 40%, aunque irónicamente en el negocio de las joyas de alta gama se han encontrado con una subida de ventas durante este periodo de crisis. No obstante, como comentan algunos joyeros, es lo comido por lo servido, ya que siguen expuestos a grandes riesgos de seguridad por lo que las aseguradoras han incrementado la prima del seguro para este gremio.
Las joyerías no tienen más remedio que recurrir a la bajada de precios y constante innovación y en muchos casos, complementar su negocio con bisutería, ya que la bisutería ahora se demanda bastante más.
Otro mercado como idea de negocio para este gremio se encuentra en la joyería de segunda mano, destinada para la clase obrera o personas que están en paro.
Y como última alternativa se encuentra la venta de joyería online, ya que pocos son los joyeros que hacen uso de internet para promover sus productos a otros lugares del mundo.
Como resumen: bien sea por la constante innovación necesaria, bien sea por tener que bajar los precios a sus productos o por motivos de seguridad, puede que el sector de la joyería no sea uno de los mejores negocios para iniciarse en esta época, a no ser que nos lancemos a la joyería de «alta gama».