Cientos de empresarios deberán sentarse a analizar su contabilidad detenidamente, sobre todo el pequeño y mediano negocio, ya que el pequeño empresario tiende a descuidar las finanzas básicas. En los próximos meses algunos pequeños empresarios descubrirán que tienen una de estas dos situaciones en su empresa:
El que vende más con menos margen de beneficio. Este se encontrará con que su negocio no es rentable al perder dinero con este sistema. Ahora explicaremos el por qué.
El que vende menos pero con más margen de ganancia. Este empresario, en plena época de recesión económica donde el cliente habitual, ahora más que nunca, mira el ahorro, puede llegar a notar una pérdida de clientes, lo que a la larga nos lleva al mismo punto. Más ganancia en las ventas, pero ventas escasas, por lo que su negocio tampoco es rentable. ¿Una locura, verdad?.
Hace algunos años, mi función era asesorar a las empresas tanto en su estrategia de Márketing de cara al cliente como en el enfoque del producto o servicio ante el mercado. Por suerte ya no me dedico a eso, ya que debo reconocer que la crisis ha creado una situación difícil para el pequeño y mediano emprendedor, al menos a la hora de definir la estrategia a seguir. No obstante, es cuestión de poner nuestro cerebro a trabajar para saber adaptar nuestro producto a las necesidades del mercado. Algunos se verán en la obligación (por números) de elegir forzosamente uno de estos caminos.
Analizar el beneficio neto de nuestro producto o servicio.
Poco podemos hacer si no conocemos cuánto ganamos al vender un producto o prestar un servicio a un cliente, ya que estoy seguro de que si muchas empresas sacaran cuentas, en muchos casos piensan que están ganando dinero al ver liquidez en su cuenta, cuando realmente están generando un agujero enorme en su economía.
Si nuestro negocio es una fábrica, lo tendremos más difícil a la hora de calcular el coste de un producto, pues como hemos dicho en varias ocasiones, en la fabricación se suelen encontrar las pérdidas al no poder controlar al 100% los costes.
No obstante, una forma casera y efectiva de calcular la rentabilidad de un producto o servicio se encuentra en el análisis de «rentabilidad por coste y beneficio de producto» y cálculo de costes fijos y variables para la fabricación o distribución de determinado producto.
- Anotamos los ingresos brutos de nuestros clientes en los últimos 12 meses.
- Costes fijos: Alquiler del local, letras de maquinaria, sueldos y seguros de trabajadores, etc..
- Costes variables: Mano de obra extra contratada, gastos de luz, coste de agencias de reparto y cualquier gasto que haya sido derivado de la fabricación o venta del producto.
- Pagos a proveedores durante los últimos 12 meses.
- Calculamos cuantas unidades se han fabricado al final del turno de trabajo.
- Calculamos el precio final al que se lo vendemos al cliente, todo incluído (precio final)
- Esto no hace falta decirlo: Multiplicamos el precio final de venta del producto por las unidades fabricadas al final del turno.
- Coste del material que ha sido necesario para la fabricación. Debes incluir cada tornillo, cada metal o cada plástico empleado (TODO).
- Resta la cantidad que sumamos en nuestra anterior cuenta (El coste diario de nuestro negocio) Ahí llevamos sueldos, luz, agua, alquiler, reparto, etc…