Mi primer trabajo (con 18 años) fue en venta directa. Vendíamos a puerta fría. Probablemente alguna vez hayas recibido en tu casa a algún vendedor, el cual se presentó sin avisar. Probablemente compraras o probablemente no. En el segundo caso, si la venta no se llegó a efectuar, puede ser debido a que el vendedor no fuera de nuestro equipo de ventas. Aunque suene a arrogancia, recuerdo que salíamos a la calle con esa actitud. Teníamos muy claro que la compra no dependía de la actitud o predisposición del cliente, sino de nuestro trabajo a lo largo de la visita.
El cliente no decidía, nosotros lo guiábamos hacia una decisión de forma natural. Aquel trabajo fue como mi primera universidad (Universidad de Ventas). De hecho, años más tarde, mi experiencia y vivencias dentro del sector, me ayudó a preparar grandes equipos comerciales y vendedores líderes en cualquier sector, pues a pesar de lo que se dice, todo se vende de igual forma. No importa si es un Fondo de Inversión, un seguro de coche, productos químicos a empresas, etc.. Toda, absolutamente toda venta se rige por los mismos pasos:
- Un producto.
- Un cliente.
- Detectar una necesidad en el cliente o Crear una necesidad.
- Cubrir esa necesidad con nuestro producto.
- Cierre de la venta.
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