Una de las quejas más comunes que existen por parte de algunas empresas es que no se encuentra talento, pero por otra parte, cuando existe el talento, tampoco se está dispuesto a pagarlo adecuadamente. Para ciertos puestos en la empresa se necesitan conocimientos y actitudes (también aptitudes con «p»). ¿Qué hacer cuando una persona tiene cualidades idóneas para un puesto pero carece de algunos conocimientos?, ¿Qué hacer cuando esa persona tiene conocimientos pero necesitamos que tenga ciertas habilidades?.
Si necesitamos ciertas habilidades en un trabajador, se le entrena y punto. Del mismo modo, si necesitas que una persona que tiene la actitud y aptitudes necesarias para un puesto careciendo de algunos conocimientos, se le forma. Rara vez se encuentra el trabajador perfecto e idóneo para un puesto, sobre todo cuando está relacionado con Dirección o liderazgo, aunque existen personas que son diamantes en bruto, que únicamente hay que pulir correctamente para sacar todo lo bueno que esa persona puede aportar.
Las empresas suelen contratar trabajadores pero no suelen invertir en los propios trabajadores. No es que exista una falta de talento, sino que en ocasiones existe la incompetencia corporativa de formar ese talento, una práctica muy poco frecuente en España y que da buenos resultados en otros muchos países.
Leía hace tiempo que las empresas estadounidenses que han invertido en la formación de sus trabajadores, en el largo plazo han superado a aquellas empresas que no lo hacían. Las empresas que invierten en formar profesionales, tenían en el largo mejores resultados, mientras que las empresas que directamente buscaban profesionales hechos, solían fallar con más frecuencia en las contrataciones, y por consiguiente, debían perder más tiempo y dinero en las constantes contrataciones.
Si en el mercado de valores existen empresas que están infravaloradas, con gran potencial de revaloralización en el largo plazo, en el mercado laboral también hay mucho talento infravalorado, jóvenes y no tan jóvenes que nunca han tenido la oportunidad de demostrar su valía. Es por eso que las empresas no sólo necesitan un departamento de Recursos Humanos para elegir entre miles de candidatos según su curriculum, sino que necesitan personas capaces de reconocer el talento que a otras empresas se les escapa, así como una formación continua de los empleados que ya tienes en plantilla.
Volvemos a las líneas continuas que surgen entre empresa y Recursos Humanos, y es que en ocasiones se ponen ciertos requisitos que el candidato debe cumplir, y si falla alguno, puede ser descartado aunque tuviera actitudes, aptitudes y conocimientos para desempeñar la labor. ¿No sería mejor formarlo en aquello que le falta?.
En resumen: Una empresa llega a tener éxito gracias al grupo de personas que componen la empresa, gracias a la profesionalidad de esas personas. Cuanto más invirtamos en formar buenos profesionales, mejores profesionales tendremos y en mejor empresa nos convertiremos. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste una inversión en tus trabajadores?