Las mujeres emprendedoras únicamente están consiguiendo un 4,2% de financiación de los fondos de capital riesgo. Es por eso que el Instituto Clayman de Stanford se encuentra elaborando un estudio sobre las posibles causas. Aunque el estudio aún está en fase preliminar, ya podemos ir sacando algunas conclusiones de lo que está ocurriendo.
Casualmente, las mujeres, tanto dentro de la inversión como en los negocios, suelen ser menos «adictas al riesgo», habiendo siempre algunas excepciones, y suelen ser más austeras en los gastos del negocio, pero cuando a un inversor de una firma se le habla de emprendedores, a su mente suele venir la imagen de un hombre.
El estudio ha consistido en crear planes de negocio idénticos y modificar únicamente el «género» del emprendedor y el nivel de educación (técnica o no técnica). De esta forma, se les pidió a los inversores que analizaran la probabilidad de invertir en el proyecto y calificaran la probabilidad de riesgo en el proyecto.
Los autores del estudio encontraron que el género del emprendedor tiene un gran impacto en cómo los inversores reaccionan ante la posibilidad de invertir en el negocio.
Para las mujeres, el tener un título técnico ayudó a «nivelar el campo de juego» en términos de confianza con respecto a los hombres que carecían de él. En cambio, ante una carencia de conocimientos técnicos suponía una gran desventaja para la mujer, mientras que para el hombre no importaba demasiado.
Andrea Davies Henderson, atribuye estos resultados al hecho de que «la profesión de emprendedor ha sido escrita como hombre históricamente y aún se conserva esa mentalidad en los círculos de inversores». Quizás, hace un tiempo, el color o nacionalidad del emprendedor también era una desventaja entre un círculo de inversores blancos, y con el tiempo ha ido cambiando.
Para Andrea, las mujeres son igual de competitivas tanto a la hora de emprender como a la hora de dirigir una empresa desde un puesto de dirección, por lo que en el supuesto campo de juego en los negocios, la balanza, está completamente equilibrada entre ambos géneros, aunque los resultados que por ahora muestra el estudio, ante igualdad de condiciones en estudios técnicos y experiencia emprendedora, la mujer se encuentra en clara desventaja a la hora de conseguir capital privado de estas firmas de inversión.