Hemos hablado mucho sobre liderazgo, sobre los errores que se suelen cometer en la dirección de equipos, así como otros conceptos más técnicos dentro de la gestión del líder en la empresa. Como en cualquier profesión u oficio, existen mejores profesionales, malos y mediocres. Dentro del liderazgo ocurre igual, y como en cualquier profesión, todos podemos mejorar.
Una cosa está clara, y es que no podemos dirigir a los demás si no somos capaces de encauzarnos nosotros mismos. Según Carrie Kerpen, la mayoría de los buenos líderes suelen sentirse saludables y atractivos, por lo que es importante dentro del liderazgo, comenzar por ahí.
(Leer: Cómo ser un líder más carismático y persuasivo)
Carrie Kerpen asegura que cuando tuvo que ocupar el puesto de Director de su marido dentro de la compañía, no fue el mejor momento, ya que venía de cuidar a un padre moribundo, a sus dos hijos y había estado mucho tiempo retirada, lo cual hizo mella no sólo en su estado anímico, sino también en ese «sentirse saludable». Kerpen habla de que muchos ejecutivos no le dan importancia a hacer ejercicio, cuando un cerebro bien oxigenado, suele pensar mejor y tomar mejores decisiones.
1. Para ser un buen líder, primero, concéntrate en tí.
Si no te sientes bien contigo mismo va a ser difícil que los demás te vean como un líder. Haz ejercicio, cambia la dieta hacia alimentos más saludables, pierde peso si es necesario,ve a la peluquería, usa ropa con la que te sientas bien. Haz que te guste lo que ves en el espejo.
Una vez mejorada la imagen física (y por tanto mental), ahora pasemos a mejorar algunos hábitos de conducta, que si bien no están relacionados con la capacidad de liderazgo, cierto es que nos ayudarán a ser mejores líderes.
2. Evita comprobar el teléfono mientras estás hablando con alguien.
Llegó el temido día del que nos advertía Einstein: «El día que la tecnología sobrepase nuestra humanidad, seremos una generación de idiotas». Comienza cambiando este cada vez más habitual hábito en las personas de mirar constantemente el móvil y mucho menos contestar un sms o «WhatsApp» mientras alguien te está hablando. Un líder jamás debe mostrar tal falta de respeto hacia los demás. Lo cierto es que nadie debería hacerlo, pero….
3. Permite que el pasado dicte tu futuro.
Los errores son muy valiosos, no los desperdicies, estudialos y aprende de ellos. Del mismo modo, recuerda que tú cometiste errores, así que no castigues demasiado los errores de las personas que te rodean. Intenta enseñarles también a aprender de esos errores.
4. Aprende a no hablar a espaldas de alguien.
Sé que hay personas que lo hacen inconscientemente, y de hecho, en ocasiones no piensan que están actuando de forma incorrecta. Ahora piensa en el nivel de fiabilidad que te proporcionaría una persona que no es capaz de decir lo que piensa de frente, y en cambio lo hace a tus espaldas. Nuevamente, es un tipo de actitud reprochable para cualquier persona, y para un líder sería completamente inaceptable. (Leer: Los errores de un líder)
5. Sé una persona auténtica.
Muchas veces he escuchado decir de alguien que es una persona auténtica y ejemplar, cuando en realidad era más falso que un euro de madera. Ser auténticos no consiste en complacer a todo el mundo ni tomar decisiones buscando la complacencia de los demás. En ocasiones debemos decir «NO» a nuestros amigos, empleados e incluso superiores. En otras ocasiones, aún estando abiertos a escuchar y estudiar proposiciones, deberemos defender nuestra postura sí o sí, por el bien de nuestro proyecto y/o equipo. Aprende a ser auténtico, pues una persona auténtica probablemente discrepe en una gran parte de opiniones de los demás, y el líder no es una excepción.
6. No hay grandes victorias si no hay riesgo.
El éxito no es fácil, ya que de ser fácil todas las empresas tendrían éxito. Deberemos aprender a dominar y asumir riesgos, aunque no sepamos si vamos a tener éxito o no. En ocasiones, hay que seguir nuestros instintos, aunque siempre analizando detenidamente algunas decisiones. Como ya decíamos en nuestras 18 lecciones de negocios, lo que es fácil de hacer, rara vez nos conduce al éxito. Un líder debe ser valiente, aunque consciente de los riesgos.
Además, si hemos hecho un buen trabajo dentro del liderazgo con nuestro equipo, una plantilla que van todos a una con una confianza ciega en su líder, suelen conseguir prácticamente todo lo que se propongan.
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