Uno de los motivos más comunes para el fracaso empresarial se encuentra en la ausencia de un plan de marketing viable en el negocio, según Ira Kalb, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad del Sur de California y autor de «El ADN del Marketing«. Es cierto que la historia está llena de grandes productos que fracasan, y años más tarde se convierten en un gran éxito en las manos de otro empresario. El producto y el mercado es el mismo, lo único que ha variado es la estrategia de marketing que ambos emprendedores han aplicado.
No es el proyecto, no es la idea, no es el dinero. Aún teniendo todo eso, no tenemos nada si no llegamos a nuestro potencial cliente. ¿Qué puntos debemos tener en cuenta a la hora de elaborar un buen plan de marketing para nuestro producto o servicio?
Foto: Ira Kalb |
Los planes de marketing tienen 2 elementos principales, que son:
- 1. Objetivos.
- 2. La estrategia para alcanzar esos objetivos.
Para realizar una estrategia de marketing adecuada debemos detenernos en los siguientes puntos:
Investigación de mercado.
No podemos hacer «fuego a discreción» en nuestra estrategia, por lo que deberemos conocer cuál será nuestro mercado objetivo o a qué mercado en particular queremos enfocar nuestra estrategia de marketing. (7 pasos para definir tu mercado objetivo una vez tienes la idea)
Branding (imagen corporativa y/o posicionamiento de la marca).
Una vez tenemos la información correspondiente sobre nuestro mercado objetivo, ahora debemos elaborar la estrategia de marca, a través de la cual, estudiaremos cómo va a percibir el cliente nuestro producto o empresa. Debemos fomentar las expectativas de compra y al mismo tiempo mostrar lo que nos diferencia de la competencia.
El producto o servicio.
Debemos adaptar nuestro producto o servicio a las necesidades de ese mercado objetivo, y es de vital importancia que el producto cumpla con las expectativas que hemos vendido a través de nuestra marca. En ocasiones, las empresas se centran en hacer una venta sea como sea. Eso es pan para hoy y hambre para mañana. «No hagas una venta, haz un cliente». Esa es la ideología empresarial de las empresas que piensan a largo plazo.
Si el producto o servicio no cumple con lo que esperaba el cliente, el comprador quedará decepcionado y su decepción provocará unas referencias en forma piramidal. Las opiniones positivas sobre un producto suben en escalera, mientras las opiniones negativas, suben en ascensor.
El precio.
Una vez que tenemos definido el producto, el costo de ventas se puede determinar, y las estrategias de precios se pueden diseñar. Quizás en este punto es donde muchos empresarios se pierden, y donde es evidente que si tenemos un producto distinguido, mejor que el de nuestra competencia, exclusivo para un tipo de cliente y de alta calidad, el precio que podemos cobrar siempre podrá ser más alto, y por tanto nuestro margen de ganancia también.
Nuestro sistema de distribución y venta.
En principio, un producto se puede vender de dos formas hoy día:
- Un vendedor vende al cliente en persona (cara a cara)
- A través de internet (sin interacción)
- Estrategia con cupones de descuento.
- Ofertas promocionadas en Facebook.
- Publicidad con Google Adsense o similares.
- Anuncios en blogs o revistas especializadas en la temática de tu empresa.
- Prensa local, radio local, televisión autonómica, etc…
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