Los grandes empresarios suelen dar muchos consejos, y lo cierto es que siempre viene bien escuchar a esas personas que han logrado lo que nosotros nos proponemos. Claro que una vez que escuchamos todos los consejos, podríamos observar algunos puntos contradictorios. Es decir, lo que a un empresario le ha ido bien en su forma de pensar, puede que otro piense todo lo contrario.
Muchos de estos consejos, contradictorios o no, pueden ser malos para tí como emprendedor, o quizás sea lo que necesitabas escuchar. No obstante, siempre es bueno tener esta gran cantidad de materia prima de asesoramiento para posteriormente ir desechando lo que nos es útil y lo que no. Al menos es algo interesante.
Paul Graham: No pensar en grande.
Mientras que uno de los consejos más frecuentes de Donald Trump ha sido el de pensar en grande (ya que tienes que pensar, piensa en grande…), para Paul Graham esto podría ser un error, pues la forma de hacer las cosas realmente grandes sería comenzar con cosas aparentemente pequeñas. «No intentar masticar más de lo que podemos tragar».
Lo cierto es que tanto Graham como Trump tienen razón, y en el caso de Graham, él se refiere únicamente a marcarnos y cumplir pequeños objetivos, que con el tiempo nos llevarán hacia algún sitio si hacemos un buen trabajo. Es el mismo caso que la estrategia Seinfeld, donde todo consistía en hacer un pequeño trabajo diario para que con el tiempo se haya construido algo sin apenas darnos cuenta.
Leo Babauta: No establezcas metas.
Para Leo Babauta, vivimos en una época donde todo el mundo se marca metas y objetivos, pero según él, los empresarios que viven sin objetivos definidos se sienten liberados y dejan de estar limitados al conseguir cosas que no estaban en esas metas. Suelen tener una mente más diversificada, y quizás sean más locos, pero son los locos que consiguen grandes cosas.
El consejo de Leo es dejar de fijar metas para que podamos vivir sin la frustración de perseguir objetivos y no alcanzarlos, de forma que no nos preocupemos tanto por el futuro y nos encarguemos de disfrutar el presente.
*Para mi punto de vista personal, esta filosofía de vivir sin objetivos, es cuanto menos peligrosa, aunque pudiera llevar algo de razón.
David Goldberg: Sal temprano de la oficina.