Aunque para el título del artículo hemos empleado la palabra «resistencia», vamos a cambiarla por «resilencia». Definición de resiliencia: es la capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecido y alcanzando un estado de excelencia profesional y personal. Esto permite una sensación de control frente a los acontecimientos y mayor capacidad para afrontar retos (Fuente: Wikipedia). Y es aplicable tanto a los negocios como carrera profesional.
En anteriores artículos hablamos de las agallas y la capacidad de recuperación ante un fracaso como habilidades para alcanzar el éxito en aquello que nos propongamos. (Leer: 8 preguntas cuya respuesta predice tu éxito). Esa capacidad, tanto a la hora de hacer frente a los retos, como a la hora de recuperarse ante fracasos, quizás sea la parte más importante del éxito. En teoría es fácil decirlo, pero ¿cómo lograr esa resilencia en la práctica?.
Imagen: Captura Margin Call |
Como en cualquier juego, debemos saber las reglas. Debemos saber en primer lugar que el éxito no es lineal y que tendremos altibajos hasta alcanzar el objetivo. Es por eso que si bien debemos ir poniéndonos pequeños objetivos en el corto plazo, nuestra meta final debe ser de largo plazo. Recuerda que el éxito no es un sprint, sino una carrera de fondo, o lo que es mejor: una serie de carreras una tras otra.
Es por eso que debemos buscar algo en lo que vayamos a ser capaces de mantener la pasión y la perseverancia. Debemos estar concienciados de que vamos a tener que trabajar muy duro durante largos períodos de tiempo. La tenacidad la conseguiremos con la experiencia.
(Leer: 5 claves para ser excelente en todo aquello que te propongas)
Poco a poco iremos superando niveles.
Esa superación de niveles será nuestra mayor motivación, mientras la incapacidad de pasar de nivel será nuestro duro aprendizaje. Porque vas a tener que estar abierto a aprender constantemente de cualquier situación que se te presente.
Nuestra respuesta emocional a la adversidad.
Cuando nos lanzamos a alcanzar un sueño, suelen aparecer emociones negativas como tristeza, ira, miedo y estrés. Y lo cierto es que a pesar de lo que te digan, no se puede combatir contra ellas. Todo el mundo tiene algún miedo, y todos en un momento dado podemos estar algo menos alegres (tristes). Por tanto, aunque podemos equilibrar esas emociones haciendo ejercicio, yoga o meditando (lo que a cada uno le vaya mejor), vamos a tener que convivir con esas emociones, pues nadie está libre de ellas. Pero debes intentar mantenerlas en línea.
No obstante, todos los grandes empresarios coinciden en que si haces ejercicio a diario, te enfrentarás a los obstáculos mucho más enérgico.
Filosofía de vida para convertir acontecimientos negativos en oportunidades.
Quizás la mayoría de la gente esté cansada de este mensaje. No creo que a nadie le haga gracia que le digan eso de: «Mira el que te hayan despedido como algo positivo, ya que ahora tendrás nuevas oportunidades».
Cierto, no creo que haga gracia, pero es que lo mires con humor o con lágrimas, la situación real es que te han despedido, y si la situación es jodida ya de por sí, si te vienes abajo estás jodido por 2 sitios distintos. El despido o el fracaso no es algo orgásmico, pero es lo que hay, y no hay marcha atrás.
No es lo que te gustaría que fuera, sino la realidad que hay en ese momento. Sí que te puedo decir (aunque suene a tópico y repetitivo) que una vez que ya casi lo has perdido todo, no deberías tener tanto miedo a intentar otro tipo de cosas.
Quiero que recuerdes el discurso de Steve Jobs: «En el futuro los puntos se conectan y todo cobra sentido», hasta el punto de que tanto Steve Jobs como otros muchos empresarios aseguran que el ser despedidos fue lo mejor que les pudo pasar, aunque en aquel momento no lo vieran así.
Vamos a elegir ser optimistas-realistas.
El éxito no es ni para los pesimistas ni para los optimistas idealistas, sino para los optimistas realistas, según el estudio que publicamos.
Los optimistas realistas no ignoran los problemas como los idealistas, sino que filtran la información negativa irrelevante para centrarse en las noticias negativas relevantes en su empresa o sector. Mientras que para el pesimista son todo problemas y para el idealista no existen problemas, el optimista cuya visión es realista, ve los problemas y no intenta esquivarlos, sino que se enfrenta a ellos.
Sabe que el camino no es un alfombra de rosas y ya cuenta con la adversidad.
(Leer: Pasos para alcanzar tus objetivos)
Nos vamos a basar en la estrategia Seinfeld.
Rendimiento y consistencia de nuestros actos es todo lo que se necesitaba en la estrategia Seinfeld para alcanzar el éxito. Es una forma de aportar cada día nuestra dosis de trabajo (nuestro ladrillo) y sin darnos cuenta, con el paso del tiempo habremos construido algo grande.
«No nos vamos a enfocar en la meta, sino en el camino. No nos vamos a enfocar en el cumplimiento del objetivo a largo plazo, sino en el trabajo diario.»