Leila Janah ha sacado de la extrema pobreza a más de 15.000 personas a sus 31 años.
Lo ha hecho creando su propia organización sin ánimo de lucro, pero a diferencia del resto de organizaciones de este tipo, Leila ha buscado la forma de crear una empresa con beneficios recurrentes. Entre sus clientes se encuentran Google, Facebook, Wal-Mart….
Su organización ha hecho mucho más por los pobres que la fundación de Bill y Melinda Gates, aunque se ha llevado bastantes menos titulares.
Conoce la filosofía de esta bella, inteligente y filantrópica mujer emprendedora.
Leila Janah |
Leila Janah dice que sus principales valores son heredados de su padre y hermano, los cuales le enseñaron que todas las personas son igualmente merecedores de la dignidad y la oportunidad, ya que solo la pura casualidad es la que ha hecho que hayas nacido en un país con buenos colegios, atención médica y posibilidad de comer todos los días. No todos tienen esos lujos.
Su padre le inculcó la creencia de que se debe ayudar a las personas que no tuvieron la misma suerte en la lotería del lugar en que nacemos.
Cuando tenía 17 años, Leila se graduó y asistió como voluntaria para impartir clases de inglés en Ghana. Sus padres no tenían dinero para este tipo de viaje, por lo que tuvo que hacerlo gracias a una beca. Viajó ilusionada y convencida de que podía cambiar el mundo, pero al llegar a Ghana chocó con la realidad, y es que en Ghana, a pesar de que muchos piensen que sus habitantes no están preparados y formados, la realidad es que están mejor formados que las personas del primer mundo, con conocimientos avanzados de idiomas y una cultura general sorprendente.
El problema es que la formación no les sirve de nada, ya que no tienen absolutamente ninguna oportunidad laboral digna de mencionar.
Tras trabajar un periodo breve en el Banco Mundial, se desilusionó rápidamente por el enfoque para el desarrollo, donde observó que el dinero iba a parar a los Gobiernos y grandes instituciones, y que todas esas palabras de ayuda a los países tercermundistas, quedaban únicamente en eso -en palabras-.
Fue cuando Leila tuvo una idea:
Por un lado tenemos al mundo capitalista con empresas que quieren crecer y enriquecerse aún más, y por otro lado tenemos a aldeas extremadamente pobres con miles de personas con talento y sin trabajo. ¿Por qué no usar el modelo de contratación externa para hacer frente a la pobreza?.
En 2007 dejó su trabajo para dar forma a su idea y dedicarse a tiempo completo. «Yo estaba decidida a formar una organización sin ánimo de lucro que podría coger los contratos outsourcing y dirigir el trabajo a las personas necesitadas», dice Leila, la cual creó Samasource, un negocio que nace de la inspiración del trabajo de Muhammad Yunus, fundador del Grameen Bank y pionero en los negocios sociales.
El concepto básico de esta idea de negocio consiste en aplicar las ideas de comercio justo para la industria del Outsourcing, y redirigir una pequeña parte de los más de 200.000 millones dedicados a la externalización hacia las mujeres y jóvenes cualificados de los países en desarrollo.
Entre las compañías que redirigen ingresos notables hacia esta revolucionaria idea se encuentran ni más ni menos que Google, Facebook, Wal-Mart, LinkedIn, eBay, Evenbrite, y Getty Images.
Más de 15.000 personas han salido de la pobreza al recibir un salario justo de Samasource, además de las oportunidades de desarrollo profesional.
Reconoce que ha dedicado hasta 16 horas diarias de trabajo para sacar adelante este proyecto y que no ha sido fácil, pero la única forma de cambiar el mundo, es dejar de hablar y dedicarte a cambiarlo. No hay otra forma.
Podemos medir a los empresarios por muchos patrones, desde los beneficios que generan hasta los productos que crean, pero si medimos a los empresarios por el bien real que hacen a los más necesitados, Leila probablemente sea la actual mejor emprendedora en todo el planeta, y por si fuera poco, su empresa es totalmente rentable y sigue creciendo.