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Alcanzar la sabiduría y maestría en los tiempos de internet.

Si de algo sabe Robert Greene, es de Maestría.

Si bien la forma histórica de alcanzar la maestría en una materia concreta ha sido a través de las horas de práctica (se dice que no eres un maestro hasta que no acumulas 10.000 horas de práctica), la única forma de lograr esas 10.000 horas y sobrevivir a la lucha de la repetición incluso de las tareas que menos nos agradan, es hacer aquello que te apasiona.

Robert Greene, autor de Mastery (Maestría), asegura que para dominar un campo concreto, debes amarlo, y debes tener una conexión emocional y personal con el mismo. Para descubrir nuestra pasión, no podemos quedarnos sentados y esperar que se nos encienda la bombilla. Green asegura que la forma más rápida es probar y probar nuevas cosas, aprender diversas materias hasta que algo haga «click» en nuestra cabeza y decidamos que queremos aprender todo acerca de esa materia.

Para Green es inexplicable que en la era de Internet haya tanta gente que aún no haya encontrado su pasión. De hecho, toda la información está en la red, información de todo tipo y fuentes de lo más diversas.

Deberíamos ser mucho más inteligentes, pero la mente humana nos ha traicionado de tal forma que hemos aprovechado Internet para llenarnos de información que ya teníamos y que hasta ahora no nos ha llevado a ningún sitio. Internet puede ser nuestro mejor amigo y también nuestro peor enemigo, según el uso que le demos.

No obstante, es una oportunidad de aprendizaje que si los grandes genios de la historia la hubieran tenido, serían aún más grandes hoy día.

Se dice que a Leonardo da Vinci le llevó 10 años aprender sobre la anatomía humana. Si Leonardo hubiera tenido Internet, en menos de 20 minutos hubiera aprendido lo que en su época le llevó esos 10 años. Lo mismo ocurre si queremos aprender inglés, finanzas o todo acerca de los negocios. No hay ni una sola lección que se aprenda en las universidades que no la puedas aprender en Internet hoy día.

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Quiero decir con todo esto que hoy día puedes aprender sobre bolsa, finanzas y negocios en un par de meses lo que a muchos nos costó algunos años, pero vas a tener que contrastar y seleccionar la información que recibes, pues si vas a usar Internet para reafirmarte en las lecciones (verídicas o erróneas) que ya conocías, realmente no estás aprendiendo.

Asimismo, debemos aprender a ser disciplinados, pues las nuevas tecnologías también son una de las mayores distracciones en la era moderna. Parece obligatorio dejar lo que estamos haciendo cuando recibes un mensaje de Whatsapp o un correo electrónico, cuando en realidad, deberíamos apagar todas esas distracciones.

Si tienes toda la información a tu alcance, pero no llegas a ser disciplinado en ese aspecto, realmente no estamos haciendo nada.

El mayor emprendedor tecnológico, Steve Jobs, solía encerrarse en una habitación de las oficinas de Apple sin teléfono, sin ordenador y con órdenes expresas de no ser molestado, hasta salir con la solución al problema o con la idea que estaba buscando. Difícilmente hubiera dejado trabajar a esa mente de genio si hubiera sido interrumpido por las decenas de distracciones que combatimos cada día.

Si eres capaz de tener ese grado de autocontrol, entonces internet es tu mayor aliado para superarte.

Y una vez que ya has adquirido el aprendizaje en la materia que deseabas es momento de llevarlo a la práctica, pues la mayoría adquieren esos conocimientos para posteriormente estancarse.

La maestría es el arte de ponerte un reto a ti mismo.

Hay que experimentar e intentar, hallar lo que funciona y lo que no funciona, tratando de hacer las cosas que más te convengan y no únicamente las que se adapten a las normas que has aprendido. Escribirás tus propias reglas, que es lo que hacen los verdaderos maestros, según Greene.

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Os pondré un ejemplo: Como todos sabéis, a la hora de invertir soy enemigo del trading y amante del largo plazo, pero no por ello seguí aprendiendo sobre la inversión en el largo plazo. Aprendí sobre el trading, probé el trading, gané y perdí dinero en el trading, y finalmente llegué a la conclusión de que si aprovechaba las herramientas e indicadores que usan los traders y los aplicaba a la inversión de largo plazo, me daría una excelente forma de detectar buenos momentos de entrada y salida en algunos valores, hasta conseguir arañar el máximo posible de rentabilidad de las acciones y ejecutar estrategias de inversión muy rentables en un  trading en tendencia.

Por tanto, aprendí mucho de algunas técnicas que usan aquellos que suelen perder mucho dinero al final de año. No es lo que aprendes, sino cómo ejecutes tus conocimientos y cómo los fusiones con los que ya dispones.

«Primero aprendemos las reglas, luego nos saltamos y cambiamos las que creamos oportunas, y finalmente reescribimos nuestras propias reglas». Así es como se alcanza la maestría, pero siempre debemos seguir aprendiendo.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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