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Una teoría muestra que en la batalla de David contra Goliat, el más débil era Goliat. Moraleja aplicada a los negocios.

En la historia bíblica, un joven pastor llamado David venció a un gran guerrero gigante llamado Goliat con una honda. Esta historia ha traspasado los orígenes bíblicos para convertirse en una especie de analogía en la que se explica la victoria improbable; el pequeño contra el grande y el oprimido contra el opresor.

Pero Malcolm Gladwell, en su charla en TED (insertada al final de este artículo) da un giro muy interesante que explicaría el por qué Goliat era en realidad el débil de la historia, y no el fuerte.

A David se le ha etiquetado como el débil debido a que era un joven pastor, mientras que Goliat era un guerrero experimentado, terriblemente fuerte y grande. Goliat, además, estaba equipado para el combate con una gran armadura, una gran espada y una gran lanza, mientras que David, como pobre pastor, estaba indefenso, desarmado y únicamente tenía una honda.


Explica Gladwell que en aquella época, había 3 tipos de guerreros: los grandes guerreros que eran soldados de a pie, bien armados y cubiertos por enormes armaduras, los guerreros a caballo y el pueblo oprimido que usaba los medios que tenían a su alcance, como arcos y hondas.

David era un soldado sin experiencia en el campo de batalla, pero era bueno con la honda y Goliat era uno de los mejores guerreros en el cuerpo a cuerpo, pero cuando se enfrentó contra su débil oponente, éste peleó en su campo, manteniendo una distancia y empleando el arma que se le daba bien usar.

En este tipo de batalla, Goliat estaba indefenso, mientras que David tenía una clara ventaja. David fue más inteligente al atacar en la distancia mientras que Goliat no pudo hacer nada con su fuerza, su lanza y su espada. Al impactar la piedra lanzada fuertemente con la honda entre los ojos de Goliat, éste cayó al suelo, y fue cuando David se acercó y cortó la cabeza del gigante.

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Digamos que Goliat fue al campo de batalla con las armas equivocadas, mientras que David, a pesar de estar en desventaja aprovechó el arma adecuada para ganar al gigante, convirtiendo la desventaja en una clara ventaja.

Gladwell concluye diciendo: «Goliat era un blanco fácil. Él no tuvo ninguna oportunidad».

Moraleja aplicada a los negocios.

Analiza siempre los puntos fuertes de tu competencia. Muchas empresas grandes han dejado al descubierto algunas carencias que nosotros podemos cubrir como pequeña empresa. Y es ahí donde hay que atacar. Si entras a competir donde la gran empresa es buena (el cuerpo a cuerpo contra Goliat), la gran empresa te destrozará, pero si sacas provecho de tus fortalezas (donde tu empresa es buena), encontrarás un hueco donde hacer daño a esta gran empresa.

En el arte de la guerra aplicado a los negocios, es imprescindible comenzar la batalla adecuada (aquella que podemos ganar) y emplear el arma correcta para la batalla en cuestión.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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