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Negocios: 6 creencias de los ricos hechos a sí mismos.

Dicen que lo único que separa una vida dirigida al acantilado de la pobreza o una vida hacia la riqueza, únicamente tiene que ver con la forma de pensar de cada persona. Y lo sabemos, pero en ocasiones, en esos momentos de flaqueza en los que muchas personas no se creen capaces de lograr un objetivo o se encuentran con varios fracasos, tienden al camino fácil de pensar que los millonarios se han hecho ricos con métodos inmorales y poco éticos.

Nos ponemos todo tipo de excusas para intentar llegar a la conclusión de que al menos nosotros, aún siendo pobres, por lo menos somos honrados y nobles. Pero como se suele decir: «no hay nobleza en la pobreza».

Pero el pensamiento es sólo eso, un pensamiento que no lleva a nada si no tomamos acción. Hace tiempo publicábamos 10 formas en que los ricos piensan diferente, y en esta ocasión mostramos 6 creencias muy comunes que han llevado a personas normales como tú a convertirse en millonarios hechos a sí mismos.

Donald Trump
Donald Trump


1. El dinero sí da la felicidad.

Si alguien dice que el dinero no da la felicidad, únicamente se puede interpretar de 2 formas:

  • Nunca ha tenido ni un puto euro.
  • Nunca ha tenido falta de dinero.
Los ricos son conscientes de que el dinero no garantiza la felicidad, pero saben que una persona que no es feliz teniendo dinero, sería igual de infeliz, o más, sin tenerlo. La felicidad es un estado mental en el que apreciamos las cosas que tenemos. Y sí, hay personas que no aprecian lo que tienen aunque lo tengan todo.
Pero no nos equivoquemos, pues si bien el dinero no te garantiza la felicidad, la falta de dinero te puede convertir en la persona más desgraciada del planeta ante problemas que únicamente se solucionan con dinero. La falta de dinero te hace tener que trabajar en un trabajo de mierda poniendo en riesgo incluso tu salud. En algunos países, la falta de dinero hace que no seas atendido en un hospital y que llegues a morir en una sala de espera. Sólo por no tener dinero.
Por tanto, el dinero no garantiza la felicidad, pero compra la libertad. Como una vez le escuché decir a alguien: «Yo sé que el dinero no da la felicidad, pero es que la imita tan bien….»
No obstante, para los que hoy día son ricos, su objetivo un día fue en primer lugar no volver a sufrir la falta de dinero, pues algunos de ellos, el vivir como pobres fue su trampolín de motivación para las ganas de construir algo. En segundo lugar, decidieron crearse su propio futuro sin depender de otras personas. Y en muchos casos, los millones únicamente fueron el resultado de una vida llena de creación y pasión.

2. La educación formal es inútil para construir riqueza.
Es cierto que para tener un buen trabajo, necesitas tener estudios. Cuantos más estudios, más títulos, grados y másteres tengas, más posibilidad tienes de encontrar un trabajo bien pagado. El problema es que hay una enorme diferencia entre estudiar/ aprobar y aprender. Y cierto es que hoy día es aconsejable tener un título universitario, pues realmente te puede abrir puertas en algunos momentos necesarios. 
Lo bonito de los negocios es que no necesitas ni título, ni permiso ni aprobación. Cualquier persona que haya tenido un negocio, ya sabe más de negocios que cualquier otra persona que haya leído cientos de libros y temarios, siempre y cuando haya sido activamente autodidacta. 
La mayoría de los multimillonarios son lo que son porque acumularon conocimientos muy prácticos y poco comunes que no te enseñan en una universidad, como son la confianza, la resiliencia, las habilidades de liderazgo, el poder de persuasión, las ventas, el poder de la intuición, las habilidades de negociación y la creatividad. Pero el más importante fue el conocimiento sobre el propio dinero. Una educación financiera sólida.
*Pero insisto. Hoy día, es necesario un título universitario.
3. Son positivos y son negativos. Por tanto, son realistas.
Siempre he pensado que hay algo mucho peor que el pesimismo, y ese algo es el optimismo cuando no va acompañado de realismo. El optimismo ha llevado a más empresas a la quiebra que el pesimismo.
La mayoría de los millonarios miran a las oportunidades con mucho optimismo, pero al mismo tiempo, miran a las amenazas con mucho pesimismo, poniéndose en el peor de los escenarios. Ellos no lo llaman pesimismo, sino «optimismo realista», que básicamente es saber que los riesgos son reales y no se pueden ignorar. Es por eso que hay que coger con pinzas esos consejos de «nunca temas a los riesgos». Lo cierto es que hay que tenerle respeto a los riesgos. Y eso cualquier inversor optimista lo sabe.
Ejemplo: Si te metes en un altercado y 15 hombres de gran tamaño vienen a darte una paliza, el optimismo ante tus posibilidades de salir indemne en la pelea, te puede llevar al hospital. El realista tiene claro que le van a enviar al hospital haga lo que haga, y en esta situación no sería un pesimista, sino una persona muy  sensata.
4. La pasión sí da dinero.
Muchos empresarios multimillonarios dan la sensación de estar todo el día ocupados y trabajando. La mayoría de la clase media piensa que están desperdiciando su vida por el dinero, pero lo cierto es que están todo el día disfrutando de su pasión.
El propio Steve Jobs antepuso Apple a su familia, y fue aquel compromiso con la empresa lo que hizo grande a aquella empresa. El secreto de muchos de estos millonarios es que ellos están dispuestos a hacer algo que el resto, o bien no está dispuesto, o bien no pueden seguir tal nivel de compromiso.
Cuando veas a un empresario multimillonario dedicar 20 horas al día en su empresa y pienses: «pobre hombre que por sus «ansias» de dinero se está perdiendo el placer de la vida», recuerda, que él cuando te mira a ti, piensa: «no entiendo cómo esa persona puede cambiar su tiempo por dinero y nunca salir de esa trampa». Así es como los multimillonarios ven el tener un empleo; un cambio de muchas horas de tu tiempo por una nómina a fin de mes. Y ellos hace tiempo que no alquilan ni venden su tiempo. Ellos están disfrutando de su pasión, que son los negocios. Concretamente, su propia empresa.
5. Su zona de confort es la incertidumbre, no la seguridad.
La necesidad de seguridad es lo que hace que la mayoría de las personas busquen un trabajo y permanezcan en ese trabajo aún odiando lo que hacen cada día de sus vidas hasta el final de sus días.
Y la verdad es que es una falsa seguridad, pues realmente tu seguridad laboral depende de un tercero; tu empleador o jefe.
El millonario hace tiempo que aprendió a vivir en otro campo de juego. Muchos de ellos saben que la incertidumbre genera importantes oportunidades, pues algunos decidieron iniciar su propio negocio el mismo día que fueron despedidos de su trabajo.
El futuro es incierto, por lo que únicamente tendrán éxito aquellas personas que pueden moverse entre la incertidumbre.
Las mayores fortunas de los millonarios, precisamente se han creado en tiempos de crisis. Mientras todo el mundo iba a la quiebra, ellos engordaban su capital. ¿Debatimos si es ético y moral?, mejor no. Debatamos si tú supieras cómo ganar dinero cuando todo se va al traste para todo el mundo, ¿lo harías?. Ellos saben cómo hacerlo. Y es lo que hacen, pues ese es su trabajo y su pasión; generar mucho dinero y sacar la cabeza cuando todo el mundo la está metiendo bajo tierra.
6. Expectativas.
Expectativas ambiciosas vencen a las expectativas mediocres. Creer que eres capaz, vence a los incapaces. Prepararse adecuadamente otorga una ventaja en la carrera del éxito cuando compites con aquellas personas menos preparadas. 
Los millonarios han invertido mucho en sí mismos, pues tienen grandes expectativas para sí mismos. Expectativas que aún quedándose a mitad de camino multiplicarían por 1000 las expectativas del resto de las personas.
Ponen un objetivo en su mente y se lanzan a por él sin vacilar. Y pueden fracasar, pero volverán a aparecer con más fuerza. Y no se detendrán hasta que no hayan logrado su objetivo. 
Y estos pensamientos son los que marcan la diferencia entre unos pocos y el resto.
Ver también:  Amancio Ortega. Sus Claves como emprendedor: Inconformismo, disciplina y perseverancia.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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