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Hoy día es más fácil que nunca; No tienes que pedir permiso para cumplir tus sueños.

Hace unos días le explicaba algo curioso a una persona. Yo nunca había pensado ni me había propuesto dar conferencias o charlas. Es más, estoy seguro de que si me hubiera esforzado en dedicarme a eso, no hubiera encontrado la forma, y estoy seguro de que me hubieran cerrado todas las puertas.

Por algún motivo, ahora es rara la semana que un colegio o empresa no se pone en contacto conmigo para solicitar este tipo de «servicios». Insisto, sin ni siquiera buscarlo. Y ésto ocurre gracias a internet y lo que hoy se denomina imagen digital o marca personal en internet. Yo lo llamo de una forma más sencilla: que la gente te conozca.
Ingrid Romero es una referente en el mundo del Fitness, la cual

ha sabido aprovechar y potenciar su imagen en internet.

Y mientras tanto, sigo viendo a personas que no salen a buscar su sueño o meta, porque siguen pidiendo permiso en una era en la que ya no hay necesidad de pedir permiso. Simplemente se trata de hacerlo. La tecnología y la red es tuya (es de todos, pero tuya también), y por primera vez puedes demostrar lo bueno que eres en éso que dices que eres bueno.

Antiguamente, si querías ser escritor, debías ir a una editora, y alguien en esa editora te decía si eras un buen o mal escritor, si tu libro era bueno, o por el contrario era una basura. Irónicamente, algunos autores de grandes best seller fueron rechazados por numerosas editoras, incluyendo a J.K. Rowling, autora de Harry Potter.
Pero hoy día es un proceso muy sencillo. ¿Quieres escribir un libro? no pidas permiso, y escríbelo. En Amazon puedes auto-publicar tu libro de forma gratuita (al menos en formato digital), y luego encontrarás servicios de intermediarios en internet sin coste inicial, para, en caso de que quieras distribuir tu libro en papel, lo harán bajo demanda y se llevarán una comisión por ello.
Serán los propios lectores los que decidirán si tu libro es bueno o malo, si eres un buen escritor o un pésimo escritor.
Lo mismo ocurre con quien tiene el sueño de ser cantante. Ya nadie debe darte su aprobación para que seas cantante. Hoy día, puedes grabar tú mismo una canción, varias canciones o un disco completo, y subirla a redes sociales y Youtube entre otros. Es decir, puedes llevar tu canción directamente a los usuarios sin pasar por una casa discográfica. Y si eres tremendamente bueno, será la casa discográfica la que venga a ti.
Pero lo mejor de hacerlo de esta forma, es que mientras te conviertes en una estrella de la música o en un fiasco musical, al menos, durante todo el intento, puedes monetizar esas canciones por visualizaciones en los canales. Desde unos pocos céntimos hasta cientos o miles de euros (según lo bueno que seas y la gente que consigas atraer).
Lo mismo ocurre si quieres ser cómico o hacer monólogos. No pidas permiso, y hazte un canal. Si eres bueno, la gente lo reconocerá. Son muchos los chicos que han conseguido que sus canales de Youtube sean más vistos que algunos programas de televisión, haciendo de ello un negocio muy rentable.
Pero vamos aún más allá, y es que incluso si quieres ser director de cine, hoy día ya no necesitas la aprobación o permiso para conseguir fondos. Dispones de vías de financiación como pueden ser las plataformas de Crowdfunding, donde si tu idea gusta, será la propia gente la que financiará tu película. 
¿Quieres demostrar lo que sabes de un tema en particular? ¿quieres darte a conocer como un profesional en una materia concreta? puedes crearte tu propia web y blog, y serán los propios lectores los que te alzarán o te tumbarán. Y mientras tanto, ganarás algo de dinero.
La panacea de las modelos.
¿Te has pasado años cultivando tu cuerpo, te consideras verdaderamente atractivo/a y tu sueño es convertirte en modelo profesional, pero te cierran todas las puertas?
Gran cantidad de nuevas modelos están siendo fichadas a través de Instagram, donde una imagen y miles de «me gusta» valen mucho más que la opinión de una persona que te dice lo que puedes ser o no puedes ser. Por tanto, hoy día puedes ser modelo en el momento que quieras (buena o mala, pero puedes serlo), y finalmente, serán los usuarios los que digan si gustas o no gustas a la cámara.
Puedes hacerte periodista sin necesidad de pasar por la universidad de periodismo e incluso puedes crearte tu propio periódico en cuestión de horas.
Ya no importa tanto un papel que dice que tienes los conocimientos en algo. En internet, ese papel no sirve de mucho. Lo que sirve es lo que haces y lo bien que lo haces. Será la red y los propios usuarios de la red los que apreciarán o criticarán tu trabajo. 
Puedes competir con quien sea en su terreno incluso estando en inferioridad inicial.
Facilidad de introducir los productos de tu negocio.
A menudo, pequeños empresarios ven a una empresa como Amazon como su mayor amenaza, cuando en realidad, puede ser su mayor distribuidor. No intentes competir con un gigante así, pues te destruirá. Es más, Amazon puede ser tu vendedor y llevar tu producto a rincones donde necesitarías mucha inversión para lograrlo.
Pero mucho ojo.
Dicho de esta forma, puede sonar verdaderamente fácil, pero también es cierto que un pésimo cantante o escritor puede tener mucho éxito en internet, mientras que un excelente escritor o cantante puede no llegar a triunfar.
Finalmente, todo dependerá de la habilidad para darse a conocer, de las sinergias que seas capaz de generar en la red. Así que si tienes una idea, un proyecto o un sueño, nadie puede prometerte que tendrás éxito o no, pero una cosa está clara, y es que hoy día, nada te impide que luches por ello.

Como alguien dijo una vez: «Más vale pedir perdón después que pedir permiso antes».

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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