emprendedoresideas de negociosnegociosTodo

Una idea de negocio metida en problemas: el sitio web para engañar a los maridos.

Toda idea de negocio de éxito surge de la misma forma; buscamos una demanda existente y ofrecemos un servicio o producto para cubrirla. Así de claro lo vieron estos emprendedores franceses que decidieron crear el sitio web Gleeden, una página de citas enfocada a las mujeres casadas para que puedan tener una aventura extramatrimonial.

La infidelidad existe en cualquier país, por lo que esta web, simplemente simplifica el proceso. Pero… ¿puede una página de citas promover el adulterio si una ley estipula que en un matrimonio debe existir la fidelidad?

Esta empresa ha sido demandada por la Asociación de Familias Católicas, al haberse sentido ofendidos y atacados por la publicidad de este sitio web. Y en principio, parece que la demanda puede acabar con la empresa, ya que el concepto de fidelidad está claramente recogido en el Código Civil francés, «las parejas casadas se deben fidelidad, asistencia y respeto mutuo».

¿Por qué el ataque a Gleeden?

Ésta es la gran pregunta, pues existen cientos – quizás miles – de sitios web que promueven el tener aventuras entre individuos de ambos sexos, pero en tierras francesas (tierras de libertad e igualdad), al parecer, el enfocar el negocio del sitio web exclusivamente a la mujer, no ha sentado demasiado bien.

Seamos realistas en que cuando se enfoca un negocio de este tipo a la infidelidad masculina, el negocio no sería rentable si no disponen de perfiles femeninos para mantener la aventura. En el caso de Gleeden, buscar directamente a las mujeres, hace que los hombres vengan solos.

Las mujeres casadas son el mercado de esta empresa, y entre los conservadores y católicos, la idea de hacer algo permisible y divertido la infidelidad femenina, genera un gran horror, mientras que nadie habla de la infidelidad masculina y de los cientos de sitios que la promueven, lo cual deja ver una dosis de machismo encubierto en la cruzada contra esta empresa.

Ver también:  Facebook: De mal a peor y tiro porque me toca.

Publicidad polémica y de impacto de Gleeden.

El sitio web de citas no ha escatimado en invertir en publicidad de todo tipo. En los autobuses y estaciones de metro se pueden observar grandes póster de una atractiva joven vestida de novia cruzando los dedos en su espalda, una imagen que para los conservadores y católicos quiere decir: «los votos matrimoniales y las promesas son para tontos».

Las cifras del negocio de Gleeden.

Gleeden es una empresa actualmente muy rentable. Fundada en 2009, en la actualidad cuenta con más de 2 millones de miembros en Europa, de los cuales, un millón de usuarios son de Francia, aunque ya ha dado el salto a otros países como Estados Unidos.

Las mujeres no tienen que pagar para registrarse, mientras que los hombres pueden comprar créditos que les otorga ciertos niveles de acceso para entrar en contacto con estas mujeres. El 80% de las personas que usan el sitio web, son personas casadas, según los datos proporcionados por la empresa a la BBC, donde también se han recogido algunos testimonios de usuarias de este servicio.

Una parisina de 44 años asegura que usa este servicio porque quiere a su marido, pero éste no la satisface, y no desea divorciarse de él. Para ella, en su situación, disponer de un servicio de este tipo, facilita la discreción de algo que ella iba a hacer de todas formas, con la diferencia de que tiene la tranquilidad de que aquí están las cosas claras desde el primer momento. Es una aventura que no pasará de esta etapa.

Ver también:  La Sanidad privada en España ya está en camino.¿ Lo vamos a consentir?

Ventajas y desventajas.

Para los más críticos, este servicio es el mismísimo diablo al vender y promover la infidelidad y ganar dinero con ello.

Para Gleeden, es mucho más sencillo: «Nosotros no hemos inventado el adulterio. Existe desde el principio de los tiempos y seguirá existiendo. Simplemente estamos cubriendo una demanda que ya existía».

El debate que se abre con este caso va mucho más allá, y es que el verdadero debate no será si una empresa puede lucrarse con el adulterio, si no de la separación entre la religión y el Estado, algo que hoy día existe en muchos países.

A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.