Hace mucho tiempo me dieron un consejo: «Si vas a comprar un coche, compra uno nuevo, y compra otro coche nuevo antes de que te comience a dar problemas, de forma que siempre estés pagando un coche nuevo».
Aquello era un mal consejo, ya que lo que se proponía era pagar letra de coche a perpetuidad, algo que desde el punto de vista de las finanzas personales, es una mala idea.
Es cierto que un coche viejo probablemente tenga que entrar en el taller de vez en cuando, y que tengamos que hacerle un cambio a los neumáticos, correas, averías imprevistas, etc… (no entiendo mucho de motor y coches).
Cuando llega la hora de pasar la ITV, y nos encontramos con que debemos hacerle algunas reparaciones, o cuando entra en el taller y nos pasan una factura de 800€, puede que nos «calentemos» y pensemos en que ha llegado la hora de comprar un coche nuevo, porque nos va a salir más caro el viejo coche. Pero si hacemos cuentas, ésto probablemente no sea así.
*Hago alguna aclaración antes de continuar, y es que si necesitas un coche porque por tu trabajo debes estar en carretera, o si ya ha llegado un momento en que eres tú el que debes cargar con el coche a tus espaldas en lugar de que el coche te lleve a ti, sin ninguna duda, la mejor opción por tu propia seguridad, es deshacerte de ese coche y comprar otro.
Pero para casos normales, es cuestión de hacer cuentas.
Vamos a suponer que a lo largo del año, en un par de averías y arreglos, nos hayamos gastado en el coche 800€, y que puede que algún año sean 1.200€ y otro año 400€. O quizá no llegas a gastarte nada. Pongamos un promedio de gasto de 600€ al año.
Visto así, en el momento que te venga la factura del taller, y que ésta sea de 600€, nos parecería una gran cantidad, pero lo cierto es que si lo dividimos, el coche nos habría costado 50€ al mes durante ese año.
Pensemos, si decidimos comprar un coche nuevo y lo financiamos, por cuánto nos saldría la letra de ese nuevo coche. Con seguridad, sería más caro.
Sin olvidar que un coche, en finanzas, es el activo de mayor devaluación y la peor inversión que vamos a hacer en nuestra vida, recordemos que su única utilidad es llevarnos del punto A al punto B. Mientras haga ese trabajo, perfecto.
Cómo mejorar nuestras finanzas manteniendo el coche viejo.
1. Por un lado, vamos a pensar en tener un pequeño fondo de emergencia para averías imprevistas y arreglos de nuestro coche. Pongamos 2.000 ó 3.000 euros, y con eso ya tenemos una tranquilidad.
2. Imaginemos mentalmente que hemos comprado un nuevo coche, y cada mes, ahorra ese dinero que ibas a pagar por la letra del nuevo coche, que probablemente sería de entre 150 y 300 euros (probablemente más, probablemente menos, según el modelo que tenías en mente).
Cualquiera de estas dos formas es útil. Y es que si metemos un dinero en nuestra cuenta pensando en futuras averías, y después no se producen, al menos nos hemos obligado a nosotros mismos a ahorrar dinero, lo cual es un buen inicio para nuestra educación financiera.
En resumidas cuentas, en casos normales, mantener un coche viejo es más rentable que adquirir uno nuevo, por no hablar de que cuando tienes un coche viejo no estás tan preocupado por hacerle un seguro a todo riesgo, de que te lo rayen o de tener que aparcarlo en un parking porque «te da cosa» dejarlo en la calle.
Ver: Educación Financiera en 15 puntos muy fáciles de seguir y entender
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