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4 hábitos en las relaciones sentimentales que la mayoría piensan que son tóxicos, pero realmente son muy saludables.

Ya que las relaciones sentimentales forman parte de nuestra vida independientemente de aquello que hagamos, tanto si somos trabajadores como empresarios; tanto si somos ricos como pobres, merece que le dediquemos algo de tiempo, siempre desde nuestro punto de vista habitual, que no suele regirse por algunos viejos clichés o mitos, y contando con los consejos de los mejores profesionales en la materia.

La mayoría de las relaciones que hoy comienzan, se van a ir a la mierda en menos de 3 años, y un porcentaje muy bajo durará más allá de los 10 años. Aunque podríamos dar cientos de motivos por los que ésto ocurre en la actualidad, lo cierto es que no es el tema que nos atañe hoy.

Pero conociendo esta realidad, no podemos menospreciar la importancia de tener conversaciones de finanzas con nuestra pareja antes de dar pasos importantes. Hoy día es obligatorio desde el punto de vista financiero común. ¿Poco romántico? Puede. ¿Necesario? Sin ningún tipo de duda. Por tanto, ya publicamos «5 conversaciones sobre el dinero que debes tener con tu pareja antes de casarte«.

(Ver también: Matrimonios de hoy día: ¿Cuentas conjuntas o cuentas separadas?)

Existen muchos hábitos realmente tóxicos en las relaciones que acaban mermando la pasión y la confianza en la pareja. Y reconozco que personalmente he sido tanto artífice como víctima de algunos de ellos.

Entre los hábitos verdaderamente tóxicos que pueden enfriar la confianza en una pareja tendríamos el llevar la cuenta de los errores del pasado y aprovechar cualquier oportunidad para echarlos en cara, lo cual es la forma ideal de siempre estar retrocediendo al pasado. Y al igual que en todo en la vida, si miras únicamente hacia atrás, rara vez conseguirás seguir avanzando, que a fin de cuentas es de lo que trata una relación: avanzar y avanzar.

Amenazar constantemente la relación, sin duda, no es una buena idea, pues tarde o temprano, la otra parte tomará definitivamente la amenaza o tú acabarás cumpliendo la amenaza por tu propio ego, a pesar de que no fuera lo que realmente querías hacer. Por ejemplo, no es lo mismo decir: «Creo que tú eres poco romántic@ conmigo», que decir: «Yo no puedo estar con alguien tan poco romántic@», pues si cogemos a esa persona en un mal día, puede decirte directamente «Pues no estés conmigo. Hasta aquí hemos llegado».

Tómate la relación como una hoja de papel en la que cada disputa y cada riña provocan arrugas en ese papel, y que pase lo que pase, por más que después nos empeñemos, ya nunca podremos dejar el papel como nuevo por más que lo alisemos. Es por eso que se trata de evitar estropearlo demasiado.

De una forma más vulgar, podríamos igualar el amor con el papel higiénico, donde ambos se van acabando con cada «cagada».

¿Pero cuáles son esos hábitos que la mayoría de las parejas consideran tóxicos, cuando realmente son muy saludables?

1. Dejar conflictos sin resolver.

El psicólogo John Gottman lleva más de 30 años estudiando y trabajando sobre el terreno de las relaciones amorosas. Es el autor de «Las siete reglas de oro para vivir en pareja» y «¿Qué hace que el amor perdure?«

Ver también:  Google negocia con los estudios cinematográficos para salvar el declive del negocio del cine

Únicamente viendo cómo se comportan algunas parejas, es capaz de predecir con un 90% de éxito qué matrimonios de recién casados se van a separar antes de 10 años y quiénes permanecerán juntos. Su método se basa sobre todo en ciertos hábitos de comunicación de las parejas.

Lo que Gottman dice en casi todos sus libros es que la idea de que las parejas deben comunicarse y resolver todos sus problemas, es completamente falsa. Y si lo haces de esa forma, fracasarás con tu pareja.

Para ello, Gottman investigó a miles de parejas felizmente casadas durante más de 40 años, y la mayoría de ellas, tenían algo en común: asuntos sin resolver, problemas no resueltos con los que llegaron a luchar durante años. Mientras tanto, las parejas que se esforzaron por solucionar todos sus problemas y batallas, acabaron yéndose al traste.

Y la explicación a este hecho es muy sencilla. Si te centras en resolver todos y cada uno de los problemas, estás centrando toda tu relación en lo negativo de la pareja.

Se dice que el amor nace cuando vemos las virtudes de la otra persona, pero se forja cuando somos capaces de seguir una vez que vemos todos los defectos.

Todas las personas tienen defectos y virtudes. Si únicamente te centras en los defectos, obviando las virtudes, esa persona no te gustará. Siempre y cuando no hablemos de defectos graves tipo asesino en serie, maltratador, etc…

Las parejas que han tenido éxito en sus relaciones entienden que los conflictos son inevitables y que siempre habrá cosas que no les gusten de sus compañeros sentimentales, pero al mismo tiempo, entienden que no hay necesidad de cambiar a la persona para poder amarla.

Según Gottman, tratar de resolver los conflictos, puede provocar que se generen más conflictos de los que se solucionan. Y algunas batallas, no merece la pena lucharlas, porque no hay un ganador. Por el contrario, puede haber dos perdedores.

2. Estar dispuesto a herir sus sentimientos.

¿Cómooooooo!!!!? Herir los sentimientos de tu pareja puede ser lo más contraintuitivo en consejos para relaciones de éxito, pero lo cierto es que tiene su base dentro del sentido común.

En este caso, es Mark Manson, autor de Models,  el que nos explica la importancia de herir los sentimientos de tu pareja antes que no ser sincero.

Supongamos que tu pareja, tras estar 4 horas frente al espejo, arreglándose, peinándose y maquillándose, se encuentra en uno de esos días en los que no ha sabido conjuntarse bien, o se ha puesto un vestido que, en realidad, oculta toda su belleza haciéndole perder las formas, haciendo que parezca más gorda (cuando su silueta es perfecta) o, sencillamente, ha elegido una imagen que queda demasiado vulgar y, por tanto, no es adecuada para ella.

Aquí es donde muchas mujeres creen que su pareja debe reafirmar que está preciosa «se ponga lo que se ponga», pero Mark Manson nunca lo hace. Y yo, para bien o para mal, tampoco. ¿Por qué? Porque algunos hombres tenemos la teoría de que nuestra sinceridad y honestidad, en las relaciones, es mucho más importante que hacer que la persona se sienta bien al haberle mentido. Y como dice Manson, la última persona que debería censurar o sentirse ofendida por una opinión sincera, es tu pareja.
De hecho, aunque personalmente suelo mantener la educación, y no dar una opinión desfavorable si nadie me pregunta, lo cierto es que si cualquier amiga me pregunta cómo le queda el nuevo corte de pelo o el vestido que lleva puesto, voy a ser muy sincero. Y si le sienta mal, que no hubiese preguntado.
Y este hábito puede parecer muy tóxico, pero lo cierto es que a la largo plazo, la otra persona sabe que cuenta con una opinión muy sincera por parte de su pareja.
Si la honestidad ofende, quizás sea un problema de entendimiento de valores de cada uno, y más cuando no se ha hecho con la intención de hacer una crítica constructiva.
3. Acabar la relación.
Este hábito, en ocasiones es uno de los más saludables para tener éxito en las relaciones, porque, seguirás vivo y con ganas para tener éxito en una futura relación.
Los que me conocen, ya saben que sigo una premisa muy clara: «dejar siempre las cosas y las personas mejor de como las encontré«. Y en ocasiones, si nuestra forma de ser está causando algún tipo de tortura a la otra persona debido a nuestros valores o situación de ambas personas, lo más saludable para una relación es ponerle fin.
El sacrificio romántico está demasiado idealizado en las películas románticas. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta que llamamos romanticismo a la historia de Romeo y Julieta, una historia de amor en la que ambos protagonistas se suicidan por amor.
Y lo gracioso es que Romeo y Julieta fue escrito originalmente como una sátira para representar todo lo que está mal con el amor juvenil y lo irracional de las creencias románticas, así como todas las estupideces que eres capaz de hacer por amor. Pero en algún momento, esta historia ha desembocado en algo romántico, cuando esta historia ha sido cogida incluso por los psicólogos para explicar el sesgo de lo atrayente de la prohibición.
Es decir, si Romeo y Julieta fueran personajes reales, y sus padres les hubieran dado el visto bueno, probablemente no hubieran durado ni 12 meses juntos, pero la prohibición hizo más atractivo ese amor. Cuanto más se lo prohibían, más se amaban.
Pero este tipo de idealización, junto con el sesgo de compromiso, es el que lleva a algunas parejas a continuar con una persona abusiva, extremadamente celosa o negligente, que puede derivar en un caos de por vida en el momento que se hace más dificultoso separarse de esa persona.
Es por eso que, a veces, lo mejor que puede hacer una pareja es ponerle fin a su relación a su debido tiempo.
4. Tener círculos independientes.
La mayoría de las personas piensan que su pareja debe ser igual que ella. Es decir, si yo soy médico, debo casarme con otro médico. Si soy economista, debo casarme con una economista. Y a menudo, la pasión que encontramos en este tipo de parejas suele ser la misma que la de dos pingüinos. De hecho, muchas de estas parejas parten de una premisa equivocada según Gottam, y es que lo van a hacer todo juntos, junto con un grupo de amigos conjuntos, y el hablar de trabajo salvará su relación gracias a que siempre tendrán cosas comunes de las que hablar.
Pero la realidad muestra que no es así. Y el aburrimiento no tarda en hacer aparición.
Todos vemos algo muy común, y es que si nuestro amigo «Pepe» conoce a una chica, deja de jugar al baloncesto y deja de salir con sus amigos. Y es que cuando nos enamoramos, tendemos a desarrollar creencias y deseos irracionales. Uno de estos deseos es permitir que nuestras vidas sean consumidas íntegramente por la persona con la que estamos.
El problema de todo ésto, según Gottham, es que perdemos nuestra identidad. Y a menudo, cada vez que cambias para estar más tiempo junto a la persona con la que quieres estar, dejas de parecerte cada vez más a la persona de la que se enamoró tu pareja.

«Tu pareja intentará cambiarte. Y una vez que lo haya logrado, ya no le gustarás»

Es por eso que cada persona debe tener su círculo independiente, y de esta forma evitamos una conversación muy habitual: «Yo me tragué la exposición de arte que querías ver, y tú no quieres hacer el esfuerzo en venir al concierto de ****».
No tiene que haber esfuerzos. A un miembro de la pareja le puede gustar el arte y a otra los conciertos. Y no por ello, cualquiera de los dos deberá hacer lo que no le apetezca ni obligar a la otra persona a hacerlo. Cada uno puede ir a lo que iba anteriormente y mantener su círculo independiente y amistades (siempre y cuando haya confianza y respeto mutuo).
Digamos que este espacio es oxígeno, y para mantener viva la llama de la pasión, se necesita oxígeno, o de lo contrario, la llama se apagará pronto.
En resumen: 
  • Una relación es para disfrutarla, y no para sufrirla.
  • Todas las personas tenemos imperfecciones, y no podemos obligar a nuestra pareja a cambiar ciertas cosas, por lo que debemos elegir a alguien con cuyas imperfecciones podamos vivir e incluso apreciar.
Y finalmente, las investigaciones de Gottam, el cual es nombrado por Daniel Kahneman en su libro «Pensar rápido, Pensar despacio«,  demostraron que las parejas más felices se centran más en evitar malos momentos que en generar más momentos buenos. Y tiene una explicación psicológica muy sencilla: las personas recordamos más lo malo que lo bueno, es decir, puedes crear miles de momentos buenos, y una fuerte discusión acabar con todos y cada uno de ellos.
No obstante, cuando hagamos balance de nuestra relación, el hecho de que los momentos buenos y nuestros sentimientos positivos superen en emoción a los momentos negativos, es un balance positivo para la salud de nuestra relación.
Pero también es una cuestión de enfoque. Si te centras en lo bueno, obtendrás emociones positivas. Si te centras únicamente en lo malo, eso es lo que encontrarás. Recuerda que siempre habrá cosas buenas y cosas malas, virtudes y defectos. Tú los tienes y yo los tengo; tu pareja también los tiene. ¿Hacia dónde vas a mirar?¿qué quieres encontrar?
Si alguien quiere hacer su propio aporte, siéntase libre de hacerlo en un comentario.
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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