La película El Marciano (Marte) está basada en la novela de Andy Weir que lleva el mismo nombre, y que ha sido un best seller catalogado por el Wall Street Journal como «el mejor libro de ciencia ficción escrito en años».
El hecho de que sea más o menos correcta en las «peripecias» científicas que aparecen tanto en el libro como en la película, dejaremos que lo discutan los que más entienden de ciencia (que no es nuestro campo), aunque sí que es una película de la que podemos extraer algunas lecciones de vida importantes que nunca están de más recordar, pues son aplicables tanto a los negocios como a nuestro desarrollo personal.
Resumimos el argumento para quien no lo conozca. Si ya lo conoces, salta este párrafo:
Un astronauta (Matt Damon) es dado por muerto por su tripulación en Marte, por lo que se convierte en uno de los primeros hombres en poner los pies en Marte, y tiene la certeza de que también será el primero en morir allí. Aunque consiguiera contactar con la tierra, moriría antes de que el rescate llegara.
Lección 1. En la adversidad, aunque sea difícil, planifica.
El primer paso en situaciones de alto riesgo es mantenerse vivo el máximo tiempo posible. En el caso de este astronauta, sabiendo que iba a morir, podría haber agotado todas las provisiones en unos pocos días.
En momentos de tensión y estrés, puede que no veamos una solución, pero si te mantienes vivo el suficiente tiempo, probablemente aparezca alguna idea que resuelva un problema que antes, aparentemente, no tenía solución.
Lección 2. Nunca pierdas el buen humor.
Otra cosa no, pero buen humor no le faltaba a este astronauta, el cual resulta altamente simpático. Y sé que muchos pensarán que es una película, pero mientras lo veía, recordaba un caso real de un alpinista que quedó atrapado y con muy pocas posibilidades de sobrevivir. El escalador aseguró que consiguió salir de aquello gracias a que se tomó aquella situación como un juego, y tuvo que recurrir al buen humor para seguir con vida.
Lección 3: Un conocimiento secundario te puede salvar el culo en un momento dado de la vida.
Es por eso que el saber no ocupa lugar. En el caso de nuestro astronauta, con todos los millones que la NASA invierte en su preparación, no consiguió sobrevivir por sus grandes conocimientos técnicos, sino por otro tipo de conocimientos, como en este caso era la botánica.
Lección 4: cuando el plan A se va a la mierda.
Puedes planificarlo todo correctamente, pero en un planeta como Marte, donde las condiciones son totalmente inestables, todo se puede ir al garete en un abrir y cerrar de ojos (Muy similar al mundo de los negocios). Cuando eso ocurre, afronta la nueva situación y busca otra cosa que hacer para seguir vivo.
Todo lo que hayas trabajado y todo lo que hayas construido, se puede perder en un momento dado. Y eso no puede derribarte ni hacerte perder el buen humor (al menos no permanentemente), pues hay que volver al trabajo.
Lección 5: No te quejes, y usa los recursos que tienes a tu alcance.
Supongo que si nuestro «marciano» hubiera comenzado a decir «si tuviera una nave para escapar de aquí», «Si hubiera una hamburguesería por aquí cerca», etc… probablemente hubiera estado perdido.
Y en ocasiones, eso es lo que hacemos en la vida: quejarnos de lo que no tenemos, cuando en realidad, debemos usar lo que tenemos para conseguir lo que deseamos. Cuando nuestro marciano entendió eso, le encontró valor incluso a los excrementos.
Lección 6: El mensaje final.
Cuando le preguntan: «¿Creías que ibas a morir en Marte?», la respuesta es fascinante:
«Tenía claro que iba a morir ahí arriba, pero cuando lo sabes, tienes dos opciones: O bien lo asimilas, o bien te pones manos a la obra para evitarlo»