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Cómo sufrir menos y controlar tus emociones, según Tony Robbins.

Interesante entrevista la realizada por Tim Ferris (autor de «La Semana laboral de 4 horas«) a Tony Robbins (Autor de «Controle su destino«) en un podcast, donde han tratado diversos temas, pero nos vamos a centrar en la parte donde Tony Robbins explica qué actitud y pensamiento debemos usar para dominar un fallo de serie de nuestro cerebro, y, de esta forma, sufrir menos por aquellas cosas que en ocasiones nos causan sufrimiento o nos preocupan.

«El cerebro humano no está diseñado para hacernos felices y realizados. Está diseñado para la supervivencia»

Es por eso que, según Tony Robbins, este órgano siempre está en la constante búsqueda de lo que anda mal, de los peligros (reales o imaginarios) que nos pueden hacer daño, para que así podamos luchar y/o escapar.

Si dejamos este software antiguo de supervivencia ejecutando el programa, ¿Qué posibilidades tenemos de disfrutar de la vida? Es una pregunta que lanza Robbins.

Una mente sin dirección opera de forma natural en «modo supervivencia», por lo que constantemente estará identificando y magnificando esas potenciales amenazas para nuestro bienestar. El resultado de dejar operar este «software» es una vida llena de estrés y ansiedad.

Pero la mayoría de personas viven de esta forma, ya que aun no siendo el mejor camino a seguir, es el camino que menor resistencia ofrece.

«Ellos toman decisiones inconscientes, basadas en las costumbres y condicionamientos, y están a merced de sus propias mentes, unas mentes que ejecutan el software incorrecto o desfasado. Ellos asumen que el sentirse frustrado, triste, cabreado, estresado, es una parte inevitable de la vida, y por ello deciden de forma inconsciente vivir en un estado de sufrimiento»

Pero según Tony Robbins, hay otro camino que las personas podemos seguir, y que consiste en dirigir tus pensamientos, en reescribir ese software o actualizarlo.

Antes de seguir, vamos a ver la diferencia entre estos 2 estados emocionales y mentales para entender cómo funcionan:


1. El Estado hermoso y bonito.

Cuando amas y eres amado, sientes la alegría, la gratitud, la admiración, la creatividad, el crecimiento, la curiosidad, el aprecio, etc…. podríamos decir que estás en un bello estado. Y en este estado, tú siempre sabes lo que hacer, y haces lo correcto. Sientes que estás vivo, vital, y sale la mejor versión de ti mismo.

En este estado, no es que hayan desaparecido todas las amenazas y peligros. Siguen estando ahí, pero no los ves como problemas graves. En este estado, estás en armonía con tu verdadera esencia.
2. El estado de sufrimiento.
Cuando te sientes estresado, triste, preocupado, frustrado, enojado, deprimido, irritable, resentido, temeroso, etc… estás en un estado de sufrimiento, Todos hemos experimentado este tipo de emociones negativas en algún momento de nuestras vidas o en cientos de momentos. Sin excepción.
Estos estados de sufrimiento o emociones negativas, son capaces de agotar completamente tu energía. Si una pauta o emoción negativa persiste durante mucho tiempo, puede derivar en depresión.
En la mayoría de los casos, un estado de sufrimiento es el resultado de una mente sin dirección, cuyo software está en piloto automático buscando problemas.
Aquí está Tony Robbins:
«Piensa por un momento en una situación reciente que te causó dolor o sufrimiento. Un momento en el que te sentiste frustrado, cabreado, preocupado o abrumado. Cada vez que sientes emociones de este tipo, tu sentido del sufrimiento es causado por tu mente al estar dirigiéndote a uno o más de estos tres patrones particulares de percepción. Consciente o inconscientemente, estás centrado en al menos uno de estos tres factores desencadenantes del sufrimiento:»
1. El sufrimiento de la pérdida.

Cuando te centras en la pérdida, te convences a ti mismo de que un problema particular ha producido o provocado la pérdida de algo que se valora.

Ver también:  NEGOCIOS. EL ARTE DE LA GUERRA

Por ejemplo, si tienes un conflicto, problema o una discusión con tu pareja, puedes llegar a sentir que has perdido su amor o respeto. Aunque no siempre tienen por qué intervenir otras personas. En muchos casos, no es por algo que alguien hizo o no hizo. Esta sensación de pérdida puede ser provocada por algo que hicimos o que dejamos de hacer.

Por ejemplo, te demoraste pensando y has perdido una increíble oportunidad de negocio, o hiciste una mala inversión y perdiste dinero.
Es evidente que estas cosas pueden provocar un sufrimiento «ganado», pero ya innecesario, pues no hay marcha atrás.
Y sí, ya sé que algunos ahora dirán que es más fácil decirlo que ponerlo en práctica, pero recuerda lo que comentaba en el vídeo: Cuando los problemas de la vida son bendiciones disfrazadas.
2. El sufrimiento del ser/tener menos.
Muchas personas se van a sentir identificados con ésta: cuando te centras en la idea de que tú tienes menos que otros o vas a tener menos, se provoca un sufrimiento y a menudo también comienzan las quejas.
Es posible que pienses o que estés convencido que debido a tus orígenes o a una situación concreta vas a tener menos éxito, menos dinero, menos alegría o alguna otra consecuencia dolorosa.
Y aquí nuestro cerebro hace «magia», porque es capaz de buscar 100.000 culpables para explicar por qué vamos a ser menos sin llegar a poner el foco de la culpa en el verdadero responsable: nosotros mismos.

3. El sufrimiento del Nunca.
Cuando te centras en la idea o quedas consumido por la creencia de que tú nunca tendrás algo que valoras, como el amor, la alegría, el respeto, riqueza, oportunidades, etc… Si te centras en el «nunca seré» estarás condenado a sufrir, pues si tu creencia es que nunca serás feliz y que nunca serás la persona que deseas ser, ambos escenarios se cumplirán. Y este patrón de percepción es una ruta segura hacia el dolor.

Tu mente siempre te está intentando engañar.
Y lo vais a entender perfectamente. Cuando tu pareja te deja, tu mente te dice que nunca lo vas a superar. De hecho sientes como si el mundo para ti ya se hubiera acabado. No ves más allá de esa pérdida, de ese «menos» y del «ya nunca seré feliz» porque mi pareja me ha dejado.
Por suerte, salvo algunos fanáticos del sufrimiento y amantes de la obsesión, la mayoría de personas descubren con el tiempo que la vida sigue, que el sufrimiento se pasa, y que se encuentran otras parejas por ahí. Y lo mismo ocurre cuando te despiden del trabajo o quiebra tu negocio.
En los tres patrones que nos ha mostrado Tony Robbins, lo cierto es que no importa si el problema que nos hace sufrir es real o no, pues nuestra mente lo va a hacer real.
«¿Alguna vez has tenido la experiencia de pensar que una persona (amigo, compañero, pareja) hizo algo mal? Rápidamente te sentiste increíblemente molesto y cabreado, sólo para descubrir que estabas totalmente equivocado y que la otra persona no se merecía el discurso que le soltaste».
En medio de un estado de sufrimiento, cuando las emociones negativas toman el control de tu mente, la realidad no importa demasiado. Tu enfoque acerca de la vida y la felicidad es creado por nuestros sentimientos, y nuestros sentimientos, a menudo son creados por nuestro enfoque.
Dicho de una forma más sencilla: El sufrimiento es causado por nuestro enfoque. Más sencillo aún: estamos eligiendo sufrir al obsesionarnos con nosotros mismos en lo que hemos perdido o podemos perder, en aquello que siempre tendremos menos o en aquello que nunca vamos a tener.
¿Pero qué hacer para no sufrir?
Una vez ya conocemos cómo funcionan estos patrones de emociones, sentimientos y enfoque, podemos cambiarlos de forma sistemática, liberándote a ti mismo de estos hábitos de sufrimiento.
Todo comienza con la comprensión de que se trata de una elección consciente: puedes elegir sufrir o puedes elegir ser feliz. Todo trata de dominar tu mente con sus respectivos estados.
El sufrimiento se elimina cuando potenciamos las decisiones.
«Nuestras vidas no están determinadas por nuestras condiciones, sino por nuestras decisiones»
Si miras hacia atrás en los últimos 5 ó 10  años, podríamos apostar que puedes recordar una o varias decisiones que has tomado y que han cambiado tu vida (para bien o para mal). Tal vez fue al elegir un trabajo en lugar de otro, una carrera universitaria en lugar de otra, casarte, esnifar aquellos polvitos blancos que hoy día no puedes dejar de tomar. Son decisiones que tienen consecuencias positivas o negativas.
¿Qué hubiera pasado si hubieras tomado una decisión diferente? Probablemente tu vida hubiera tenido un cambio radical. Puede que fuera algo mejor o puede que no fuera tan buena, pero hubiera habido algún cambio. Y bien, cuando tomamos decisiones, se producen cambios. Es decir, dirigimos nuestra vida en base a las decisiones que tomamos.
¿Cuál es la decisión más importante que puedes tomar en tu vida en este mismo momento?
Tony Robbins asegura que la decisión más importante que puedes hacer en tu vida es la siguiente: 
¿Estás comprometido a ser feliz sin importar lo que pase?
Dicho de otra forma, tendrás que comprometerte a disfrutar de la vida y ser feliz no sólo cuando todo vaya bien, sino también cuando todo parezca ir en contra tuya, cuando sufras injusticias o cuando sufras algunas pérdidas de algún tipo.
Para Tony Robbins, tomar esta decisión consciente de «He acabado con el sufrimiento y voy a ser feliz pase lo que pase», es la decisión definitiva para formatear el software desfasado de nuestro cerebro. Es la forma de anular esa mente que lucha por la supervivencia y que nos crea sufrimiento si no siempre se cumplen nuestros deseos o expectativas.
Y Tony acaba diciendo que esta es la única forma de decidir que eres 100% responsable de tu estado de ánimo y de tu experiencia en esta vida, porque la vida es demasiado corta como para sufrir.
Pero personalmente, debo añadir algo más….
Si dejamos este artículo así, podría dar lugar a todo tipo de tergiversaciones dando la sensación de conformismo (ser feliz con lo que tengo y no luchando por lo que quiero)
No se trata de eso. Como ya sabéis, por aquí somos partidarios y fieles creyentes de que hay que luchar por aquello que queremos. Es decir, no sufras por tener menos que tu vecino ni te compares con tu vecino, pero lucha por lo que tú quieres conseguir. Aplica la regla de los 20 minutos a partir de hoy.
Si fracasas en tu búsqueda, es parte del juego. No sufras y sigue persiguiendo lo que quieres. Recuerda que mientras estás en la lucha constante por el cumplimiento de tus metas, no hay lugar para la frustración, y tu mente estará activa y proactiva.
Así que controla tus emociones, controla tu estado de felicidad y controla las decisiones que vas a tomar para cambiar tu vida.

Ver también:  4 Personas como ejemplo de superación a pesar de sus "limitaciones"
A. Carlos González
Autor de "Cenizas de Prosperidad", Apasionado de las ventas, las finanzas, estratega empresarial, entusiasta del desarrollo personal y algunas cosas más

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