David Lai es el CEO de «Hello Design«, un proyecto que comenzó siendo una pequeña idea para acabar convirtiéndose en una agencia creativa de prestigio en Estados Unidos. Hoy, David Lai, nos da sus más sinceros consejos de lo que él piensa que es necesario para alcanzar el éxito como emprendedor en los pequeños negocios.
Lai asegura que uno de los consejos más sabios que recibió fue de su propio padre, el cual le dijo:
«El día sólo tiene 24 horas, y debes sacar el máximo provecho de cada hora para tener éxito. Todos tenemos las mismas horas en un día. El cómo las gestionemos es lo que nos define como persona». Y lo cierto es que el tiempo es lo único que no podemos recuperar una vez que pasa.»
Este consejo, según Lai, fue el que le llevó a iniciar Hello Desingn a los 23 años, primero para no perder tiempo a la hora de crear uno de sus principales sueños, y segundo, para no perder tiempo buscando trabajo.
Asegura que aquello fue la decisión correcta, pues parte de sus compañeros, con la llegada de la crisis lo han perdido prácticamente todo, ilusiones y esperanza incluidas, mientras que él se encuentra al frente de una compañía actualmente premiada en California por ayudar a construir y ejecutar estrategias digitales para empresas de todos los tamaños. Entre algunos de sus clientes se encuentran Sony, Nike y Toyota.
¿Cuáles son los consejos de David Lai para mantener su negocio y a sí mismo organizado durante el proceso de crecimiento y actual tamaño de su empresa?
Para Lai, una de las claves se encuentra en la combinación de papel y lápiz con las herramientas digitales, y sobre todo, decidir qué no vas a hacer para no perder el tiempo. Y quizás, lo más importante para Lai es aprender a confiar en las personas. La confianza sólo se tiene cuando uno se rodea de personas válidas y profesionales cada uno en su especialidad.
¿Cómo protege su tiempo y mantiene su productividad?
La forma de comenzar el día es muy importante. Trato de levantarme temprano, lo cual es muy difícil para mí, ya que no solía ser una persona muy madrugadora, pero fue un hábito que tuve que adquirir. Puesto que en ocasiones no tengo tiempo de hacer ejercicio, lo que hago es salir un poco antes de casa para ir a la empresa en bicicleta, y descubrí que eso me ayudaba a despejar mi mente, aliviar el estrés y pensar en los desafíos a los que me voy a enfrentar a lo largo del día.
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Es importante comenzar el día fresco y lleno de energía, con el estado de ánimo adecuado. Así ganas productividad.
Para no perder el foco, lo que hago al llegar a la empresa es escribir en un pequeño bloc de notas los temas más urgentes que tengo que hacer, lo más prioritario. De esa forma, sólo me centro en principio en esa lista. Es una buena forma de no distraerme en otros asuntos menos importantes. Cuento con excelentes trabajadores, así que también delego en ellos otros asuntos de los que no me puedo encargar.
Google es mi mejor ayuda en la empresa, pues uso todo tipo de herramientas y aplicaciones en mi iPhone para estar sincronizado y en contacto con mi empresa. Las nuevas tecnologías, bien usadas y con conocimiento, te hacen mucho más productivo en tu negocio.
¿Qué otros consejos daría Lai a los nuevos emprendedores?
Ante todo, un emprendedor debe fijarse unas metas a corto plazo y no distraerse con los pequeños detalles. Debe enfocarse en lo que realmente importa, en esa lista que hemos preparado con lo que debemos conseguir. Si todos los días cumplimos con nuestra lista de tareas importantes y nuevos retos, las metas a largo plazo no hay que buscarlas.
Son ellas mismas las que te empujan, y cuando quieres acordar, tu negocio deja de ser un pequeño negocio para convertirse en una gran empresa, y es como los niños, no te das cuenta de lo que han crecido hasta que no miras una foto de hace tiempo. Eso llegó a ocurrirme en mi empresa, y es que creció tan paulatinamente que nos hicimos grandes prácticamente sin darnos cuenta.
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Del mismo modo, nunca dejes que crezcan los problemas. Parte de mi prioridad es acabar con los pequeños problemas antes de que se agraven. La dilación es un gran enemigo de los empresarios.
Y una vez que tu negocio va creciendo, es cuando debes reconocer que no puedes hacerlo todo por tí mismo, por lo que es obligatorio que comiences a confiar y delegar en los demás. Por eso es necesario rodearse de buenas personas y trabajadores en el mundo de los negocios.
Solía decir mi padre: «Para un trabajo correcto, usa la herramienta correcta», y eso es lo que aplico en mi empresa de cara a los empleados. Considero que tengo el trabajador correcto sentado en el puesto correcto, lo cual me genera tranquilidad, además de poder aprovechar los puntos más fuertes de cada persona para hacer aquellas cosas en las que yo no soy tan eficiente.