Hace tiempo hablábamos de la necesidad que hoy día tiene una persona para emprender, ya que en ocasiones es la única opción para salir adelante. Esto ha provocado que surjan nuevos emprendedores de los cuales, muchos de ellos, inician el camino hacia el emprendimiento y acaban golpeándose contra un fuerte muro. José Javier Chamorro (Ganador del premio Emprendedor 2011) ha dicho algo con mucho sentido, y es que emprender se ha convertido en una moda, y eso no es nada bueno, pues aumentará el riesgo de fracaso.
Emprender es una profesión como otra cualquiera, se requiere un mínimo de conocimientos sobre lo que se va hacer, se requiere un estudio de mercado, un plan de negocio y sobre todo, algo que nos distinga del resto, ya que si emprender un negocio y tener éxito fuera un recorrido fácil, me imagino que todo el mundo tendría una carrera exitosa, cuando realmente eso no es así. Incluso siguiendo algunas estadísticas, comentábamos que 8 de cada 10 ideas de negocios online suelen fracasar. Hoy nos centramos en la base, en los cimientos de aquello que una persona debe tener o adquirir antes de lanzarse al emprendemiento.
1. Querer.
Cuando hablamos de querer, está claro que lo hacemos porque queremos, pero del mismo modo también asistimos a bodas cuando realmente no queremos y únicamente lo hacemos por compromiso. Cuando esta situación se da en los negocios, el resultado puede ser nefasto, ya que iniciamos un camino, el cual nos «quemará» ante las primeras dificultades.
Aunque partimos de la base de que la necesidad es evidente, también es cierto que necesitaremos Pasión por lo que vamos a hacer. Debemos sentir que realmente es lo que queremos hacer, es más, pregúntate si emprenderías ese tipo de negocio si no hubiera llegado la crisis. Leer: «La mentalidad de un emprendedor, por Donald Trump».
Iniciar un negocio sin pasión es como casarte sin amor. Suele terminar en divorcio.
2. Saber.
Podemos querer y podemos sentir pasión por ser emprendedores, pero si no tenemos las nociones básicas acerca de la gestión de un negocio o desconocemos nuestro propio producto, no llegarás muy lejos. Puede sonar a locura, pero existen muchos emprendedores que ponen toda su pasión en un producto sin saber que su competencia lo lleva vendiendo con éxito desde hace años y a un precio mucho más barato.
Otros emprendedores fallan a la hora de calcular las reservas de capital necesarias, por lo que en cuanto las ventas tardan en llegar, se encuentran sin capital para afrontar imprevistos. En otros casos sencillamente el emprendedor conoce a alguien de Francia que abrió un tipo de negocio, el cual no funcionaría en España. Debes saber todo acerca del negocio, del producto y del mercado.
3. Poder.
Quieres emprender y sabrías hacerlo, pero… ¿puedes?. El ser positivo u optimista es una gran virtud, siempre y cuando no perdamos de vista la realidad. Quizás mi producto tenga que competir contra un gigante, y de hecho, sabría cómo derrotar al gigante en caso de disponer de los medios suficientes, pero… ¿Tengo los medios suficientes para hacerlo? ¿Puedo conseguir esos medios?
¿Por qué fracasa un emprendedor mientras otro tiene éxito?
Ante esta pregunta, por más que intentemos dar una compleja respuesta, la verdad es que es muy simple. El emprendedor que fracasó, falló. Pudo equivocarse a la hora de elegir el tipo de negocio, pudo fallar a la hora de no rodearse de las personas adecuadas, puedo fallar en el plan de negocio,en el estudio de mercado, o simplemente pudo equivocarse al pensar que estaba preparado para gestionar un negocio, cuando aún no tenía los conocimientos suficientes. El caso es que hubo algún tipo de error.
El emprendedor que tuvo éxito, a menudo se dirá que tuvo suerte, cuando realmente la suerte suele caer sobre aquel que se esfuerza más o está mejor preparado que el que tiene mala suerte. Estoy seguro que el emprendedor que tuvo éxito, cuando se decidió a iniciar su propio negocio pensó: «Quiero hacerlo, sabré hacerlo y podré hacerlo».
Partiendo de que Emprender es una profesión que un momento dado decidimos seguir, encontraremos los mismos perfiles de personas que en cualquier otra profesión.
En cualquier profesión existe el incompetente, el mediocre, el destacado y el fuera de serie, y en los negocios ocurre igual.
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