Nos vamos a Los Ángeles (Estados Unidos) para conocer la historia del pequeño Caine, un niño emprendedor de 9 años que ante la crisis y el cierre del negocio de su padre, buscó la forma de recaudar dinero para poder ir a la universidad en un futuro.
Su padre tenía una tienda de recambios de automóvil, una tienda muy mal situada y por tanto, afectada por la crisis y los gigantes del sector. Una vez cerrado el negocio, donde todos veían únicamente cajas vacías, el pequeño Caine vio una gran oportunidad de negocio. Sólo necesitó de esas cajas y cinta adhesiva para poder crear un parque de atracciones infantil de cartón.
Tras unos días duros de trabajo y una vez se le dio forma a la idea, sólo era cuestión de esperar los primeros clientes. Muchas fueron las personas que entraron buscando algunos recambios de automóvil, aunque veían en lo que se había convertido el establecimiento. Fue cuando a uno de los clientes que, casualmente estaba relacionado con el mundo del cine, se le ocurrió hacer un vídeo y subirlo a Facebook, entre otras redes sociales. El resultado de este vídeo fueron unas prontas 300,000 visiones en Youtube y miles de «me gusta» en Facebook.
De este modo, el joven Caine, cuando volvía de comer, se encontró con cientos de personas haciendo cola en la puerta de su negocio, deseando jugar en ese parque infantil.
La idea de Caine era muy ambiciosa, pues quería recaudar al menos 20,000 dólares para ahorrarlos y poder ir a una universidad. Ambición que se quedó corta, ya que ha acabado facturando más de 80,000 dólares y el negocio sigue creciendo.
Os dejamos con el video que hizo el cineasta Nirvan Mullick, además de varias moralejas:
- Donde unos sólo ven basura, otros hacen negocio con la basura.
- Emprender no tiene edad, aunque son necesarias ilusiones.