En épocas de crisis, antiguamente se recurría a dos salidas. Una era la emigración y la otra era el campo. Ambas salidas se están retomando nuevamente ante la mala previsión de una recuperación económica. Desde que aparecieron los grandes lobbies de la alimentación, el campo ya no compensa.
Esa es la queja de miles de agricultores, los cuales reconocen que trabajar sus tierras y sembrar sus propios productos, acaba costándoles el dinero, ya que a ellos les pueden pagar, por poner un ejemplo, 1 kilo de tomates a 0,08€, el cual, por algún motivo acaba llegando al cliente final a 1,89€.
No vamos a entrar en la calidad de un producto ecológico con respecto a un «super-tomate transgénico», aunque lo cierto es que en plena crisis, los productos ecológicos (o al menos algo más naturales) se están encontrando con una fuerte demanda por parte del consumidor, y eso lo muestran el aumento de negocios de este tipo, el crecimiento de número de «franquicias verdes» y aumento de webs de venta de productos ecológicos.
Dentro de este tipo de negocios, encontraríamos los economatos ecológicos, los cuales son negocios rentables para el emprendedor y le viene cono anillo al dedo para esos agricultores que no les compensaba labrar las tierras y criar sus animales para la posterior venta.
¿Cómo montar un economato ecológico?
Básicamente es una tienda (frutería, carnes, vegetales, pan…) donde los productos son ecológicos y/o elaborados de forma natural. Estas tiendas suelen ser abastecidas por proveedores de la misma provincia, aunque también pueden recurrir a proveedores de otros lugares, siempre solicitando el sello de la CAE (Certificación de Agricultura Ecológica).
Hasta ahora se había pensado que los productos ecológicos eran más caros que el resto para los clientes. No es cierto, siempre y cuando el establecimiento vaya directamente a la fuente, evitando márgenes inflados de intermediarios.
Únicamente en Andalucía, este tipo de negocios han aumentado en un 20% en lo que va de año, funcionan y, estos emprendedores se encuentran con el ya típico comentario halagador del cliente: «Llevaba tiempo buscando un comercio así».
Gracias a este tipo de negocio, han vuelto a parecer granjas de gallinas ecológicas, así como granjas de animales «no alimentados» con piensos artificiales, sino de forma natural. Se han reactivado parte de los cultivos cuyo propietario no trabajaba por la falta de rentabilidad.
Comentan varios emprendedores que recientemente han abierto estos establecimientos, que iniciar este negocio no es difícil, todo lo contrario, ya que el cliente, una vez sabe que estás abierto y conoce tu producto, no tarda en hacerse un fiel consumidor diario.
Comentan que antes de abrir, se dedicaron a recorrer los pueblos de la provincia para encontrar agricultores y ganaderos (por regla general son personas de edad avanzada). Algunos de ellos les recibieron con los brazos abiertos al tener la posibilidad de dar salida a sus productos a un precio algo más razonable que el precio que les pagan actualmente.
Con respecto al cliente, no le importaría pagar más por un producto ecológico, aunque como ya dijimos, no necesariamente debe ser más caro.
En estas tiendas se puede encontrar miel pura, jalea real pura, pan casero al horno (ese pan que puede durar hasta 1 semana sin ponerse duro), leche del día, fruta y vegetales frescos de producción ecológica, carne con sabor a carne, etc..
«En los tiempos actuales, puede que una buena forma de innovación, sea volver al pasado para retomar viejas costumbres que no se deberían haber perdido».
Esta frase no es de Steve jobs, sino de un hombre de 97 años que aún labra sus tierras y que asegura nosotros no llegaremos a los 97 años (ni probablemente a los 80) al corromper los campos y envenenar a los animales para posteriormente ingerir esos….. «¿Alimentos?».
Por suerte, continuarán aumentando los negocios verdes, y probablemente no aumenten por el medio ambiente ni la salud, sino por el valor económico añadido para el emprendedor, ya que el cliente, cada vez se encuentra más concienciado. No obstante, por la salud, por el medio ambiente y por el dinero, estos negocios compensan.
