Lo sé… antes de que alguien diga algo, incluiremos esta idea dentro de nuestras ideas de negocio absurdas, pero… ¿por qué no?. ¿Por qué colocar la publicidad en urinarios públicos?. Si nos remontamos a un antiguo estudio que realizaron unos estudiantes de una universidad americana, en él se decía, que cuando las personas están en un momento placentero, suelen estar más abiertas a comprar. Las necesidades fisiológicas nos proporcionan placer, y en este caso, tendríamos la publicidad, literalmente, frente a nuestros ojos.
Y no sólo en los urinarios, sino en los propios inodoros. Estoy seguro de que muchas personas saben dónde se ha fabricado un champú, así como los ingredientes del gel de baño, gracias al tiempo que pasan sentados en el inodoro. Es decir, en ese momento estamos abiertos incluso a ejercitar la lectura. Claro que en el caso de los inodoros, en los lugares públicos suelen ser usados mayoritariamente por las mujeres, que a su vez suelen entrar «a duo» en los servicios públicos, por lo que en este caso, esta idea no estaría enfocada para el sector femenino en un principio.
Si alguna vez has entrado en los servicios de un pub, bar o discoteca, donde suele haber incluso 10 urinarios en el mismo espacio, habrás notado que por regla general todos miran al frente, ya que entre otras cosas, entre hombres no quedaría bien mirar a la persona que tenemos al lado en un urinario público :).
Creo que no hay estadísticas, pero en una sola noche de fin de semana, millones de personas usan un urinario público en todo el país. Es decir, el trocito de pared justo arriba del urinario es más visto que cualquier programa de televisión esa noche, y es un espacio que hasta ahora nadie ha aprovechado.
Dificultad de esta idea de negocio.
Está claro que la mayor dificultad para desarrollar esta idea, sería la de cambiar la publicidad en todos los locales, pues el coste sería demasiado elevado.
La solución a este problema podría venir de la mano de la tecnología, que sería colocar soportes digitales para que, desde una sola central, se pudiera cambiar automáticamente la publicidad de todos los locales a la vez e incluso segmentarla a diferentes provincias, claro que en este caso, la inversión en soportes digitales sería muy alta.
En algunos servicios públicos, habremos podido ver cómo ya tienen una televisión en el urinario, y en otros han optado por decorar la pared para darle un toque de humor u originalidad, pero hasta ahora, nadie explota la publicidad.
Otro problema añadido sería el «branding» de las marcas, y es que quizás a algunas marcas no les gustaría la idea de aparecer en un servicio público, aunque sería cuestión de probar para ver si la conversión de resultados podría resultar positiva.
Ahí queda la idea, y recuerdo que dentro de lo absurdo, no es más que otros negocios que resultaron ser muy rentables a pesar de su simpleza.